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Luego de aquel incidente en la fiesta de Sana, ChangBin no volvió a ver a HyunJin. Él había dejado de asistir a la academia de baile y nadie sabía de su paradero. Sin embargo, Seo no perdía la esperanza de verlo otra vez; apreciar su sonrisa, admirar aquellos ojos negros y su característico lunar que lo hacían tan atractivo. Bin era consciente de lo deplorable que se encontraba el azabache ese día en el que desahogo sus pesares sincerándose frente a él.

ChangBin no quería que el azabache se sumerja en su melancolía, quería escucharlo reír como solía hacerlo, quería contemplar aquella pasión con la que bailaba. Pero pareciera como si la tierra se lo hubiese tragado.  

Escucho a una de las compañeras de Sana comentar que HyunJin la estaba pasando mal, primero porque había desaprobado algunas materias, al parecer también tenía algunos conflictos en casa y por último sobre su  tóxica relación.

— Pobre, espero que no haga alguna locura— WooYoung rodeo los hombros del menor intentando reconfortarlo.

—¿Qué insinúas?— El peli negro volteo a verle con el ceño fruncido. No quería pensar lo peor.

El mayor sólo apretó sus labios y desvió su mirada a cualquier otro lado. 

— Deberías de escribirle, bebé ¿No crees?

— Pero, ¿Qué posibilidades tengo que él responda mis mensajes?—

— ¿En serio, Binnie? Sólo hazlo, no tienes porqué pensártelo mucho— Encogiéndose de hombros, el mayor se levantó de su asiento con la intención de retirarse, pero antes de hacerlo dirigió su mirada sobre el peli negro— Es mejor arriesgar a quedarse de brazos cruzados. Sí tan preocupado estas, entonces escríbele, tal vez necesite que alguien le escuche.


[...]


"...necesitaba que alguien me escuchara, necesito que alguien me diga que todo estará bien, necesito a alguien que ría y llore conmigo".

Aquellas palabras de nuevo pasaron por la mente de ChangBin, quien encogiéndose en un ovillo sobre su cama se debatía si escribirle o no al azabache.

Algo que al mismo ChangBin le molestaba, era lo cobarde y miedoso que podía llegar a ser, él se sentía tan lamentable al perder varias oportunidades por su estúpido temor, no sólo relacionado en el ámbito amoroso si no también en el tema de sus estudios. Sus padres evidentemente estaban más que molestos por la actitud del menor, no tenía remedio alguno. Alguna vez tuvieron una plática familiar -nada grato para el peli negro- todas, absolutamente todas, siempre terminaban en una disputa. Su padre estaba encaprichado con la idea de ver a sus hijos siendo unos grandes empresarios, que su futuro era la de estar en una oficina dirigiendo una gran industria. Y en eso no coincidían con el menor de los hermanos, a él siempre le fascino rapear, componer, bailar y todo lo relacionado con lo artístico. Cada que regresaba de clases se encerraba en su habitación y esta se convertía en un salón de karaoke, ponía la música a todo volumen sin importarle nada ni nadie, después de todo sus casa permanecía vacía ya que sus padres siempre se la pasaban en su trabajo, y sus hermanos. Bueno, sus hermanos fuera del país.

Cuando ChangBin intentó conversar de nuevo con su padre sobre su futuro como artista este se lo negó rotundamente. Consiguiendo sólo enfadarlo al punto de echarlo de su oficina.
Era su hijo, pero su decisión de ser un artista le parecía algo ridículo e inaceptable, al menos dentro de su familia no lo permitiría.

Es así como Bin terminó estudiando el capricho de su padre porque tenía entendido que mientras este bajo su tutela tendría que hacer lo que se le ordenará sin oposición alguna.

Suspiro afligido ocultando su rostro en su almohada. Se sentía derrotado, él era del tipo que se desmoralizaba solo, renunciando a todo lo que anhelaba.

"Sí, es mejor dejarlo ir, después de todo es lo mejor que sabes hacer, Bin". Pensó.


[...]



Al día siguiente, cuando ChangBin entró al salón de baile, lo volvió a ver, pero este a él no. 

Ya no era Sana. Era una chica de cabello negro y largo, delgada, con un rostro pequeño, ojos rasgados de color café, labios delgados y finos, rosados al igual que sus mejillas las que contrastaba con su piel blanquecina y tersa. Era hermosa.

Al parecer ella era la nueva razón de las sonrisas de Hwang. El azabache reía con cada comentario suyo y ella de igual manera. Ambos parecían estar en su propia burbuja sin darle importancia a los demás.

ChangBin esperaba al menos cruzar algunas palabras mientras ensayaban, pero eso nunca sucedió. 

HyunJin ahora era distante con él.


𝘾𝙧𝙪𝙨𝙝 𝘾𝙪𝙡𝙩𝙪𝙧𝙚 ➻ [Scв ; Hнj]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora