Chapter 14

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Hoy era el gran estreno del Comeback de la menor, ella estaba más que nerviosa al lado de su productor. Ambos dándole los últimos toques a el vídeo.

Las doce de la noche dieron inicio con un suave campanero del teléfono de su amigo, todos estaban nerviosos. Después de casi once meses de gran ausencia, al fin volvería.

Dio click en publicar, nerviosa. Su video estaba listo y publicado, listo para sus fans. Una vez publicado abrieron un champagne que había comprado el productor de YoonHa.

Bebieron del licor y una vez se acabó, se fue cada una de las personas en la habitación a sus casas. Sus amigos del staff, su productor, su amiga, sus maquillistas y encargados del cabello, modistas, todos y cada uno esperando el regreso de Tharey celebraron con ella su inicio, un nuevo inicio.

(...)

Tharey estaba sentada en estos momentos en el sofá, con sus piernas enredadas y su mirada fija en su teléfono, disfrutaba leyendo los comentarios que habían dejado. Reía de algunos, sus fans de Latinoamérica estaban nuevamente usando traductor, aún sin saber que la menor se había esforzado por entender y hablar la lengua española con normalidad. Entendía algunas cosas, eso es un gran avance.

Estaba sola en casa, Jisung había salido a comprar comida, hoy él se había ofrecido a ir. Quiero sentirme vivo y qué mejor manera de hacerlo si me comporto y hago cosas de vivos, había dicho antes de salir del departamento.

Dio vuelta en el sofá mientras miraba una y otra vez su vídeo, amaba como se veía en cada escena, como su pelo se lucía con la brisa ¿Debería hacerse un cambio? El castaño ya la estaba aburriendo. También amaba las tomas a sus ojos, las rápidas a escenas de crímenes, también amaba cuando la distorsionada figura de Jisung aparecía en mitad del vídeo volando, amaba como su sonrisa cínica aparecía en panta... ¡Un momento!

La chica se puso de pie rápidamente, acomodando su cabello a un lado para ver con claridad el mv.

Claramente, ahí estaba Jisung.

Gritó asustada, no podía ser descubierta. Y podría haberlo dejado pasar su no hubiera sido porque se veía claramente el cuerpo de Jisung levitando, y en más de una ocasión hizo aparición en pantalla como demonio, y se veía demasiado real, ¡Y el concepto del video no tenía nada que ver con ese tema! Además de las tomas a su sonrisa, sus ojos, ¡Mierda!

Llamó rápidamente a su amigo, esperando a que contestara a la primera pues no tenía dinero suficiente para llamadas largas.

–¿Hola? –respondieron al tercer tono.

–¡YoungChul! –gritó cuando la voz de su amigo llenó sus oídos.

–¿Yoon? ¿Sabes qué hora es? –preguntó– Es tardísimo como para que llames. –regaña, pero la menor solo rueda sus ojos.

–No juegues, Young, son las tres de la tarde –regañó de vuelta.

–Tú no eres la que trabaja hasta tarde arreglado los mv de la empresa –contestó, fastidiado.

–Amigo, lamento molestar tus horas de sueño, pero necesito tu ayuda, hay un error en el vídeo.

–¿Error?

–Sí, en el minuto dos quince se ve una... –buscó algo que decir, no podía decir que un puto fantasma estaba en el vídeo, tenía una reputación que cuidar– Sombra en el vídeo –Oh sí, eso le sacaría de las casillas.

–¿Sombra? –se escucharon ruidos en la otra línea

–Sí, hay una sombra humana en el vídeo y hay gente por mis redes preguntando si acaso era fantasma –mentira.

–¿Y eso afecta?

–Pues sí, se ve mal la toma –trató de sonar molesta.

–Yah, deja lo arreglo –contestó.

–Está bien, gracias –suspiró, aliviada– Un día de estos te invito un trago

–Está bien, pero que sea pronto, hace mucho no sale el trío y quiero sexo –bufó.

–No te preocupes, pronto saldremos y te recompensaré el haberte despertado –contestó riendo y sonrojada al mismo tiempo.

–¡¡YoonHa!! –Un grito en la línea de Tharey asustó a los dos. Jisung estaba en casa.

–Tengo que cortar, hablamos después –y cortó la llamada.

Jisung dejo las bolsas con comida sobre la encimera de la cocina mientras comenzaba con su repertorio de lo que pensó mientras compraba.

–¿Sabes? He estado pensando en que quiero trabajar, sí, trabajar –ella le escuchaba– Quiero trabajar al igual que tú, pero en otra cosa ¿Pintor? Puede ser ¿Actriz? Tal vez ¿Actor porno? De seguro que sí ¿Qué me dices tú? –le preguntó a la chica– Aunque me gustaría algo relacionado con el movimiento del body –dio una vuelta buscando algo en una bolsa– Además que he visto muchos vídeos de baile y lo intente y me sale del infierno ¡Quiero dar clases de baile! –sacó una bolsa de malvaviscos– Quiero enseñar a los humanos a mover el cuerpo ¡Quiero ser bailarina! –gritó finalmente.

Cuando se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor, su amiga estaba en el piso riéndose a carcajadas. –¿Te fumaste algo? –fue lo único que preguntó.

–No.

Dio media vuelta y se sentó en el sillón mientras comía de sus dulces. Aquella cosa que la niña de la tienda le ofreció sabían realmente bien.

–¿Quieres trabajar? –preguntó, una vez estuvo sería y recobró su postura– Te puedo conseguir trabajo en la empresa de coreógrafo ¿Te gusta la idea? –preguntó.

–¡Sí! –gritó, saltando del sillón para toman en sus brazos a su amiga, dando vueltas y besando sus mejillas mientas agradecía.

–¿No crees que exageras? –rió– Solo es un favor –respondió con una sonrisa.

–Es algo que quería hacer desde que tengo cuerpo humano –respondió, señalándose.

–¿Tanto así?

–Antes de ser demonio me gustaba bailar –inventó, claro que no lo dejo ver.

–Ajá, y yo era hombre –se burló.

–¡¿Tenías pene?! –gritó– sorprendido– De hecho, creo haber visto a un chico con tu misma marca de nacimiento hace unos cuarenta años atrás, claro, no recuerdo porqué, pero lo vi –dice al azar, un comentario al aire.

–Quien sabe –se encogió de hombros– Bueno, ahora tengo hambre ¿Trajiste comida?

–Allá –apuntó la encimera.

–Bien, supongo que trajiste ramen –rebuscó en las bolas.

–Sí, traje de diez sabores –comentó.

–Genial –sacó dos potes de ramen– Ah, Jisung –le llamó– ¿Crees que puedas ayudar con el cuerpo? –preguntó.

–¿Cuerpo? –cuestiona, deshaciéndose de sus ropas.

–Sí, tipo... Bajar de peso o quitar mi grasa –los abrió mientras calentaba agua en un hervidor.

–¿Grasa? –preguntó, viendo a la chica de todos los ángulos posibles, no le veía grasa en ninguna parte.

–Sí, tengo mucha grasa y eso se ve mal en mis videos –esperó a que el agua hirviera.

–YoonHa, usted tiene un hermoso cuerpo ¿De qué grasa me hablas?

–Esta –apretó un poco de su estómago, sacando un poco, casi nada, de grasa. Para Jisung, eso era piel.

–No veo la grasa, pero si te hace feliz el hecho de verte más delgada, te ayudaré –contestó finalmente– Aunque con límites –señaló.

–Gracias –sonrió.

Al cabo de unos minutos,ambos estaban sentados en el sofá del departamento mientras comían ramen yveían una película.




A dos cartas |Park JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora