— ¡Richie! —Dijo emocionado el asmático al ver salir por la puerta del hospital a su pelinegro.
— Hola, Eds —Saludó de igual manera el Tozier acompañado de una boba sonrisa en su rostro.
El asmático se lanzó a los brazos de Richie, dándole un gran abrazo. De fondo, estaba Stan con una mueca triste y con las mejillas rojas, como si hubiera llorado. El Tozier tenía el hombro de su camisa húmedo, pero nadie lo notó.
Los perdedores estaban juntos otra vez. Parecía que ya se estaban dirigiendo por el camino bueno con destino a eso. Richie ya estaba completamente bien, únicamente tenía que ir en un mes para que le retiraran los puntos; los padres de Stan ya estaban en los cuartos del hospital hospedados; todos ya habían confesado sus sentimientos. Estaban más fuertes que nunca, quizá hubiera uno que otro secreto, pero nada grave.
Era la hora.
— R-Richie. Me a-alegra que e-estés bien —Interrumpió el tartaja, listo para dar la noticia.
— Sí, gracias, Big Bill, pero no estoy para palabras de ánimo. Ya sé que es lo que piensan, el judío me contó todo —"Y otra cosas más que no me corresponde decir" Pensó el miope levantando con el dedo el puente de sus lentes, esbozando una arrogante sonrisa— Vamos a asesinar a ese jodido payaso.
Los nueve chicos tomaron sus respectivos vehículos. Eddie tomó su bicicleta y se ofreció a llevar a Richie en el asiento trasero de la misma, pues el Tozier no tenía la suya cerca y tampoco podría manejarla; a regañadientes aceptó, a él le gustaba llevar al Kaspbrak abrazado a su espalda, pero en vista de la situación no había muchas opciones. Stanley subió a la parte trasera de silver y Bill trepó de esta como conductor. Beverly se dirigió a la bicicleta que compartía con Ben y el Hanscom se subió detrás de la misma, dejando que la Marsh manejará. Billy hizo su rutina con Freddy, ayudó a que este subiera, repartió besos en las mejillas ajenas y dobló la muleta para ponerla en la rejilla de enfrente. Por último, Mike, agradeció de no compartir su vehículo con nadie.
🎈;⚡
Decir que no tenían miedo era mentira. Tal vez tenían más miedo que la vez pasada.
En el patio de la casa, se escuchaba el repiqueteo constante de los matorrales secos chocando ente si, se combinaba con el silbido del viento al pasar por entre las botellas rotas y latas encogidas. Hermoso panorama.
— Bien, hay que entrar —Ordenó Eddie con las piernas temblorosas.
— No, espera. Falta el discurso motivacional de Bill —Interrumpió Richie.
— Cállate, bocazas. Freddy, no vas a entrar —Pronunció Billy decidido. Lo venía siguiendo Freddy en silencio, tenía más miedo que el resto. Al escuchar eso, lo miró con desagrado.
— Voy a entrar y jamás te pregunté, cariño —Reclamó el Freeman.
— Freddy, no lo vas a hacer. Puedes lastimarte o caerte, y te recuerdo que ahí adentro hay algo que quiere asesinarnos, y tú no vas a morir —Respondió el Batson.
— ¿Y me quedaré aquí afuera viendo cómo tú mueres? Estás loco. Pero yo lo estoy más —Freddy, a su paso entró en la casa, desafiando completamente a la personalidad del resto. Puede que fuera el que más tenía miedo, pero también era el más valiente en esos momentos.
Poco a poco cada uno fue entrando mientras aumentaba su respiración. La casa no era muy distinta a lo que recordaban, era siniestra y lúgubre. Todo lo que se podía pedir de la guarida de un monstruo.
Eddie comenzó a repartir los cuchillos, dandole los dos oxidados machetes a cada Bill. Posteriormente cedió un puñal a Richie y unas guadañas a Ben y a Freddy. Para el resto, había cuchillos de muy buen tamaño y para Beverly unas enormemente hermosas tijeras.
