Derry.

✨]; 32.

— Freddy, ¿Dónde está Billy? —Preguntó Rosa, preocupada.

— No lo sé. No me dijo a dónde iba —Respondió mientras se amarraba los tenis, ocultando su rostro aún lloroso.

— Mierda —Susurró la mujer. Algo malo había pasado como para que ella dijera malas palabras— En cuánto lo veas, dile que haga su maleta. Mañana mismo no vamos a Philadelphia.

— Pero, ¿Por qué? —Cuestionó, levantando la cabeza rápidamente.

— Freddy, ¿No te has dado cuenta? ¡Hay muchos niños desaparecidos! ¡Yo sabía que esto era algo que pasaba en Derry, pero no creí que sucedería en nuestra estadía! No voy a permitir que mis hijos estén en un lugar en donde ocurren cosas como estas, ¡Y no me importa que tengan la cosa esa del rayo! ¡Mañana nos vamos! —Ordenó la mujer, alterada.

— Sí, no te preocupes —Contestó él, intentando calmarla. Ella asintió y salió del cuarto, no sin antes darle un beso en la frente y abrazarlo con fuerza— Te quiero —Volvió a hablar, cuando la mujer ya cerraba la puerta. Ella le dijo un "Yo igual"

La duda invadió a Freddy. ¿Y si le pasó algo a Billy? Ya no valía si sabía pelear, nadie normal podía luchar con una criatura como eso. Tenía que encontrarlo rápido.

Tomó su muleta y con cuidado de no ser visto, bajó las escaleras poco a poco, salió por la puerta principal y caminó a la calle. Era fácil escapar de un lugar grande.

Ya estando afuera, se topó con una silueta conocida.

— ¿Mike? —Dijo Freddy al salir del hotel. El negro se sorprendió.

Estaba demasiado distraído en ver cómo llamar la atención del pelinegro que no lo vió salir. Era ahora o nunca.

— ¡Hola! —Saludó el chico.

— ¿Has visto a Billy? —Dijo preocupado.

—No, ¿Por qué? ¿Ocurrió algo malo? —La actitud del Hanlon había cambiado radicalmente, ahora se notaba curioso e intranquilo.

— Pues tuvimos una discusión y él se fue. Mis padres quieren que no vayamos en la mañana, entonces, necesito avisarle. —Explicó.

— Ben me dijo que necesitaba su ayuda para algo, si quieres vamos a la casa club. Ahí dijo que iban a estar —Ofeció Mike.

— Por favor.

Mike asintió y subió a su bicicleta, Freddy subió atrás de la misma y se sostuvo de la rejilla. Ambos se dirigieron al bosque.

⚡;🎈

— Voy a ser directa, carapolla, ustedes van a venir conmigo —Ordenó Beverly, fastidiada de lidiar con el par que se había juntado, sobre todo con Richie. Eddie seguía siendo un niño obediente.

— ¡Pero que yo ya tenía el día ocupado, mujer! —Decía el Tozier, intentando convencer a la Marsh.

— Yo no tengo problema en ir, Bev —Interrumpió el Kaspbrak.

— Sí, tranquilo Eddie, nada más que el miope de Richie acepte.

— ¡Yo no voy a ir a ningún lado! —Avisó el pelinegro.

— Richie, ya supéralo. Mañana podemos salir —Intentó convencer el falso asmático.

— Que no. He dicho.

Richie comenzó a caminar en dirección contraria a la pelirroja, sin soltar la mano de su futuro novio.

— Muy bien, puñetas. —Beverly fue tras ellos y tomó por la oreja derecha a Richie, tirando de esta con fuerza— Te he dicho que vienen conmigo, ¿Entiendes?