POV ASTRID
Ha pasado un día desde que Hailey le entregó esa carta a Hipo y, la verdad, se me está haciendo un poco complicado pensar en otra cosa. ¿Y si...?
Cogí mucho aire al pensar en esto y abrí mucho los ojos.
¿Y si Hailey se ha declarado a Hipo? ¿Y si él ha aceptado?
−Astrid. –me llamó una voz que me sacó de mis pensamientos. Meneé rápidamente la cabeza y vi que era Heather agitando la mano delante de mi cara− ¿Astrid qué te pasa? Estás muy rara. –puso las manos en la su cintura.
−Oh, nada. Sólo pensaba. –contesté tranquila.
−Eso ya lo vemos. –dijo Brusca en tono obvio.
− ¿Hay noticias de Hipo? –preguntó Patapez.
−No. No le he visto por la aldea. –dijo Patán aburrido− ¿Podemos empezar ya?
−No podemos empezar sin Hipo. Es nuestro líder y es el que mejores ideas tiene. –dijo Patapez.
−Pero podemos ir pensando nosotr...− sugirió Heather. Una presencia la interrumpió. Vimos que Hipo entraba en la academia sonriente.
− ¡Hipo! Pensábamos que no ibas a venir. –exclamó Patapez alegre.
−Yo también. –dijo con una sonrisa miserable. Me da que ya ha leído la carta.
− ¿Se te ha ocurrido algo? –preguntó Heather.
−No. –contestó pensativo.
−Oh, genial. El que mejores ideas tiene no tiene ideas. Estamos apañados. –se quejó Mocoso.
−Vamos, Hipo. Utiliza el cerebro que Thor te dio a pesar de que te diera esos bíceps de tirillas. –dijo Chusco divertido. Tenía razón. Su inteligencia compensa su físico. Esa es una de las cosas que más admiro de Hipo. Me centré, ahora no es momento para admiraciones.
− ¿Y qué hacemos? –pregunté preocupada− La boda será en unos meses y seguimos sin tener nada útil.
−Todavía no podemos parar la boda. –dijo pensativo− Pero sí que podemos atrasarla.
− ¿Y de qué nos sirve atrasarla, gran genio de las ideas? –preguntó Patán sarcástico.
−Para darnos tiempo. Iremos recolectando más información. –dijo decido. Luego se dirigió a mí− Astrid, ¿sabes cuándo será exactamente? –negué con la cabeza− Bueno, se sabrá con el tiempo. –volvió a poner su pose de pensar− Yo le preguntaré a mi padre más acerca del tema. Vosotros preguntad a la gente del pueblo. Seguro que rondan rumores por Mema.
−Seguro que sí. –afirmó Chusco divertido.
−Se pasan el día marujeando. –acompañó Brusca a su hermano.
−Sí. –rio− Seguro que les sacamos hasta la solución para detener la boda. –ojalá fuera cierto.
−Tengo que hacer unas tareas ahora, pero podemos quedar al atardecer en el Gran Salón, ¿qué os parece? –sugirió Hipo. Todos asentimos− Perfecto. Entonces nos vemos luego. –se despidió y salió de la academia. Pero aún tenía que resolver una duda. Corrí hacia él sin importar lo que me preguntaran los demás. Cuando le alcancé se giró extrañado.
− ¿Astrid? ¿Pasa algo? –preguntó.
−No, nada. –lo que no había pensado es cómo se lo iba a preguntar. Si le preguntaba por la carta le tendría que decir que estuve espiando... o tal vez no...− Por cierto, ayer vi a Hailey que se dirigía a tu casa con una carta. ¿No es un poco extraño? ¿Qué era? –pregunté intentando disimular mi impaciencia por saberlo.
− ¿Extraño? –levantó una ceja.
−Sí, bueno. Acaba de venir a Mema y... −miento muy bien, nótese mi sarcasmo.
−Astrid, no te preocupes. –interrumpió tranquilo− No era nada importante. –sonrió de lado.
−Si no era nada importante... ¿me puedes decir qué ponía? –pregunté sonriente con las manos detrás de la espalda. Quería jugar a un juego que sabía que a Hipo no le gustaba nada. El juego de ponerle nervioso. Me encanta este juego, pero como he dicho antes, a Hipo no. Siempre que lo hago consigo sacarle lo que quiero saber.
−A-ah. Na-nada. Sólo me... −ya se empieza a poner nervioso, mi juego está funcionando. Me acerqué más a él− E-ella me... me dio una carta.
−Eso ya lo sé. –dije divertida− Dime qué ponía en la carta. –exigí acercándome aún más a él. Se ruborizó.
−E-Emm... Yo... −vamos, ya está casi. Se dio la vuelta y empezó a correr. No irá en serio. Sabe perfectamente que estoy en mejor estado físico que él. Empecé a perseguirle. Hace mucho que no persigo a Hipo, me di cuenta de que corre más que antes. Pero no fue un problema para mí y le alcancé igualmente, le tiré al suelo y le inmovilicé.
− ¿Por qué corres? –pregunté con una sonrisa y una mirada psicópata.
−V-vale, vale. Me rindo. –dijo a duras penas. Le ayudé a levantarse y puso los brazos por detrás de la espalda cabizbajo. Me miró de reojo− Sólo me agradeció que fuera tan amable con ella.
− No cuela. –dije seria rápidamente con los brazos cruzados.
−También me dijo que ojalá nuestra amistad durara para siempre. ¿Contenta? – dijo algo enfadado ¿Eso es todo? Quizás me he pasado un poco preocupándome.
−Ah. Lo siento Hipo. –me disculpé− Pensaba que... −oh no. He abierto de nuevo mi boca. Me callé al instante en que me di cuenta.
− ¿Qué pensabas que me puso? ¿Algo tipo... Hipo cásate conmigo o... Hipo te amo, pasemos juntos el resto de nuestras vidas... −hizo una pausa− por y para siempre? –preguntó divertido haciendo gestos dramáticos. Reí ante aquel acto. Debería haber confiado más en Hipo.
−Sí, algo así. –admití divertida.
− ¿Y qué pasa? –no, no me esperaba esa pregunta. Ahora sí que estaba acorralada. Necesito un milagro para salir de aquí.
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Hola >:3 Perdón por tardar tanto en actualizar como de costumbre. Es que estoy haciendo otra cosa... un cómic, en específico :] Si queréis echarle un vistazo lo encontraréis en mi cuenta de instagram: @x_janettehaddock_x Ojalá os guste ^^
¡nos leemos! <3
^JH^
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Un Mundo Sin Ti [CASTELLANO]
Fiksi PenggemarDos jóvenes vikingos están enamorados, su destino es estar juntos. Pero un matrimonio indeseado se interpone entre su vida juntos y pone en peligro su relación. Esto pondrá a prueba su amor y lo que darían el uno por el otro. Ambos lucharán por pode...