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CAPÍTULO 32 |Entregados y poco después interrumpidos

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CAPÍTULO 32 |Entregados y poco después interrumpidos.

17 de octubre.


Cristian había desaparecido un día, literal, no me había escrito y yo no quise ser la primera, pues orgullosa.

Después de habernos dejado a mis papás y a mí en el departamento nos despedimos con un beso algo dulce, claramente por la presencia de mis viejos. Luego que se fue, papá me dejó en claro, Cristian había pasado la prueba ya lo aceptaba según el “a pesar de ser bostero”. Por parte de mamá, no paro en una media de hora de decirme que le gustó y le gustaba la forma en que ¿el me miraba? No sabía bien a qué se refería, pero si mamá creía con eso que nuestra relación era cien por ciento real y no de relación pública, Cristian Pavón se merecía un premio.

El fue el que se mostró más relajado en medio de la cena y yo solo observaba y me dejaba llevar por él, lo manejo bien y creo que no estaba nervioso, no como yo, que estaba aterrada... O tal vez él si estaba nervioso pero lo disimulo muy bien, de cualquier forma, ya era historia. Mis viejos se fueron está mañana y me dejaron en saber que querían volver lo más pronto posible a otra visita, le dije que por mí no había problema y que me hablarán cuando quería y le mandaría los pasajes.

Mi día se basó en tranquilidad, Victoria y Ámbar vinieron a almorzar conmigo que de paso le quedaba para irse a la facultad y le conté lo último acontecido, pidieron detalles de cada cosa que el mediodía se hizo largo... A esos de las dos de la tarde, nuevamente estaba sola y me tomé una ducha de una media hora para poder dormir la siesta tranquila después, que es lo que hice.


Miro mi celular pérdida cuando escucho que tocaban timbre y golpeaban mi puerta a lo lejos, al abrir mis ojos la luz del día no entraba por mí habitación, así que me asusto porque no sabía ni que día era. Todavía pérdida, me siento en la cama y alcanzó mi celular para ver qué eran las 19:45.

Los golpes pararon, pero se escucha nuevamente el timbre del departamento, recuerdo y me levanto. Camino hacía la puerta principal, pero me freno a la mitad viendo que tenía un mensaje de Cristian que iba a venir a mi departamento así que sé que era él. Era él que tocaba y golpeaba mi puerta como un desquiciado, ¿Quién se creía para desaparecer un día después de decirme te quiero y volver como si nada? Dios, Emma seguro te dijo te quiero por compromiso y por tus papás presentes.

Así, igual con las voces en mi cabeza no me apresuró y voy al baño primero a lavarme los dientes, me tomo el tiempo de mirar mi cara en el espejo y notar como tenía una raya de seguramente la frazada, soplo sobre mis labios y abro el compacto del espejo para sacar una gomita y atarme el pelo en una cola alta o eso, aunque con mi flequillo no podía hacer mucho, igualmente lo intento arreglar. Vuelvo a caminar a la puerta y cuando estoy sacando el seguro, los golpes en la puerta vuelven y saca lo peor de mí.

—¡Ya, Pavón! —grito y abro la puerta para mirarlo mal—. ¿¡Por qué tocas así!? Tengo vecinos, Cristian.

Estoy molesta y él al parecer también porque tiene el ceño fruncido, demasiado serio para Pavón.

Angel | Cristian Pavón [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora