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Freddy sonreía de oreja a oreja. En su largos 16 años de vida, era la primera vez que salía de Philadelphia, o al menos con toda su familia.

Miraba por la ventana de la camioneta Kilómetros y kilómetros de carretera entre espesa vegetación de distintos tonos verdes, también veía a uno que otro animalito deambulando por ahí. Llevaba consigo una libreta en donde anotó todo lo que podían investigar en Derry, según todos sus hermanos (Excepto Billy) y Rosa, ese era un lugar muy aburrido, ¿Quien mierda quería ir a un pueblo como Derry? Pero para Billy y Freddy cambiaba mucho la perspectiva, amaban investigar cosas nuevas y esa pequeña ciudad era totalmente nuevo para ellos; Víctor le dijo que era un lugar muy viejo, y que las leyendas sobre desapariciones les darían un contenido basto para su ensayo de verano y para cubrir su alborotada imaginación.

— Lo primero que haremos será ir a la biblioteca —Pronunció el de rizos hacia su hermanastro.

— Me gustaría dar un paseo primero —Aconsejó Billy.

— Lo primero que harán será vaciar sus maletas, todos. Ya los cuartos están asignados, Mary con Darla, Eugene con Pedro y Billy con Freddy. Pueden salir a donde quieran Siempre y cuando nos avisen y estén en el hotel antes del punto de queda —Víctor repasaba las reglas por quinta vez en el camino.

— ¿Qué es el toque de queda? —Cuestionaba por quinta vez la menor del grupo, Darla.

— Es una hora exacta en donde tienes que estar en casa y ya no salir. En Derry ocurre más o menos a las 7 de la noche —Le contestó Rosa.

— Pero, nosotros si podemos estar hasta después, sólo tenemos que decir la palabra mágica —Reprochó la niña.

— Darla, aquí no podemos convertirnos —Dijo Billy.

— ¿Por qué?

— Porque, ¿Que hace un grupo de magníficos superhéroes en un pueblo como Derry? No queremos causarles inconvenientes, ¿O sí? —Darla negó lentamente algo decepcionada— Entonces hay que obedecer a Víctor y a Rosa —Terminó por hablar el ojiverde, envolviendo a Darla entre uno de sus brazos. Ella aceptó el afecto y cerró los ojos con la esperanza de dormir.

Darla se quedó dormida en los brazos de su hermanastro y Billy recargado en la cabeza de ella. Freddy no aguanto y les tomó una fotografía que posteriormente revelaría en uno de los cuartos rojos de su escuela. Le daba ternura verlos así, se ponía a pensar que sólo habían pasado dos años desde que Billy llegó a sus vidas, y todo había cambiado, ellos habían cambiado.

Billy ahora era más alto, al igual que se veía un poco más fornido y sus tiernos rasgos de niño ahora ya cambiaban a el rostro de, lo que en un futuro sería, un apuesto hombre. Freddy también creció un poco, más emocionalmente que física, básicamente lo único que creció en él fue su cabello. Claro, también uno o dos centímetros de altura, pero el resto era casi igual a hace dos años.
Sus hermanos igual habían cambiado, no mucho, pues mientras unos seguían siendo niños, los otros ya habían pasado por esa transformación tan drástica.

El Freeman regresó a la tierra, cuando a unos metros vió un letrero que decía "Bienvenido a Derry"

Este viaje sería único.

🎈;⚡

— ¡Richie cállate! —Gritó un pequeño pecoso al escuchar el chiste que su amigo había soltado. Dieciséis años tenía su amigo y aún no superaba los chistes sobre su madre.

— E-Eddie, sabes que e-eso no funciona —Se unió a la conversación un ojiazul que caminaba al lado de su inseparable y enorme bicicleta color plateado oxidado.

— Lo único que logrará callar a ese bocazas en un pedazo de cinta en la boca —Su amigo de rizos rubios también se incluía apoyando el punto del ojiazul, Bill.

— O un beso de la señora K —Continuaba de lengua suelta el pelinegro llamado Richie.

— Lo único que tendrás si sigues así será un beso de mi culo —Reprochó nuevamente Eddie.

— Mm...Vale, lo tomó —Dijo Richie antes de tomar por las caderas al menor, darle la vuelta para tener su espalda frente a él y posteriormente agacharse a la altura del trasero ajeno.

— ¡Richie! —Gritó Eddie notoriamente sonrojado, no se hicieron de esperar las carcajadas del resto.

Verlos ahora a como eran hace tres años, era como ver a otras personas completamente diferentes. Richie pasó de ser el nerd bocazas a un chico alto y apuesto (aún bocazas y nerd, pero ya no se le notaba) , sus lentes eran más delgados, lo que le daba un aire de rudeza y su cabello largo alborotado peinado en una media coleta mal hecha le hacía ver rebelde; la pubertad le pegó muy fuerte, y su cambio era algo irresistible para cualquier chica. Eddie, no había crecido mucho pero su rostro se había vuelto más definido, seguía viéndose delicado y tierno, pero ya tenía rasgos más concretos; su cuerpo igual era más como el de un adolescente, más delgado y estético, claro sin perder ese toque angelical. Stan bajó de peso y aún conservaba su cabello pulcramente acomodado en rizos; tal vez fue el único que cambió su personalidad, ya no era tan estricto con si mismo, por fin se divertía y se dejaba llevar, esto lo hacía ver más confiado, más vivo o eso aparentaba. También estaba Bill, era casi de la estatura de Richie e igual que el pelinegro, se dejó crecer un poco el cabello; su cuerpo no era tan delgado como hace unos años, su espalda se había ensanchado (No mucho, pero sí lo suficiente para que se viera un cambio) y las cejas se le veían más pobladas.

— Oigan, ¿Soy yo o esa camioneta es nueva? —La voz de Stan se hizo presente, seguido de las curiosas miradas de los otros tres perdedores.

— No, no es nueva, tal vez es de hace cinco años —Contestó Richie. Stan lo miró con fastidio— Si te refieres a nueva en Derry, sí, creo que sí —Se corrigió.

— Son c-chicos nuevos, ¿C-Creen que se mu-muden o únicamente son turistas? Aunque, ¿Quién mi-mierda quiere ser un turista en D-Derry? —Se cuestionaba en voz alta el tartaja. Ni siquiera tartamudeaba tanto como antes, pero aún se le dificultaba hablar bien.

— Chicos, eso no importa, tenemos que ir por Beverly, Ben y Mike.

Stan decía presionando con una voz algo preocupada, como si supiera que esos chicos solamente les causarían problemas a los perdedores. Todos asintieron a su orden, cada uno tomó su bicicleta, excepto el Uris, a su vehículo se le había roto un pedal por lo que estaba básicamente inservible. Se subió a la rejilla trasera de Silver¹ y los cuatro se dirigieron a los barrens.

¹ En el libro, Bill nombra a su bicicleta Silver.

Denle amor a esta cosa ;W;  compartan con su amigos y así (?)

Besos 🍑

Derry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora