Un Mundo Sin Ti [CASTELLANO]

~CAP 9~PENSANDO...

POV HIPO

Empezamos a caminar por la aldea mientras le iba explicando cada edificio y cada lugar que nos encontrábamos. En mi opinión, es un aburrimiento. Para mí no, claro. Yo fui quién creó los planos para la mayoría de las cosas. Pero parecía que le interesaba lo que decía.

− ¿De verdad te interesa esto? Si quieres lo dejamos para otro día. −tampoco quería aburrirla. Era de la familia Wefferson y no querría que les hablara mal de mí a sus padres.

− ¡No! No, de verdad. Esto me parece... increíble. ¿Quién hizo los planos de estas casas? −preguntó sorprendida.

−Ammm. Yo, pero Astrid también me inspiró. −dije sonriente.

− ¿Te inspiró? −preguntó confusa y sonriente. Uh, oh. Alerta, tenemos un problema, no es un simulacro. Creo que se ha dado cuenta de que algo pasa en mi cabezita cuando pienso en Astrid.

−Sí, em. Ella me da ideas, y yo las empleo en los planos de...

−Ooooh ya entiendo lo que pasa. −dijo sonriente mientras se acercaba a mí peligrosamente. ALERTA ROJA. HIPO SAL DE AQUÍ.

− ¿A-A sí? −pregunté rápidamente nervioso.

−Mmm. −asintió. Se detuvo a unos centímetros de mi oreja y me susurró.

−Me encantan las personas así. −me susurró y se separó de mí. La miré confuso. −Le estás dando el mérito a Astrid. Me encantan las personas modestas. −sonrió tímidamente. Vale... eso ha sido... algo raro.

−O-Oh, sí. Claro. Espera, ¿qué? −dije nervioso. Ella se puso a reír.

Fffff... por un momento pensé...

−Bueno, te dejo que hagas lo que sea que tengas que hacer. −dijo recuperándose de la risa. Asentí y me dispuse a irme− Hipo. −me llamo y me giré para mirarla− Gracias, por pasar este rato conmigo. Me has resultado muy agradable. −dijo algo tímida.

−Igualmente. −me despedí sonriente y me fui.

Me dirigí a la academia.

− ¿Igualmente Hipo? ¿En serio? -dije hablando solo de camino a la academia− Sí, te quiero igualmente. −dije en tono irónico.

Por fin, llegué a la academia. Y allí estaban. Todos reunidos en un círculo. Me vieron llegar y me pusieron cara de enfado.

−Buenos días, dormilón. −saludó Astrid.

− ¡Santo Hipo! −se sorprendió Chusco.

−Ya llegó nuestro fiel líder. −dijo Brusca canturreando.

−Te estábamos esperando. −dijo Patapez.

− ¿Dónde estabas? −preguntó Heather algo molesta.