Derry.

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— Mañana dan de alta a Richie —Anunció Eddie, mientras salía por la puerta principal del hospital con dirección al resto de perdedores. Por arte de magia (o porque Stan había solicitado su presencia) los otros tres chicos que faltaban no tardaron nada en llegar, tenían que armar un plan.

— B-Bien, no p-podemos ir s-sólo n-nosotros. N-Necesitamos ir los nueve —Dijo el líder. Nueve, esa palabra retumbó en los oídos de todos; nueve, ¿Número de la suerte o número de cadáveres?

— Tenemos que saber que hacer primero —Susurró Stan— Chicos tenemos que encontrar la razón de él por qué volvió apenas tres años después.

— Propongo separarnos —Ofreció Mike, ganándose odio en miradas por parte de los siete restantes— Antes de que alguno de ustedes me diga que si no he visto películas de terror, sí, las he visto y muchas; sin embargo, creo que está vez sería lo mejor. Piensen, será más fácil buscar pistas y claro que no iremos uno por uno, opino que en parejas.

Los perdedores se quedaron callados. La idea de Mike tenía sentido, pero era peligrosa.

— Estoy de acuerdo con Mike —Esta vez quien decidió hablar fue el de ojos verdes, retando inconscientemente la postura de líder del otro Bill.

— Yo igual —Le siguió Stan. Así fue uno por uno hasta que sólo faltaba el Denbrough por aceptar.

— Agh —Dijo con desgano— ¡B-Bien!

En lo que intentaban ver cómo quedaría las parejas, la señora Tozier salió corriendo del hospital con dirección a ellos.

— Chicos —Dijo— Necesito un favor. ¿Podrían cuidar a Richie? Went y yo tenemos que salir del pueblo por algo urgente. Sólo esta vez. Se los pido.

Los muchachos se miraron confundidos, pero no había de otra. El grupo asintió suavemente y la señora fue por su marido para irse.

— La abuela de Richie acaba de fallecer —Dijo Stan.

— ¿C-Cómo sabes e-eso? —Le preguntó Bill Denbrough.

— Richie me cuenta muchas cosas y sé muchas cosas de él, es normal que conozca todo lo que pasa dentro de su familia...—Le contestó Stan sin saber que había cavado su propia tumba. Lo notó cuando miradas pícaras (excepto de Eddie) se dedicaban a él— Oh no, no, no ¡No voy a cuidar a ese bocazas!

— Vamos Stanley, todos sabemos que es tu mejor amigo. Él lo haría por ti. Claro, sin olvidar que tus padres siguen aquí y no tardan en sacar a tu madre —Intentó convencer el Batson.

— Te odio a tu y a tus poderes de manipulación —Pronunció el judío mirando con una mueca molesta al superhéroe. El ojiverde le sonrió alardeando, eso provocó algo dentro de Stan y también del Denbrough— Bien, bien lo haré.

Eddie no estaba tranquilo, no porque Stan y Richie se quedarán solos, infinidad de veces lo hicieron y sólo ellos y tal vez Dios sabía que pasó, lo que le preocupaba es que el Tozier confiara más en el Uris que en él. Se supone que eran algo especial (quería creer) pero jamás quería decir que le pasaba con él.

— ¿E-Entonces es-estás d-de a-acuerdo, Eddie? —Interrumpió la voz del tartaja los pensamientos del Kaspbrak.

— ¿Qué? ¡Ah, sí! —Respondió sin saber a qué se refería exactamente.

— Bien, entonces, hagamos un repaso —Aclaró Billy— Stan se queda con Richie, Ben, Beverly y Mike juntos, el Denbrough y yo, por último, Eddie y Freddy.

¡Joder!, gritó en sus pensamientos en asmático. Tantas personas en el mundo, pero le tuvo que tocar con él. No lo odiaba pero tampoco lo soportaba, era todo lo que él jamás sería; Freddy era valiente, aventurero, no le importaba mucho lo que las personas digan de él, pero sobre todo, sabe contar chistes a Richie.

— U-Ustedes —Señalo al trío que ya de encontraba riendo un poco— I-Iran a la b-bliot-teca.

— Los Bill al cuadrado —Interrumpió Bervely— Buscarán que relación tiene el regreso de eso y los poderes de Billy.

— Por último, los enfermos —Anunció Mike— Reunirán armas o cosas que nos pueden servir.

Todos asintieron. Los dos últimos grupos, inconformes.

Cada perdedor tomó su camino.

🎈;⚡

— Bien —Rompió el silencio Freddy— ¿Que crees que pueda ayudarnos?

— No tengo idea —Respondió cortante el Kaspbrak.

— ¿Qué usaron la anterior vez? —Volvió a hablar el Freeman, intentando mantener un tema de conversación.

— Cadenas, palas, flechas, lo que sea que encontrásemos en el piso —Contestó de la misma manera que antes el asmático.

— Entiendo.

El silencio reino unos minutos mientras ambos caminaban lentamente por Kansas Street, buscando el callejón donde la tienda de armas desechaba todo lo que no se vendía. Era probable que Henry buscará ahí su colección de navajas.

Llegaron más pronto de lo que Eddie creía pues seguía pensando que la muleta del chico (de la cual se estaba hartando por el ruido que esta emitía) les impedía tener una velocidad adecuada.

Apenas se toparon con un gran cofre verde llenó de bolsas negras y rasgadas junto con un olor hediondo, el Freeman tomo una bolsa de tela que encontró por ahí y comenzó a llenarla de lo que el consideraba útil. Entre esas cosas había cuchillos, navajas, puñales y lo mejor del paquete, dos machetes oxidados pero aún con filo.

— ¿Desde hace cuanto te gusta Richie? —Preguntó Freddy rompiendo con el silenció completamente.

— Tiene bastante. Supongo que desde que me fracture el brazo y puso la V en "Loser" —Contestó mientras buscaba algo con mucho cuidado de no cortarse y contraer tétanos— Hace, tres años parece ser.

Ambos se quedaron callados y el asmático se dió cuenta de lo que dijo. No era muy grave para el resto, pero decirlo al posible tipo que deseaba quedarse con su bocazas, era algo feo

— ¡No! ¡No me gusta! Es sólo mi amigo y...

— Ajá. Tranquilo, si crees que te lo voy a quitar o algo, yo estoy con Billy —Se adelantó a responder el inválido, como si leyera la mente ajena.

— Entiendo. Lo oye, ¿Cómo sabes que...le gustas a esa persona? —Pronunció Eddie, tímido, mientras se sentaba en un bote cercano. Freddy lo siguió con una amable y compasiva sonrisa.

— No lo sabes, sólo lo sientes —Respondió Freddy— Un día simplemente dices "Wow, me encanta" y aunque no te lo diga, sabes que piensa "Wow, me encantas"

— Richie es raro —Confesó el Kaspbrak con un tono triste.

— Eso no es un secreto.

Ambos soltaron una suave risa y siguieron hablando, hasta que por fin se hicieron amigos.

Lo único malo, es que alguien se les acercaba.

— ¿Qué hacen aquí, perdedores? —Henry Bowers. Ahora sí estaba jodidos.

¡Chicos! Capítulo nuevo. Perdón si no es lo que esperaban );

Bueno, ¿Qué quieren que pase en esta parte? Esta vez se los dejo a su consideración y creatividad.

¡Ah sí! Como ya estamos en fechas Decembrinisímas, voy (intentar a) hacer un maratón gg

Los amo ❤️