26.

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Me desperté con algunas lagunas mentales de lo que había pasado anoche y el cuerpo completamente desnudo de Mafer a mi lado.

Visualice donde había quedado mi ropa para así levantarme lo más silencioso posible, me vestí pero justo cuando iba saliendo escuché su voz.

-¿No te piensas despedir?-Dijo con una sonrisa de medio lado.

La cual no me causaba absolutamente nada.

No era nada a comparación de la de Andrea, la de ella me volvía loco.

Maldición, Andrea.

-Lo siento, no quería despertarte.-

-¿Por qué te vas tan temprano?-Dijo mirando su móvil.

Hay que ver que yo la cago más que el mismisimo maburro.

-Tengo cosas que hacer, nos vemos después.-Dije y salí de inmediato.

Subí al auto y empecé a conducir en dirección a mi departamento, tenía que darme una ducha antes de ir a ver a Andrea.

Andrea, Andrea, no podía dejar de pensar en ella.

¿Por qué hice lo de anoche? Me va a caer a coñazos cuando se entere.

O simplemente me va a insultar al estilo Venezolano, lo bueno es que ya podría entenderle.

Apenas llegué a mi edificio, saludé al vigilante.

—Joven...—Lo interrumpí.

—Tengo un poco de prisa, a lo que baje hablamos.—Dije con una sonrisa.

Subí al ascensor, marqué mi piso y esperé.

Tenia miles de preguntas en mi cabeza y si, me sentía muy culpable.

Andrea acaba de salir del hospital y yo tirandome a alguien que detesta.

Al llegar a la puerta de mi departamento la abrí y entré, lo primero que hice fue acostarme en el mueble al ver el techo.

Necesitaba pensar en cómo se lo diría a Andrea.

Mi mente me estaba volviendo loco.

Escuche un ruido proveniente de la cocina y me levanté en completo silencio, agarré un bate que tenía al lado del mueble y empecé a caminar.

Respiré profundo al ver de quien se trataba y ésta giró de inmediato.

Coñoelamadre me asustaste ¿por qué tienes una bate?—Dijo aquella chica apunto de estallar de la risa.

—Escuché un ruido y...—Me interrumpió su risa, su perfecta risa.

—Lo siento, es que el vigi me dijo que podía pasar y esperarte aquí, llevo como treinta minutos esperandote y me dio hambre.—Dijo mostrando su sándwich.

—No importa Andy ¿y a qué venías?—Pregunté sonriendo.

—Quiero hablar.—Dijo con una sonrisa.

—Perfecto, tomaré un baño estoy algo sudado ¿me esperas?—Mentí y ella asintió.

Rápidamente fui a mi habitación y me di el baño.

¿Le digo de una vez lo que pasó o espero?

¿De qué querrá hablar?

¿Volvió con Diego?

¿Recordó algo?

Sacudí mi cabeza repitiendome que debo dejar de pensar tanto.

—Volví Andy.—Dije entrando de nuevo a la sala.—¿Que quieres hablar?—Dije sentandome junto a ella.

MI VENEZOLANA || Hero Fiennes-Tiffin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora