Epílogo.

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||Por favor lean la nota del final, habrá una pregunta muy importante||

Respiré profundamente.

—Estoy embarazada.—Solté el aire que tenía acumulado.—Estoy... embarazada.—Volví a tomar aire mientras caminaba de un lado a otro.—Estoy embarazada.—Repetí.

—Definitivamente me estas preocupando.—Dijo Daniela entrando a mi habitación.

—¡No sé cómo decírselo, siento que la voy a cagar en cualquier momento!—Me senté con frustración sobre mi cama.

—¿Y hablando con el espejo te ayuda?—Preguntó.

Negué con la cabeza.

—Todo va a estar bien.—Dijo pasando su brazo por mi hombro acercandome a ella.—¿Estas lista?—

Me levanté para darme un último vistazo y asentí. Me había puesto un vestido color crema que llegaba unos dedos más arriba de las rodillas junto unos tacones de color negro. Mi maquillaje era bastante liviano y arreglé mi cabello con unas ondas.

Daniela se fue con la cajas al restaurante porque ella las dejaría allá para que las guardaran. Mientras tanto me quedé en la sala hablando con mi mamá, según dijo estaba de muy amiga de mi papá que era bonito volver a hablar después de todo el tiempo que había pasado y se sintió bien haber recibido una explicación.

No mucho tiempo después sonó el pito del carro de Hero, así que con los nervios de punta me despedí de mi mamá mientras me acercaba a la salida hasta que su voz me interrumpió.

—Manten la calma cariño, seguro se pondrá increíblemente feliz.—Dijo haciéndome fruncir un poco el ceño.—Soy tu madre ¿crees que no me daría cuenta de que estás embarazada?—

Suspiré con alivio, detestaba ocultarle cosas a mi mamá, nunca tuve que la necesidad de hacerlo, nuestra confianza era increíble. Era obvio que no se lo iba a ocultar por mucho tiempo, sólo hasta que Hero supiera.

De inmediato me acerqué a ella casi corriendo y no pude evitar abrazarla, unas cuantas lágrimas bajaron por su rostro y yo traté con toda mi fuerza de voluntad no llorar para no arruinar el maquillaje.

—Te amo.—Le susurré.

—Yo también te amo pero no hagas esperar más a Hero, chao chao.—Dijo mientra me empujaba a la puerta.

Entonces lo vi.

Estaba arrecostado a la puerta del copiloto con una sonrisa en su rostro, se veía extremadamente precioso con un traje de vestir completamente negro. Es de las pocas veces que lo he visto elegante pero no puedo negar que se ve increíblemente sexy.

—Hola.—Le sonreí una vez estuve frente a él.

—Te ves jodidamente preciosa.—Dijo pasando su mano por mi cintura acercandome a él para después darme un casto beso.

—Tú no te quedas atrás.—Le guiñé un ojo y él rió.

Se alejó y abrió la puerta para mí, él rodeó el carro y se subió.

—Entonces ¿a dónde vamos?—Preguntó mientras prendía el carro.

—¿Recuerdas el restaurante donde me pediste que fuera tu novia?—

Él de inmediato sonrió y asintió.

Sin más que decir nos fuimos, el camino fue completo silencio lo único que se escuchaba era mi acelerada respiración, espero no se de cuenta de lo nerviosa que estoy porque soy capaz de cagar toda mierda y no terminar diciéndole nada.

MI VENEZOLANA || Hero Fiennes-Tiffin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora