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Cuando llegue toqué la puerta y Daniela abrió con el ceño fruncido, parecía no haber dormido en días, su aspecto estaba totalmente descuidado incluso seguía en pijama pero la entiendo perfectamente, si está situación es difícil para mí no quiero imaginar que estará sintiendo ella, Andrea es prácticamente su hermana. Ella intentó fingir una sonrisa y se hizo a un lado para así dejarme pasar.

-¿Cómo estás?-Pregunté y ella levantó una ceja.-Pregunta estúpida, lo siento.-

Ambos empezamos a caminar hacía el patio, realmente me sorprendió lo que vi ahí. Paulina y Edward hablaban con unos señores de al parecer casi cuarenta años que estaban completamente vestidos de negro. Paola estaba junto a Mike y Valentina enseñándoles una libro o un álbum de fotos, algo así, esto sí no me lo esperaba. No había vuelto a venir porque no tenía la valentía suficiente para repetirles todos los días que aún no tenía ni la mínima pista de Andy, nadie se percato de mi presencia.

-Ayer vinieron, todo fue bastante intenso, por un momento pensé que lloverían coñazos pero todos parecían magdalenas, me incluyo.-Se rió falsamente.-No han dejado de hablar de Andy y de buscar mil formas para encontrarla.-

Ahora no sabía si decirles ¿y si es sólo un juego de María Fernanda y lo que hago es ilusionarlos para nada?

Iba a dar media vuelta cuando al parecer alguien me notó.

-Hero.-Escuché en casi un susurró de inmediato le dediqué una cálida sonrisa a la dueña de aquella voz. Ella se levantó para acercarse a mí y darme un fuerte abrazo, podía sentir sus lagrimas mojando mi camisa pero era lo que menos me importaba.-Gracias por todo.-Dijo.

-Por más que he intentado no he conseguido nada, lo siento muchísimo.-Ella se alejo un poco para verme a los ojos con una sonrisa mientras agarraba mis manos

-Sé que tú estuviste buscando a Mike desde que Andrea te contó todo, gracias.-Dijo mientras acariciaba mi mejilla.

-Lo hice con todo el gusto del mundo, haría lo imposible por ver feliz a Andrea.-Le sonreí

.-Ven, acompáñanos.-Me sujeto del brazo para acercarnos a Mike y Valentina, los saludé y me acerqué a ver el álbum, eran fotos de Andrea de bebé y se veía increíblemente adorable.

Luego de unos cuantos minutos hablando resultó que los señores de traje eran detectives que estaban buscando a Andrea y ni siquiera ellos habían logrado encontrar algo. Busque con mi vista a Daniela, ella estaba en una mesa un poco alejada de nosotros, así que me disculpe y caminé hacía ella.

-Tengo que hablar contigo.-Ella me miro irónicamente.-En privado.-Agregué y ella tomó mi mano. Entramos al cuarto de Andy y no pude evitar soltar una sonrisa nostálgica al ver todas sus cosas, necesito tenerla aquí conmigo.

-Habla pues.-Dijo cruzándose de brazos.

-No puedes decirle a nadie, menos a Mike y Paola.-Frunció el ceño y levantó una mano, por reflejo me cubrí la cabeza pero ella sólo se acomodó el cabello en una cola de cabello.

Ella giró los ojos.

-Ni que yo me la viviera pegándote, aunque si no hablas de una vez te voy a caer a lepes, tenlo por seguro.-

Le conté todo exactamente tal cual me lo contó María Fernanda, bueno, tal vez con unas cincuenta interrupciones donde maldecía a maduro y todo. Ah, también intento irse para caerle a coñazos a Josephine así que tuve que encerrarla en el baño del cuarto. Las venezolanas llevan el instinto asesino y la locura en su sangre, eso sí es seguro.

-Hero nosequemierdatunombreraro Fiennes-Tiffin, más te vale que me dejes salir de aquí sino el que va a recibir una parranda de coñazo serás tú.-Gritó mientras le daba coñazos a la puerta. Si, coñazos.

MI VENEZOLANA || Hero Fiennes-Tiffin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora