Antes de que empezará a llover, Richie y Eddie llegaron a la casa de más bajo. En cuanto se posaron en la puerta de la casa, Richie empezó a ponerse nervioso.
— ¿Qué pasa, Rich? —Dijo el pecoso.
— Nada, nada —Respondió él.
— ¿Seguro? —Richie asintió— Bien. No quiero entrar —Confesó Eddie, mirando la luz de la ventana prendida, donde de seguro estaría su madre viendo algún show de televisión.
— Yo tampoco quiero que entres —Le siguió el Tozier. El de lentes se sentó frente a la puerta de la casa de los Kaspbrak y esperó a que Eddie se sentará a su lado.
El chico entendió las intenciones ajenas y se sentó a su lado, abrazando sus desnudas piernas temblando un poco por el aire helado de la lluvia.
— Me arrepiento de no haber traído chamarra. Hubiera podido dartela y tendríamos un lindo momento en donde te das cuenta que soy el amor de tu vida y te me confiesas. Yo, como soy idiota, te rechazo sin embargo, unos días después te busco rogándote que vuelvas a mí, aceptas y nos casamos —Bromeó el miope, sin imaginar que no fue necesario una chamarra para que Eddie se diera cuenta con quien quería pasar el resto de sus días.
— ¿Acabas de imaginar todo eso? —Richie volvió a asentir— Estás loco.
— Por ti, mi Eddie Spaghetti.
— No me digas spaghetti —Eddie sonrió. El ambiente se tornó silencioso por unos segundos, hasta que el Kaspbrak decidió volver a hablar.
— ¿Qué viste en la pared? —Dijo decidido. Sin embargo, lo que decía para él, ¿Era bueno decirlo?
— Algo que si seguía metiendo cartas en el asunto iba a morir de manera horrible —Mintió— Aunque, ¡Ja! Creo que me metí en esta estupidez desde que decidí consolar a Bill sobre la muerte de su hermano. ¿Qué decía para ti?
Los perdedores eran conscientes que eso podía transformarse en lo que quisiera para asustar a las personas, incluso si eran dos personas con miedos distintos a la vez.
Eddie comenzó a mover su pie nervioso, se imaginaba a Richie rechazandolo y tal vez hasta lo odie de por vida, sin embargo, quizá se salve de una muerte cruel; por otro lado, podía mentir, conservar la amistad ajena pero verlo degollado en la oscuridad de su clóset.
Le iba a decir.
— Decía que si yo no te contaba mi secreto lo único que vería de ti iba a ser tú cuerpo decapitado en mi ropero —Respondió Eddie, bajando la cabeza pensativo.
— Apuesto a que mi cabeza estaría oliendo los panties de tu madre —Bromeó Richie. El joven K se quedó callado, el Tozier entendió que hablaba en serio— Lo siento. ¿Qué secreto tienes que contarme?
— ¿No te haces una idea? —Richie negó con una sonrisa tímida. Tan estúpidamente lindo.
El Kaspbrak se levantó de la entrada, caminando hacia un costado de la casa, no permitiría que algún vecino chismoso viera la escena que estaba a punto de entrar a luces. Le atemorizaba el hecho de que le dijeran a su madre y tuvieran que mudarse. Es lo último que quería.
Richie lo siguió con su típica mueca de enamorado.
Eddie, sin titubear (extrañamente) y ya en la soledad de la oscuridad, tomó la playera del pelinegro, tirando de esta para acercarlo a su rostro. La sonrisa del Tozier se transformó en una arrogante e incluso impaciente mientras el joven K se paraba en puntas para intentar alcanzar la altura ajena.
Richie también ayudó un poco a agacharse, esperó a que Eddie cerrará los ojos y se quedó quieto, impidiendo que el Kaspbrak se jugará aún más. Amaba hacer desesperar a Eddie en todo y al entender la intensiones del bajo, supuso que era una buena opción.
— ¿En serio me ibas a besar? ¿Ese era tu secreto? ¿Querer besar mis sensuales labios? —Dijo Richie.
