Un Mundo Sin Ti [CASTELLANO]

~CAP 54~YO TAMPOCO TE OLVIDARÍA

POV ASTRID

Dioses... ¿De verdad Hipo tenía pensado enseñarme esto? Me entraron ganas de correr a él y abrazarlo, pero le despertaría y sé que estos dos meses en la cárcel han tenido que ser agotadores para él.

El papel que cayó de detrás de la carta era nada más ni nada menos que un dibujo... de mí. Todo estaba muy detallado, típico de Hipo. Esa perfección que le pone a todo. Se notaba que tenía práctica. En el dibujo estaba mirando a un sitio de frente, sonriendo. ¿Cuánto tiempo le habrá llevado dibujar esto?

Pero... De tanta emoción y adrenalina... Me ha entrado sueño...

Guardé la carta y el dibujo y cerré los ojos, para caer dormida pocos minutos después.

POV HIPO

Me desperté antes. Todos seguían durmiendo. Les di una mirada rápida para saber que estaban bien, pero mi mirada se posó en una rubia. No pude dejar de mirarla por unos segundos. Estaba tan relajada... Tan tranquila... Pocas veces Hofferson está tan calmada. Me entristecí bastante al recordar que no había podido entregarle la carta. De verdad quería que la leyera...

Era pronto, así que decidí dar un vuelo de reconocimiento, por si hay alguna amenaza en la isla. Volé durante toda la mañana en busca de algún peligro, pero no había nada fuera de lo normal. Así que regresé con los demás, que ya estaban todos despiertos y preparándose para el desayuno.

―Buenos días, madrugador. ―saludó Heather sonriente mientras me entregaba un pescado pinchado en una rama que ya estaba cocinado.

―Buenos días, chef. ―saludé igual cogiendo el pescado y sentándome al lado de los demás en círculo.

Todos nos sentamos y comenzamos a comer. Lo que me extraña de todo esto, es que Astrid me estaba mirando. Y no es que tenga algo de malo el que me mire. Es que cuando la miro yo a ella siempre aparta la mirada, pero cuando me pongo a comer de nuevo vuelve a mirarme. No entiendo.

―He hecho un vuelo de reconocimiento. ―empecé a hablar mientras comíamos.

― ¿Encontraste algo? ―preguntó Patapez.

― ¿Algo que podamos explotar? ―preguntó Chusco entusiasmado.

―No, no podéis explotar nada. ―dije serio y Chusco y Brusca se desilusionaron― Y tampoco he encontrado nada fuera de lo normal. Algún que otro dragón salvaje, pero nada que sea lo suficientemente peligroso como para abandonar la isla.

―P-Pues... Deberíamos de quedarnos aquí... Hasta que se calmen las cosas. ―sugirió Astrid nerviosa. ¿Qué la pasa?

― ¡Oh sí! Ya sé lo que haré después. ―dijo Mocoso entusiasmado― Iré a dar una vuelta a la isla para ir pensando dónde colocar mi "M". Por supuesto, mi cabaña tiene que ser grande... Para que quepan muchas personas... Sobre todo chicas, jaja. ―empezaba con sus fantasías machistas, cosa que ni yo ni Astrid, ni creo que Heather tampoco consienta.