Abrí los ojos poco a poco fastidiada con la cantidad de luz que entraba a la habitación, maldito maduro. Siempre termino en un hospital por cualquier webonada, la sal con la que uno vive diariamente es una vaina demasiado seria, intenté levantarme pero me dolía el cuerpo como si me hubieran agarrado a palazos, es que ni me sentía así cuando mi mamá me daba por chanclazos por raspar.
Alguien estaba apretando mi mano así que miré y era Hero, no pude evitar sonreír, se veía demasiado adorable durmiendo en el sofá mientras sujetaba mi mano, lo apreté a ver si lograba despertarlo pero parecía haber caído fundido como una piedra. ¿Que mierda pasó ayer? Lo último que recuerdo fue que estaba acercandome a él para ayudarlo y la que terminó en un hospital fui yo, que chévere.
—Hero.—Intenté hablar fuerte pero mi garganta estaba súper reseca, volví a apretar su mano y él se levantó de golpe mirándome con los ojos abiertos de par en par.
—¡Estás bien!—Gritó emocionado.—Gracias al cielo que estás bien.—Se acercó más a mí y acarició mi mejilla.—No tienes idea de cuanto te extrañé, pequeña.—Sonrió nostalgicamente.
Le hice un gesto señalando el agua porque sino no iba a poder si ni quiera habĺar, él entendió y sirvió un vaso de agua para después pasármelo.
—Gracias.—Le sonreí y él se acercó a besar mi frente.—¿Tú estás bien?—
—Si, sólo fue el golpe nada de que preocuparse.—
—¿Que pasó con Josephine y Leonardo?— Pregunté.
—Josephine está en la cárcel y ni el mejor abogado podrá sacarla de allí en un buen tiempo. Leonardo estará aquí hasta que esté mejor pero tranquila, hay policías vigilando que no salga de su habitación.—Me sonrió.
—Él no fue tan horrible conmigo mientras estuve ahí, si no fuera por él mi estado seria pésimo, estoy segura de eso.—
—Pero no quita el hecho de que haya ayudado a Josephine.—
—Lo sé, sólo quisiera agradecerle por eso.—Frunció el ceño.—Él esta aquí porque el coñazo que recibió era para mí.—
—Si de verdad quieres hacerlo yo te acompañaré, no te volveré a dejar sola.—Tomó mi mano y la besó.
—¿Cómo supiste donde estaba?—Pregunté.
—Mafer me contó que Jo estaba detrás de todo esto.—Me revolví un poco incómoda al escuchar su nombre.—No le quise creer pero cuando le conté a Daniela hicimos el plan de chancearle y seguirla a ver si así daba contigo.—Sonrió.—Era la única pista que había tenido y me negaba a perder la esperanza.—
—Entonces sí estuviste buscándome.—Le sonreí.
—No dejé de hacerlo ni un minuto, no podía imaginar mi vida sin ti en ella. Sé que todo es muy reciente, sé que la cagué en un nivel que sólo un chavista podría hacerlo.—Me reí ante su comentario.—Pero te amo con toda mi jodida vida, eres lo más valioso que tengo pequeña, sólo ten eso presente, iré a avisar que despertaste.—Me sonrió y sin esperar respuesta salió de la habitación.
El primero en entrar fue el doctor a revisar que estuviera bien pero me dijo que debía revisar los resultados de mis exámenes además de no sé que otras vainas para después volver decirme el por qué me había desmayado pero me dijo que mientras podían pasar los demás que según él había una muchacha amenazando en español porque no la dejaban pasar, Daniela donde se pare, marginal se nace no se hace.
No pude evitar sonreír y sentí lágrimas de felicidad bajar por mis mejillas cuando vi a mis padres entrando con unos globos y peluches, Mike estaba en su silla de ruedas con los ojos llorosos pero en su rostro se le notaba una felicidad genuina, además se veía muchísimo mejor de lo que recuerdo.
Paola tenía el mismo rostro de felicidad y ella sí no espero ni medio segundo para salir corriendo a abrazarme y llenarme la cara de besos.
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MI VENEZOLANA || Hero Fiennes-Tiffin.
FanfictionMi nombre es Andrea Valentina Medina, tengo 20 añitos, metro y medio me dicen, ciudadana Venezolana, pa' ser más exacta del estado Táchira, el cual se ubica al oeste del país en la región de los Andes. Gocha con orgullo chamas. Intento fallido de ac...