Bill Denbrough comenzó a caminar con sigilo en la casa. Las maderas rechinaban y de algunas salía un líquido negro, denotando la edad de la morada.
— Bill, tengo miedo —Susurró Stan cuando se sintió lo suficientemente cerca del ojiazul para admitirlo. El Denbrough le tomó de la mano sin soltar su arma.
— ¿Exactamente qué vamos a hacer? —Preguntó Freddy, inspeccionando la casa y revisando las cosas que encontraba en el piso.
— Ha-Hay que ir al p-poso —Ordenó Bill. Los perdedores palidecieron, excepto los nuevos al no saber a qué se refería.
— Suena hondo, necesitaré apoyo —Dijo el Freeman al grupo.
— Yo te ayudo a bajar —Se ofreció Richie, ganándose una mirada desaprobatoria de el asmático y el superhéroe.
— No, yo me encargo, Richard —Recriminó el Batson, molesto por los celos.
— Tranquilo, tigre. Sólo soy amable, yo ya tengo a alguien —Le respondió el bocazas mientras guiñaba hacia el Kaspbrak.
— ¿Podrían centrarse? —Rogó Mike, algo incómodo. Hace unos minutos le avisó a Kate diciendo que llegaría tarde a la cena con los padres de la rubia. Tal vez no llegue.
Tomaron la misma ruta de hace uno años, utilizando la misma cuerda y el mismo procedimiento. Con la diferencia que Billy tuvo que bajar de otra manera, apoyando sus manos y pies en las estrechas paredes del agujero para poder llevar a su novio.
Ya los nueve en la oscuridad de las alcantarillas encendieron sus linternas. Estaba la misma mierda de hace unos años, toda esos desechos en el negro vacío parecían intactos.
Gracias a la experiencia que ya habían adoptado los perdedores sólo habían desaparecido dos adolescentes, Patrick Hockstetter y un chico de la calle de familias con dinero, ¿Eddie Conan? Algo así.
— Olvidaba toda la porquería que había aquí —Pronunció Beverly, que no soltaba la mano de su pareja.
— Chi-chicos ya comba-batimos una vez a e-eso —Animó Billy cuidando que nadie se quedará atrás, sobre todo Stan— Y-Y somos n-nueve. P-podemos c-contra el p-payaso.
Todos asintieron, pero algo les iba envolviendo mientras ellos no se percataban. Las paredes de la guarida de eso se estaban encogiendo y de algunas ranuras empezaron a crecer ramas, separándolos por recuadros pequeño.
— Joder —Pronunció Billy al ser en primero en darse cuenta— ¿Que carajos pasa? —Decía asustado.
— Seguros que no pueden conmigo, pero, ¿Que tal ustedes? ¿Ustedes pueden contra ustedes? —Reportó una voz malévola y cruel, junto con una risa despreciable al fondo.
De un momento a otro las ramas los cubrían en pequeñas cajas que cada momento se hacían más pequeñas. Pasó tan rápido que lo único que pudieron hacer, fue que Ben tomara el machete para intentar cortar las ramas, cosa que no funcionaba pues cada segundo parecía que el árbol se endurecía más.
— ¡Beverly! —Gritó Ben asustado por su novia. Las ramas pararon cuando no había escapatoria.
— Veamos cuánto tiempo duran contando sus secretos hasta que mueran —Retó la misma voz de antes.
Tenían que sacar todos sus obscuros pensamientos; esas cosas que ni su mascota sabía; los secretos que te hacían ser una basura de persona; todos los secretos que te hacían ser un perdedor.
El Uris sintió más miedo.
Holaaaaa. ¿Cómo se encuentran? Yo bien, tal vez algo enferma, pero bien.
¿Que secretos creen que tenga cada perdedor? ¿Que tantas cosas se ocultan entre si?
Besos 💕

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Derry.
Fiksi PenggemarBilly y Freddy van a unas cortas vacaciones de verano a un pueblo lejano llamado Derry. ✨]]; Crossover! It and Shazam.