Chapter 12

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–Alisten sus mentes –ordenó Jisung mientras se paseaba de lado a lado con sus manos en la espalda y so rostro rígido, con cada uno de los "esclavos" trabajando en los caballos y con los demás de su clase armándose.

–¡Más rápido, estúpidos! –mientras que Jisung trataba con dureza y al mismo tiempo tranquilidad, Kwan les gritaba y, en algunas, ocasiones azotaba con un látigo.

–¡Apuren la marcha! –JiWoon, hermano de Kwan, gritaba a los hombres que estaban preparándose para ayudar, ayudando él a las chicas que afilaban sus grandes armas.

El "ejercito" que llevarían para enfrentar a GaEun era formado por las cinco demonios más poderosas en el rango seis; dos chicos, ambos mano derecha, de Satán; Kwan, Jisung y JiWoon, SiWoo no pudo llegar pues tenía que ir a cumplir un trato con un ángel de Dios.

Todos estaban alistándose, Jisung ayudaba a controlar la magia de los/as nuevos e inexpertos/as en este sentido.

Mientras tanto, Kwan supervisaba desde los aires en su forma más diabólica.

Todos estaban a cargo de los tres grupos que habían creado hace apenas unas horas. Todo fue muy rápido, fue cosa de segundos en los que llegaron al infierno más bajo y gritaron que reclutaran a los más fuertes e inteligentes de los rangos seis y siete, solo llegaron del rango seis.

Mientras tanto Jisung y Kwan organizaban todo, JiWoon fue el vocero para hablar con Satán sobre el tema, este cedió sin duda alguna; amaba ver el mundo arder. Literal.

Ahora estaban casi listos, solo faltaba afilar algunas cosas y ya está.

–Bien ¿Entonces? –repasaban una vez más el plan de ataque.

–Entraremos todos juntos, tenemos que llegar hasta lo más profundo de su estúpida "guarida" –hace comillas– y luego me dejan entrar a mí, si necesito ayuda, les gritaré –terminó de explicar Jisung– Ustedes se encargarán de los demás, seguro tendrá algunos cuidando la puerta.

–Excelente. –sonrió JiWoon.

–Llamaré a todos, es mejor darnos prisa ¿Quién sabe si acaso ya no se la paso a Sam? –Kwan menciona, y Jisung mantiene su ceño fruncido.

–Tienes razón –la piel de Jisung se puso un poco más blanca de lo normal.

–Vamos –ordenó Kwan, volviendo a abatir sus alas para emprender nuevamente el vuelo, dejando a los chicos atrás.

–Es mejor comenzar con todo –apoyó JiWoon, poniendo su mano sobre el hombro de su mejor amigo.

–Sí, vamos –suspiró pesado y caminaron con sus miradas serías a donde estaban todos listos, armaduras y todo el implementó necesario para la batalla.

(...)

El portal a la guarida de GaEun fue abierto por Kwan, quien golpeó la cerca de hierro sin importarle ver sus manos derretirse frente a sus ojos. El odio que se guardaban era tanto que hasta llegaron a odiar la similitud de sus rangos, claro que no todo el tiempo fue así. La mayor camina primero, recuperando su piel casi instantáneamente, algo que los chicos habían aprendido a ver cuándo Kwan se enojaba, llegando a su límite.

Entraron después de Kwan. Jisung caminaba seguro, pero con cuidado por el largo pasillo. Observaba lo lúgubre que era, aun manteniendo ese toque femenino que GaEun siempre se empañaba en tener. Sin querer, activó una trampa.

–¡Abajo! –gritó cuando vio las flechas de oro, metal y plata ir en dirección de todos ellos.

A penas escucharon la orden, se fueron directamente al piso. La voz de GaEun comenzaba a escucharse. Primero una risa, y luego las palabras hicieron eco.

A dos cartas |Park JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora