Chapter 10

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Los tres estaban sentados en la mesa, comiendo en silencio. Tanto Jisung como el perro de la vecina podía sentir, mejor dicho, percibir, la tensión entre las dos chicas. Estaban cortando sus gargantas con su mirada, y Jisung temía que, si hablaba, él también sufriría la guerra fría de ambas.

Le dio un sorbo a su café mirando de reojo a ambas chicas que solo movían la cuchara de su taza de un lado a otro.

Jisung estaba más que seguro que el azúcar estaba más que disuelta.

–Ah... –intentó romper el silencio– ¿Quieren salir hoy? –espero respuesta más fue ignorado. A los pocos segundos, YoonHa habló.

–Se me fue el apetito –anuncio la menor– Iré a trabajar, no molesten.

Dicho eso, se puso de pie y se fue a su habitación, cerrando con llave. Jisung suspira y pasa una mano por sus hebras, molesto. Era incómodo tener su actitud en esos momentos, era solo una amiga y ella estaba ebria, lo entendía, pero no por eso armaría tremendo teatro. Él era una bestia, eso le correspondía a él actuar tan desgraciadamente odioso, pero era ella quien se portaba así.

–¿Quieres ir a visitar nuestra casa? –la sonrisa traviesa en los labios de la chica hizo sonreír al menor.

–¿Podemos? –cuestionó– Por lo que teng... –la chica interrumpió.

Jisung se vio con un dedo delgado y pequeño sobre sus labios, sonriéndole aún con el dedo en sus labios, viendo el brillo travieso en los ojos de su amiga.

–Claro que podemos, recuerda quien es la favorita de Satanás –se apuntó con una sonrisa.

–Lo que digas –rio y sacudió los cabellos de la mayor.

–Entonces ¿Que dices? –un brillo rojo salió de sus ojos.

–Creo que mi respuesta es obvia, claro que n... –no alcanzó a terminar cuando fue lanzado al portal.

Un gran circulo con sombras de todos las tonalidades moradas y negras, rayos amarillos rodeándole y absorbiendo los cuerpos.

–¡Vámonos! –la chica saltó detrás de él.

El portal desapareció. La menor salió de su habitación buscando a quienes estaban provocando tanto ruido, más no encontró nada.

–¿Jisung? –llamó– ¿Jisung has visto mi libreta? –nadie respondió– ¡Jisung! –no había rastro del chico– Jisung, maldita sea, respóndeme –rodó los ojos. Y nuevamente, nadie contestó.

Pasó por todas las habitaciones buscando alguna señal del nombrado, más nada aparecía. Cansada y derrotada, fue a su habitación para componer, extrañamente, quería componer.

Y como no hacerlo, con su corazón pendiendo de un hilo y a punto de romperse, con la relación más larga y significativa corriendo de sus brazos, sin nadie que la protegiera o mimara. Necesitaba un arrullo, pero no lo diría en voz alta.

Pasó a su habitación y raramente, la libreta que tanto buscaba estaba sobre su escritorio.

Se sentó en la cómoda silla y tomo su lápiz y libreta.

I'm so tired of waiting for you, sentada en el frío de la
soledad esperando tu llegada.

Últimamente el pensamiento de que su novio la engañaba no abandonaba su mente, eso le daba miedo ¿Él sería capaz de tirar dos años de relación a la basura? Lo creía posible.

Mis ojos lloran tu ausencia, pero pareces no verlo. ¿Me
extrañas como yo a ti?

¿Es que tus besos ya no son míos? I want to know. Dime la
verdad, mírame a los ojos y niégame todo lo que digo.

Su amiga hace mucho que dejó de hablarle ¿Será con ella? Lo entendería, ella es mucho más bonita que ella, y tiene mejor físico, y es perfecta.

Entonces llena mi vaso con tus mentiras, y besa
mis rotos labios con el ácido de tu lástima

I'm a mess, 'cause you don't love me, don't love me.
But that it ain't new.

Sin entender la razón, comenzó a llorar. Ella juraba amarlo, pero el mismo sentimiento de inseguridad acaba con sus pocas esperanzas, ¿La amaba? ¿Seguía con ella por qué? No demostraba interés desde hace mucho, entonces, ¿Por qué seguía con ella y negaba que terminaran?

Dices amarme, ¿Por qué no puedes decirlo ante
las cámaras también?
Dices que soy todo para ti, ¿Qué significará eso en
tu vocabulario?
No busco atarte a mi eternamente, solo quiero un poco
de tu amor. Lograr que me ames como yo a ti.

Como deseaba que Jisung la viera, que la abrazara y le dijera que todo estará bien, tal y como hizo hace unas noches atrás. Increíblemente, él se había vueto tan pronto su escudo que le daba miedo perderlo, y ese miedo la invadió hoy, con esa niña.

Siempre fuiste el mejor en tu labor, no pensé que
trabajaran tanto incluso conmigo.
Eres el inventor, la cara perfecta y el que logra
encender mis sentidos con su tacto. Pero me pierdes
lentamente.
Dime la verdad, y si vas a mentirme hazlo mirándome
a los ojos.

Agitada por las lágrimas, dejó todo de lado. Su cara va a parar a su brazo, escondiéndose ahí, ahogando sus lágrimas y penas en un oscuro rincón de su cabeza. Buscaba el consuelo de Jisung, de sus padres o de quien sea, solo quería sentir que no estaba sola, peor era imposible. No cuando tú misma te has encargado de alejar a todos. Una mano fría tomó su hombro.

El nombre de Jisung pronto llega a su cabeza, por lo que de inmediato pasa una mano por su cara, limpiando sus ojos y secando sus lágrimas. No quería llorar, no más. Jisung le dijo que estaba bien, pero sabía que, para él, no.

–Lo siento, sé que no debo llorar, pero no puedo evitar.... –una mano le cubrió la boca, en menos de lo que pensaba estaba con mucho sueño. Lo último que pudo ver fue una figura femenina.

Sus cabellos tocaban el borde de su cintura, sus ojos eran tan negros como el mismo manto nocturno, sus labios pintados en un fuerte y llamativo rojo pasión. Pronto los pétalos de la flor del durazno comenzaron a caer lentamente sobre su cara, haciendo que el sueño la tome con cuidado, abrazándola y cuidándola.

–Oh, qué fácil fue esto –la silueta reía tal y como una bruja lo hacía. Chaqueó sus dedos, abriendo un portal del que dos humanoides salieron, tomando el cuerpo y entrando con ella.

–Parece que volverás y tendrás una sorpresa... Me quedaré. –sonríe de medio lado, cerrando el portal del mismo modo que lo abrió.

A dos cartas |Park JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora