~CAP 29~CAMBIARLO TODO.

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POV HIPO

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POV HIPO

− ¿Y si pruebo a disfrazarme? –pregunté pensativo caminando de un lado para otro.

−Eso será inútil. –respondió Bocón seguro de lo que decía.

− ¿Por qué? –alcé una ceja.

−No pasarás muy desapercibido si tienes una pierna de metal, Hipo.

−Tienes razón. –asentí.

− ¿Por qué estamos perdiendo el tiempo? Desdentao es muy ágil. Sólo tenéis que volar a ras del mar cuando estéis cerca de Ahozaven, procurando que no os vean, y entrar en el bosque. –dijo en tono obvio y me quedé sorprendido. Bocón me observó− Cuando piensas en Astrid se te nubla la mente y no piensas con claridad. Lo he podido comprobar en muchas ocasiones.

Asentí lentamente nervioso por aquella verdad. Porque... era verdad. Astrid ocupa la gran parte de mi cerebro. Siempre ha sido así.

−El problema es luego encontrar a Astrid. –continué− No hemos quedado en ningún sitio ni hemos dicho cuándo.

−Pues lo mejor será buscarla hasta encontrarla. –se me quedó mirando con una sonrisa pícara durante unos segundos.

−Sé a dónde quieres ir a parar, Bocón. Y no, ha pasado mucho tiempo. –dije algo molesto− No creo que le interese tener algo conmigo.

− ¿Tú quieres? –sonrió más.

La verdad, no me esperaba esa pregunta, no sé por qué. Y me quedé sorprendido pensando en qué debería responder. La verdad, me quedé en blanco.

−Claro que quieres. –siguió.

−No, Bocón. Aún es muy pronto para decir eso. La he visto hoy, después de cinco años. A lo mejor hasta ha conseguido sentir algo por Dylan. No creo que deba entrometerme en su vida. –dije molesto y a la vez triste y me crucé de brazos.

Él sólo me miraba sonriente.

− ¿Qué? –pregunté molesto después de unos momentos.

−Hipo, os conozco a los dos desde que llevabais pañales. Os he visto crecer juntos. –suspiré frustrado− Hipo, sólo hay una Astrid en el mundo. –me puso una mano en el hombro− Te quiere y tú a ella. Y no sabes lo difícil que es encontrar a alguien que te quiera de verdad. –le di una sonrisa de agradecimiento. Sus palabras me habían dado fuerzas para seguir luchando por mi futuro con Astrid, nuestro futuro. –Sé que no suelo hablar de estas cosas. En fin, no se me han dado muchas oportunidades para ello.

−Lo sé. –reímos− Gracias, Bocón. Por todo.

Me devolvió la sonrisa.

[...]

−Hola, hijo. –me saludó mi padre cuando entré a casa.

−Hola, papá. –devolví el saludo.

Un Mundo Sin Ti [CASTELLANO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora