Especial 2/2
Por el camino encontró miles de bellas flores, cortó unas pocas rosas que habían de color amarillo en el bosque de pinos, unas ramas de ilusión que encontró por el camino. Logró hacer un bello ramo de flores, algo pequeño pero lindo.
Al llegar a casa de su amada tocó la puerta dos veces, la sonrisa de su suegra lo recibió a los segundos de que él tocara. Aquella mujer era realmente encantadora.
–Jisung, querido ¿Has venido por HoMin? –preguntó la mujer.
–Sí ¿Está en casa? –preguntó.
–Oh, ella salió con SuHena –contestó la mujer– Lo siento –hizo una mueca– ¿Querías dejarle algo?
–No específicamente algo, sino que hacerle algo –sonrió con algo de timidez– Ah... Volveré luego –hizo una pequeña reverencia y acomodó la flores en su mano, se dio la vuelta y volvió a su pequeña casa.
Al llegar a casa encontró a su madre sentada en su silla fuera de la casa, estaba tejiendo un pequeño suéter, aquello le hizo preguntarse para qué o quién, ya que él era bastante grande. La mujer le vio desde la lejanía caminando lento y con su cabeza gacha, se puso de pie cuando lo tuvo más cerca.
–¿Te fue mal? –preguntó, preocupada al ver el gesto desganado de su hijo y la corona de flores por la que tanto trabajó aún en sus manos.
–No. –suspiró– Ella está con su amiga, supongo que iré después –respondió algo desganado.
–No te desanimes, quizá le tomaste por sorpresa –besó la frente de su hijo– Ve luego, yo iré contigo –sonrió acariciando la cabellera de su hijo– Le dije a SoMi que iríamos a cenar con ella, hay un exquisito pastel de calabaza en el horno –le trató de animar– Tu favorito, corazón –le sonrió.
–Gracias, mamá –besó tiernamente la mejilla de su madre– Iré a dormir, el trabajo con el señor Min me costó un poco más –soltó una risa nerviosa, pasó su brazo por su nuca– Me despiertas cuando estés por ir para ayudarte ¿Si? –pidió.
–Tu ve a dormir, yo te iré a despertar más tarde –sonrió y le dio un pequeño empujón para que entrara a casa.
–Está bien –entró antes de que su mamá le empujase de verdad.
La verdad es que él y su madre llevaban viviendo solos desde la muerte de su padre. Como bien es sabido por todos en el pueblo, ellos están expuestos a miles de peligros naturales, tanto a depredadores como a fenómenos naturales. Su padre murió defendiendo a su mejor amigo. Ambos estaban de cacería para alimentar a sus familias y un lobo salvaje y joven saltó sobre el mejor amigo de KySoo en pleno bosque. KySoo no se alertó sino hasta que escuchó el grito de su amigo en la lejanía, fue ahí que corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron y saltó sobre el ánima, desgarrando su columna en canal.
Logró distraerlo por un rato, en ello pudo ayudar a su amigo a salir de ahí y pedirle que buscara ayuda. Pero ya no había nada que hacer, el lobo había mordido profundo en el hombro derecho de JungHae y estaba perdiendo demasiada sangre. Al estar viendo la gravedad de la herida y dándole ánimos, no se dio cuenta que el lobo iba a atacar.
Ambos amigos murieron tomados de la mano después de que el lobo arrancara la pierna de KySoo y su brazo derecho en un arrebato de ira antes de él morir también.
Los cuerpos fueron quemados y las cenizas entregadas a cada familia. Desde ese momento, Jisung ha sido el hombre de la casa, desde sus tempranos seis años.
Su madre secó su lagrima que estaba bajando por su mejilla y entró a su casa para ver cómo iba el pastel de calabaza que había preparado para la cena de esa tarde. La sacó del horno cuando vio que estaba lista, le puso un pequeño trapo encima y lo dejó sobre la mesa para que enfriase, suspirando y pasando una mano por sus mejillas, estaba tan agotada.
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A dos cartas |Park Jisung
FanfictionCuando pronto se ve arrinconada, con manos tratando de quitar la corona que tanto le costó conseguir, sus medidas deben ser igual o más desesperadas que la situación. Porque nada está yendo como a ella le gustaría, y probar un poco del otro lado no...