— ¡¿Qué?! —Exaltó el más bajo, con un fuerte color carmín en las mejillas. El Tozier comenzó a reír, sin percatarse que Eddie aún lo tenía por la camisa— ¡Eres un idiota, bocazas!
Gritó Eddie, impactando su mano en la mejilla de Richard en una fogosa cachetada. El Tozier sonrió sarcástico.
— ¡Oh, Lo siento mucho! —Pronunció el mayor.
— ¿Qué pasa Eddie? Me quieres besar y luego me golpeas. Increíble —Respondió Richie.
— N-No fue mi i-intención —Tartamudeó Eddie, casi llorando.
— ¿Podemos dejar al Denbrough fuera de esto? —Fingió estar molesto.
— Perdóname, pero la intensidad y luego tú —Se seguía excusando el pecoso— ¡No sé que me pasó! ¡Tú siempre me haces actuar impulsivamente! ¡Por ti siento todas esas mariposas en mi estómago, o el calor en mis mejillas cuando dices algo lindo! ¡Me haces sentir mal cada vez que dices que soy tu mejor amigo! ¡Me haces que quiera gritarle al mundo que...! Estoy enamorado de ti —Finalizó Eddie, bajando la cabeza ocultando las lágrimas que salían por los nervios.
Richie se quedó callado. Tu sucio, sucio secreto. ¿Acaso ese era su secreto? ¿Estaba enamorado de Eddie? Era el momento de saberlo.
— Eddie, yo no sé que decirte...
— Ni siquiera tienes que hacerlo. Vete ya a tu casa, es tarde —Ordenó Edward.
— No. Eds, escúchame. Yo realmente no sé que decirte; esta vez mi bocota no pudo responder dignamente a tu confesión. Sin embargo, no sólo soy bocazas, también soy estúpido y me encanta tomar desiciones estúpidas —Dijo Richie, tomando el mentón del Kaspbrak mientras se acercaba (nuevamente) a la boca de otro— Y esto es lo más estúpido que he hecho, pero también lo que más me ha encantado —Susurró.
Eddie se dejó llevar cuando sintió el fino toque de los labios ajenos; tan suaves y con un sabor a menta con tabaco. Exquisitos. Por otro lado, Richie jamás hubiera imaginado que los labios de una persona pudieran saber a helado de mango, ¡A él le encantaba el helado de mango!
El beso subió de tono al permitir que Richie tomará la cintura de Eddie, apretando su cuerpo contra el del pequeño. Eddie acató lo sucedido, colocando su manos en la nuca del pelinegro, revolviendo (aún más) el cabello de Richie.
Tuvieron que quedarse sin aire para poder separarse.
— Dios, Eds. Besas como los putos angeles, apuesto a que serás mejor cuando tengamos sex...
— ¡Beep, beep, bocazas! —Interrumpió Eddie en un regaño. Posteriormente, ambos rieron.
— Debo ir a casa —Anunció el Tozier.
— Y yo entrar a la mía —Imitó Eddie.
Ambos se separaron antes de darse un último beso de manera tierna. Después, Eddie entró a su casa; Richie escuchó los reclamos de la señora K y como Eddie la ignoraba, rió un poco, le encantaba ese chico...Bueno, eso suponía.
Tomó paso para ir a su hogar, ignorando que alguien lo seguía sigiloso por las sombras y no tenía buenas intenciones precisamente.
¡Holaaaaa!
Chicos, espero que les guste este nuevo capitulo.
Les voy a poner una mini encuesta para que decidan algo de la historia, esto lo voy a hacer seguido para que ustedes aporten y yo tenga más ideas.
Sin embargo, no se las voy a dejar tan fácil. Les diré una opción, pero la otra permanecerá oculta hasta el siguiente capítulo (donde se tomará la opción más votada) y no siempre es la mejor decisión.
¿Quién quieren que persiga a Richie?
⚡]; Henry.
🎈]; Beep, beep.
ESTÁS LEYENDO
Derry.
FanfictionBilly y Freddy van a unas cortas vacaciones de verano a un pueblo lejano llamado Derry. ✨]]; Crossover! It and Shazam.