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Las horas pasaban y la casa desmesuraba de adolescentes bailando, saltando y gritando. La música inundaba todo el lugar, las luces de colores iluminaban la sala y las bebidas junto a los bocadillos adornaban la mesa que estaba al fondo del amplio salón.

ChangBin sostenía en su mano un vaso de refresco combinado con alguna bebida alcohólica del que no tenía conocimiento, pero como el sabor dulce predominaba más en la bebida no le dio mucha importancia. Su mirada buscaba al azabache quien hasta el momento no se aparecía.

Hoshi acompañaba a Seo con alguna plática, pero cuando vio a JiHoon acercarse a la mesa de bocadillos el peli rojo no dudo en levantarse e ir tras el bajito. ChangBin sonreía al ver a Hoshi actuar torpemente en frente del chico de cabello gris. Le deseaba suerte, esperaba a que el bajito le correspondiera, porque hacían linda pareja.

Cuando Bin terminó su bebida, no tuvo de otra que ir por más obligándose a atravesar toda la muchedumbre que había en el salón y rezando por llegar con vida hacia la mesa de bocadillos. Logrando su cometido cogió otro vaso y empezó a beber. Quizá dejar a ChangBin solo en aquella fiesta era una mala idea, porque con el paso que iba de seguro terminaría con una fuerte resaca al día siguiente.

— Si sigues bebiendo de esa manera caerás ebrio antes de la media noche — HyunJin le arrebato el vaso que tenía en manos colocándolo sobre la mesa.

— Oh, Creí que no vendrías — dijo Seo llevándose una papita a su boca.

— Quería verte — El azabache se acercó a Bin y mordió la papita que tenía en manos. Provocando que este se ruborizara.

— Y-yo ... debo ir a los servicios.

A pasos apresurados y abriéndose camino entre la multitud logró escapar de Hwang, porque no podía. Simplemente no podía estar tan cerca del azabache y este no hacía más que provocarle.

Sí, sabía que si seguía bebiendo como lo estaba haciendo probablemente caería inconsciente y exponiéndose a hacer alguna locura o ridiculez. Para su suerte HyunJin lo detuvo antes que eso sucediera. Pero, ahora era él quién sustituía el alcohol, y no sabía cuál era peor. Porque mientras uno mermaba la consciencia de su víctima exhibiéndolo a algún evento embarazoso, el otro simplemente ponía su mundo de cabeza, nublaba su mente y aceleraba sus palpitaciones. Y controlar aquello era complicado.

ChangBin empapó su rostro con agua, y parecía que el ardor en sus mejillas se reducía. Plantó de nuevo su mirada en el espejo, viendo su reflejo. Tenía que aceptarlo. Estaba loco por Hwang. Tomó la toalla que había en el baño y secó su rostro para salir de ahí.

Bajó las escaleras y buscó a HyunJin creyendo que se encontraría en donde lo había dejado minutos atrás. Empero, cuando regresó su mirada hacia la sala, lo vio a él bailando junto a Sana. La fémina como de costumbre vistiendo sus vestidos escotados, esta vez llevaba uno color rojo, combinaba perfectamente con la camisa de Hwang. Claro, esos dos se traían algo.

Seo endureció su mandíbula, molesto. Y caminó directo hacia la mesa sin importarle las personas a las que empujaba para abrirse paso. Cogió un vaso lleno de alcohol y se lo tomó de un solo trago.

— Oh, en mi vida había visto a alguien tomar de esa manera — comentó con sorna uno de los chicos que estaban apoyados en la mesa.

— Cállate — bufó, tomando otro vaso y acabando con esta al igual que la primera.

— Ese era mi vaso por si no lo sabías. — increpó el muchacho.

— Hay más bebidas adentro, piérdete.

𝘾𝙧𝙪𝙨𝙝 𝘾𝙪𝙡𝙩𝙪𝙧𝙚 ➻ [Scв ; Hнj]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora