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— ¡Víctor! Ya terminamos —Gritó el ojiverde saliendo de la habitación que compartía con su hermanastro.

— Yo cumplo mi palabra. Salgan a divertirse, olviden que existimos, sin embargo, los quiero aquí a más tardar a las 6:30. Tú bicicleta está en la parte trasera del auto. Suerte —El hombre dijo lo último mientras les entregaba dos dólares para ambos.

Billy regresó a ayudar a Freddy ignorando su incomodidad. Desde que entraron al pueblo el Batson se sentía raro, vacío, como si algo arrebatará su energía, su poder. Supuso que era algo mental, nadie le podía quitar el puesto de campeón a menos que él lo permitiera.

— ¡Freddy Batson! —Dijo emocionado el mayor.

— Deja de decirme así, ya dijimos que sería "Billy Freeman" —Interrumpió el pelinegro.

— Eso ni siquiera suena lindo, pero, como sea. Aún no pasan de las dos de la tarde, tengo dos dólares y escuché de un lugar al que le dicen "Los Barrens" ¡No hay tiempo que perder, Jr! ¡Aprésurate! —El ojiverde cargó como si se tratará de costal de papas al minusválido y caminó hacia fuera del edificio.

Ya en el aparcamiento donde se encontraba la camioneta, lo bajó con mucho cuidado y Billy fue por su bicicleta. Ayudó a Freddy a subirse a la rejilla en la parte trasera, acomodó la muleta (retráctil) en el canasto del transporte y pedaleo con fuerza hacia el lugar especificado mientras sentía las mano del Freeman abrazar su cintura.

— Oye, ¿Qué no se supone que ahí hay agua de mierda a montones? —Preguntó Freddy.

— No, esas son la cloacas. Está cerca, pero es un lugar con mucha vegetación y más como un pequeño río —Hizo una pausa— Con agua de mierda en pocas raciones —Susurró—

— ¡Te escuché! —Billy rió bajo y siguiendo las instrucciones de su hermanastro llegó al lugar.

🎈;⚡

Ya los siete se encontraban en en terreno jugando mientras reían. Ben, quien ya había estirado unos cuantos centímetros y adelgazado otros tantos kilos (sin perder esa figura rellenita y tierna, junto con su dulce mirada) sostenía la mano de una Bervely, que aún conservaba el cabello corto pero con el cuerpo de casi una mujer perfecta. Mike, igual de alto pero con un semblante más serio, ignoraba las estupideces de Richie y como Eddie lo intentaba callar en lo que él resolvía una serie de crucigramas. Bill le daba pie a que continuará hablando el pelinegro con sus sonoras carcajadas y por último, Stan soltaba suaves risas.

— Chicos, callados —Sentenció Mike, serio. Todo hicieron caso y recogieron unas cuantas piedras, podría ser Bowers. Que ellos hayan crecido, no quería decir que hayan dejado de ser "Los perdedores" y tampoco quería decir que Henry no hubiera crecido. Aún se metía con todos.

El club formó un círculo, viendo a cualquier lugar buscando al matón, pero en su lugar de entre los arbustos salió un chico de ojos verdes y playera holgada sin mangas con el pelo castaño alborotado.

— ¡Ayúdame, Bill! —Y no venía solo. El muchacho, sin percatarse de la presencia de los otros siete chicos, ofrecía su mano a un pelinegro rizado con pecas que se apoyaba de una muleta. "Se parece a Eddie. Tierno...Me gusta" pensó Richie.

— Ejem...—Pronunció fuerte el Hanlon, haciendo que los otros chicos voltearon la mirada, ahora los nueve estaban incómodos.

— Hola —El ojiverde comenzó a hablar con un tono nervioso en su voz, mientras aún sostenía al de cabellos negros de las manos. A Stanley le pareció muy lindo el más alto de ambos.

— ¿Qué mierda hacen aquí y que quieren? —Le preguntó el bocazas alterado por el susto.

— ¡R-Richie! —Regañó Bill—
¿Q-Quiénes son?

— Estamos de vacaciones —Respondió el pelinegro.

— ¿V-Vienen en una ca-camioneta amarilla desgastada? —Ambos asintieron.

— Sí, son turistas y estúpidos. ¡Son tan idiotas que se les ocurre venir aquí en vez de ir a Miami o a Disneyland! —Habló Richie. Después de eso, todos se despojaron de las rocas y rompieron su formación.

— ¡No somos idiotas! Este lugar es interesante ¡Cuatro-ojos! —Freddy se había enojado y eso le causaba cierta gracia a su hermanastro, que terminó de ayudarlo a bajar con el resto de chicos.

— ¡No me llamo "Cuatro-ojos"! ¡Me llamó Richard Tozier pero puedes decirme Richie, Muletilla! —Y al parece Richie también lo había hecho.

— ¡Y yo no me llamó "Muletilla"! ¡Me llamó Frederick Freeman, pero puedes decirme Freddy!

— ¡Es un lindo nombre! —Pronunció (aún gritando) sin pensar el Tozier.

— ¡El tuyo igual me agrada! —Le volvió a responder de igual manera el pecoso. Ese corto diálogo que intercambiaron los dos pelinegros generó en el Batson cierto odio y celos hacia el tal Richard Tozier, por lo que decidió interferir.

— Bueno, ya entendimos quien es quien. Mi nombre es William Batson, pero me dicen Billy —El mayor posicionó su brazo al rededor de la cintura de su hermano como si lo estuviera protegiendo del peligro que no representan los perdedores.

— Y-Yo soy W-William D-Dembrough, pero t-todos me d-dicen...

— El gran Bill, o Bill el tartaja —Interrumpió (nuevamente) Richie haciendo una voz de presentador, a lo que Eddie rió bajo.

— B-Beep B-Beep, Richie. D-D-Diganme Bill.

— Yo soy Edward —Hizo una pausa— Eddie Kaspbrak, un gusto —Se presentó un chico de shorts rojos y con un inhalador en la mano derecha. De fondo se escuchó la exclamación del Tozier gritando "Eddie Spaghetti, próximo a ser Tozier" seguido de un "Cállate, bocazas" molesto de Eddie.

— Ben Hanscom, a sus órdenes —Saludó el chico de cuerpo ancho con un firme apretón de manos.

— Beverly Marsh, futura Hanscom —Saludó de igual manera— Él será el señor de Marsh, pero no le digan —Dijo lo último en un susurro provocando una suave risa en los nuevos.

— Mike Hanlon —Habló desde la distancia un moreno que se dedicó a observar la escena desde lejos.

— ¿S-Stan? —Bill volteó a ver a su amigo, quien estaba embobado en los ojos verdes del nuevo. Bill se sintió molesto, ¿Por qué jamás miraba así sus ojos?

— ¿Eh? ¡Ah si! Stanley Uris —Se sonrojó un poco y Billy sólo le sonrió.

Te presentó al club de los perdedores —Dijo Richie.


Ahora sí ya empieza lo bueno.

Besos 💕

Derry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora