Especial Navidad

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La noche había llegado, era un día veintitrés por la tarde. La chica estaba en solo un gran suéter de lana blanco, acostada en el suelo, leyendo un libro mientras que bebía por momentos de su leche de chocolate. Regalo de Jisung.

Mientras tanto, el anterior estaba en su habitación, aquella que YoonHa le había dado al verlo todo el tiempo en la sala.

Aún recordaba las palabras de su amiga con gracia.

Flashback

La noche había caído, Jisung estaba en el sofá acostado, de piernas abiertas y con solo unos boxers negros, acostado con total tranquilidad. La televisión estaba algo entretenida, estaba viendo... ¿La bella bestia? No recuerda el nombre, solo sabe que el cazador de la película le estaba dando asco.

La puerta del departamento fue azotada fuertemente y los chasquidos que escuchó le hicieron mirar a la dirección. Se puso de pie en el sofá y observó algo que jamás pensó ver.

Vio a su amiga entre los brazos de quién era su novio, con sus piernas en sus caderas y con las manos de su novio en sus nalgas ¿Tanto ansiaba un poco de sexo?

Jisung ladeó su cabeza ¿Tenía que salir?

–¿Me voy? –preguntó inocente.

–Sí, vete por favor –dijo la chica, moviéndose de manera rara sobre el chico.

–Pero... Mi cama –hizo un puchero cuando vio como los otros comenzaban a besarse en lo que era la cama de Jisung, tirándolo a él al piso.

–Tu habitación ahora es la del fondo, ahora déjame en paz, ¡Joder! –gritó cuando su novio le mordió uno de sus pechos.

Jisung, asqueado y molesto al mismo tiempo, caminó a la habitación. Solo tenía una cama, pero Jisung pronto la dejaría más que perfecta para él.

La chica mantenía su mente en el libro, imaginarse aquellas escenas graciosas del libro le había hecho perderse en el tiempo. No notó cuando la luna comenzaba a brillar con más intensidad ni mucho menos cuando el rosa predominó en el cielo.

Cuando su teléfono había sonado, se dio cuenta que quedaba poco tiempo para las fiestas, con decir que solo quedaban un par de horas se dice todo. Navidad estaba a la vuelta de la esquina.

¿Jisung alguna vez celebró aquella festividad? ¿Siquiera le importaba?

No le tomó importancia, simplemente fue a su habitación. Se puso un pantalón negro bajo su gran suéter blanco, acomodó mejor su cabello y se puso sus botines negros. Similares a los botines militares.

–¡Jisung! –gritó.

Los pasos lentos del joven se hicieron presentes, déjanos ver al chico en solo ropa interior y una camiseta blanca. Estaba sumergido en el libro que llevaba en mano.

–¿Jisung? –volvió a llamar, el chico estaba demasiado inmerso en eso– Hey, oppa –llamó por última vez.

–¿Hum? –levantó la vista del libro rojo que leía hace unos segundos.

–¿Sabes qué es la navidad? –preguntó, sentándose a horcajadas sobre el brazo del sofá.

–Algo así, en el infierno no es como que lo celebremos bien –rascó su nuca, recordando como los muertos de ahí lo celebran.

–¿Cómo es allá?

–Es algo... –buscó la palabra indicada– Sádico –rió nervioso.

–¿Cómo?

A dos cartas |Park JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora