A penas y recordaba lo que había pasado hace unas horas atrás, lo último que vio fue la cara de Jisung detrás del hombro de su amiga, sonriendo. Seguro y fue una ilusión más.
Abrió sus ojos lentamente, dando de cara con la pared beige de la habitación y una máscara de oxígeno en su cara, helando gran parte de su nariz. Gruñó bajo.
–Al fin... –volteó a ver de quién era la voz.
–¿Qué hago acá? –se sentó en la camilla, mas tuvo que volver a quedarse recostada por el dolor en su espalda baja.
–Te desmayaste en pleno escenario. Te trajimos a una de las habitaciones del hotel ¿Cómo te sientes ahora? –Preguntó entrando en la habitación y sentándose en el sofá a su lado– Nos diste un gran susto.
–¿Cuánto llevo acá? –soportando a penas el dolor, se sentó en la cama sacándose la mascarilla y tomando el vaso de agua a su costado. Su garganta estuvo más que agradecida de sentir el fresco del agua.
–¿Unas horas? –El tono dudoso no ayudaba.
–¿Cuánto llevo acá? –repitió.
–Hace unas cinco horas terminó el primer show.
–¿Es el segundo día en Madrid? –alzó una ceja.
–Sí, si te sientes mejor en media hora tienes una atención con una televisión, ayer se crearon muchos rumores –suspiró.
–¿Cómo cuáles?
–Se dice que estás embara- –no pudo continuar cuando la mujer ya estaba saliendo de la cama, molesta y con un horrible aura rodeándola.
No sabía cómo, pero había soportado el dolor, poniéndose de pie y tomando sus cosas de la cama, notando recién que estaba sin ropa en la parte superior, y con un paño de agua fría en su pecho. Bufó, molesta.
–¿Me dices a qué hora debo ir? –sonrió de lado, la molesta palpable en cara una de sus expresiones.
–Tenemos que ir a las tres y veinte.
–¿Y son?
–Las dos y cincuenta –mordió su labio con nerviosismo. La mirada de su amiga cambió abruptamente.
La chica, sin importarle mucho el dolor en su cabeza, posa su mano con rudeza en esta, apretando su sien derecha y miró a su amiga– Te quiero lista en veinte minutos.
No esperó respuesta ni mucho menos, simplemente salió de la habitación que suponía era de Naeh pues la de ella la había dejado desordenada el día anterior. Caminó por el pasillo, importándole poco el solo estar en su brasier negro y el short que usó en la presentación. Y ni bien llegó a su habitación, se asomó al balcón, sonriendo cuando sus fans le empezaron a gritar con diferentes banners en sus manos. Amaba este calor.
Saludó a sus fans con una sonrisa desde el quinto piso, recibiendo gritos emocionados de sus fans, algunas saltaban y otras se les veía quietas. Aun así, sonrió. Se retiró después de lanzar besos y saludando alegremente con sus manos.
–Me daré un baño. –dice más para sí misma que para su mánager, quien estaba sentada en el sofá sin decir una palabra, solo leyendo un libro.
Una vez avisado, entró al lugar. Se tomó un corto tiempo para observar su marca en su espalda baja, el nombre de Jisung en un idioma que conocía, siendo el latín, y una pequeña cruz invertida. Estaba en mal estado, rojiza y era sorprendente que no saliera nada de ella.
Se dio su ducha y salió para arreglarse. Vistiendo un jean claro, una camiseta blanca atada sobre su ombligo y una chaqueta de mezclilla clara larga, salió lista para encontrarse a su amiga con un vestido de mezclilla. Ni que lo hubieran planeado.
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A dos cartas |Park Jisung
FanficCuando pronto se ve arrinconada, con manos tratando de quitar la corona que tanto le costó conseguir, sus medidas deben ser igual o más desesperadas que la situación. Porque nada está yendo como a ella le gustaría, y probar un poco del otro lado no...