Un Mundo Sin Ti [CASTELLANO]

~CAP 23~NOTICIAS INESPERADAS.

POV ASTRID

Esperé impaciente hasta la tarde. Y, por fin, vi un grupo de dragones conocidos aproximándose.

Aterrizaron y les recibí.

−Wow, ¿qué hacen aquí esos? –preguntó Brusca. Oh...

−Ah, sí. Se me olvidó deciros la... En fin, me han puesto una serie de normas. Tengo que estar siempre acompañada de dos guardias... para garantizar que no me escape... o algo así.

−Pero si tú puedes con ellos de sobr... −dijo Chusco, que recibió una colleja por parte de Mocoso.

−Por eso nos han asignado a nosotros para esta misión. –dijo uno de los guardias− Somos dos de los mejores de la isla.

−Ya. Y Astrid una de las mejores del archipiélago. –dijo divertida Brusca, que también recibió una colleja de Mocoso.

−Bueno, que tal si nos vamos a hablar por ahí. –sugerí nerviosa para evitar cualquier tipo de comentario fuera de lugar de los gemelos. Asintieron y me siguieron.

Heather y yo nos miramos apenadas. Teníamos que hablar.

− ¿Nos pueden dejar un momento a solas? –pregunté a los guardias, que negaron con la cabeza. Tenía prohibido mencionar a Hipo. Heather lo captó.

−Bueno, entonces... vamos a hablar de Alan. –dijo nerviosa. Creo que sé a lo que está jugando.

−De acuerdo. –sonreí nerviosa.

− ¿Alan? ¿Quién es Alan? ¿Es guapo? –preguntó Brusca sonriente.

−Sí, sí. –respondió Heather intentando hacer alguna señal para que le siguieran el juego.

−Aaaaa sí. –parece que Patapez lo captó.

−Alan, claro. –Mocoso también... sólo que giñó un ojo. No se le da muy bien fingir.

− Aaaah, claro. Ya entiendo. Alan es Hipo. –rio... estúpido.

− ¿Qué? ¡Noo! Alan es un amigo nuestro de la infancia. ¿No os acordáis? –intenté disimular.

−Claro, chicos. El pequeñajo ese que siempre hacía chistes malos. –mintió Heather.

−Yo me acuerdo, ¿y vosotros? –preguntó Patapez.

−Espera... ¿entonces no es Hipo? –dijo Mocoso confundido.

−Me estoy confundiendo. –dijo Brusca.

Heather y yo hicimos una palmada facial.

−En fin. –Heather se dirigió a mí. –Alan, no está bien. Leíste la carta, ¿no? –asentí.

− ¿Qué ha pasado? –pregunté preocupada.

− ¿Cómo te digo yo esto sin ser muy brusca? –preguntó nerviosa.