~CAP 36~LO ACABARÉ ACEPTANDO.

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POV HIPO

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POV HIPO

Ahí estaban. Mi padre despertándome y, detrás suyo, estaba Ashley junto con su madre. ¿Mi padre no podía haber escogido una forma peor de despertarme?

― ¿Qué hacéis aquí? ―pregunté confundido e incómodo a la vez ―... ¿Cuánto tiempo lleváis mirándome? ―pregunté tapándome más y provoqué una risa de Amy. No, no sé dónde le ve la gracia a esto.

―Acabamos de llegar. ―dijo la mujer de ojos marrones, al igual que su pelo, que estaba sujeto por un moño.

―Y te he despertado por algo importante, así que prepárate y baja cuando estés listo. Mejor hablamos abajo. ―dijo mi padre serio y algo nervioso. Eso era porque sabía que no me gustaría la razón de la visita de Ashley.

― ¿Acaso teníais pensado hablar aquí conmigo tumbado en la cama? ―pregunté, pero salieron de la habitación sin responderme ―Viviré con esa duda. ―dije mientras rodaba los ojos y suspiré cansado mientras me sentaba al borde de la cama.

Me cambié, desperté a Desdentao, que ni se había molestado en avisarme de que alguien había entrado en la habitación.

―Gracias, señor guardián. ―dije sarcástico.

―Gggrrrrrr... ―gruñó adormilado.

―Sí, tu quéjate... Lo que me espera... ―dije nervioso mirando a la puerta.

POV ASTRID

Me acababa de despertar. Estaba sentada frente a mi escritorio, pensando en una posible carta dirigida a Hipo. ¿Qué cómo la iba a enviar? Eso es otro tema del cual estoy pensando a fondo. Pero llevo cinco años pensando en algo que me pueda servir y... nada.

...

Un momento...

¡LO TENGO!

― ¡Sí! ―exclamé entusiasmada levantándome de golpe.

Antes no tenía esta opción, pero desde hace una semana... Sí la tengo.

― ¿A qué se debe esa felicidad de golpe? ―preguntó una voz que tanto me desagrada.

Suspiré con hartazgo.

― ¿Qué quieres, Dylan? ―pregunté rodando los ojos y guardando el papel para la carta que aún estaba vacío. Le miré de reojo, estaba apoyado en el marco de la puerta... Eso me recordaba demasiado a Hipo cuando entraba en mi habitación para despertarme. Pero Dylan me volvió a sacar de esos bonitos recuerdos.

― ¿Por qué me sigues llamando así? ―preguntó mientras se acercaba a mí ―Soy tu marido. Me tienes que tratar como tal. ―dijo cambiando a cada palabra que decía un poco el tono a enfadado.

―No tengo por qué. ―reté girándome completa hacia él, con los brazos cruzados.

Dylan se acercó amenazante hacia mí y se quedó a unos centímetros de mi cara furioso.

Un Mundo Sin Ti [CASTELLANO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora