Dos jóvenes vikingos están enamorados, su destino es estar juntos. Pero un matrimonio indeseado se interpone entre su vida juntos y pone en peligro su relación. Esto pondrá a prueba su amor y lo que darían el uno por el otro. Ambos lucharán por pode...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola nenes <3 A partir de aquí será un maratón de Halloween... bueno, "maratón" de tres capítulos xD ¡Disfrutad!
POV HIPO
Mira... Yo siempre he sido una persona que se acostumbra fácilmente a su entorno y forma de vida. Pero esto... Estoy harto. Y solo llevo dos meses aquí de los treinta años que me han caído.
Cuando me informaron al principio que podría comer en el comedor, junto con los demás, pensé que estaría al lado de Astrid. Bueno, en realidad no lo pensé, solo tenía pocas esperanzas... Qué iluso. Siempre me sentaban en la otra punta del comedor y me servían la misma comida que me servían en la cárcel.
Debido a toda la gente que comía allí, era imposible divisar a Astrid. Pero, cuando se vaciaba un poco, a veces incluso podía ver un poco de su cabeza o de su brazo. Notaba que ella también me buscaba con la mirada, pero nunca que vio. Decidí no darla señales, ya que eso probablemente la metería en un problema a ella también.
Pero la estancia en la celda se estaba haciendo cada vez más insoportable. Parece ser que mis vecinos no tenían entretenimiento antes de que yo llegara y cuando llegué... Bueno, soy un blanco bastante fácil. Empezaron a insultarme y a burlarse hasta los que no me podían ver. Era desesperante.
Sin nombrar a mi nuevo acompañante en este asco de celda. Se llamaba Luke. Era alto, musculoso, pelo corto y rizado... Guapo a la vista, la verdad. Y antes de que se creen malos pensamientos sobre esto. ¡Me sigue gustando Astrid! No hemos hablado mucho... Pero hemos hablado. Él estaba durmiendo en una cama pegada en la pared opuesta. Tuvieron que quitar mi "mesa" para poder instalar su cama... Aj...
Estaba tumbado en mi cama, intentando ponerme en una postura que me fuera cómoda. Aunque siempre me levanto con dolor de espalda, ponga la posición que ponga.
Eran horas muy altas de la noche, pero no conseguía conciliar el sueño. Hace mucho que no puedo. Es difícil dormir sabiendo que tu vida se ha echado a perder, la verdad. Además, no paraba de pensar. Pensar en mis amigos... En Desdentao, que nunca me dejaban verlo, cosa que me ponía bastante nervioso. En Astrid. Pero, sobre todo, pensaba en mi padre.
Esa mirada pegada en mí cuando entré en la sala del juicio. Ese rostro con el que se quedó al anunciar mi condena. No sé lo que pudo suceder después de que saliera de allí, pero conociendo a mi padre, sé que estaba muy frustrado. Hasta ahora no he tenido noticias de ninguno de los que he nombrado, pero espero que estén bien y que algún día superen esta mala experiencia.
― ¿Pensando en tu rubia? ―preguntó repentinamente el hombre con el que compartía celda.
No me giré, ni le contesté.
―Oye no te excites pensando en ella, que sigo aquí y me gustaría poder dormir. ―se burló.
Hizo que me girara de golpe y me sonrojara un poco.