Después de estar un rato más con Alex, me despedí de él prometiendo que algún día nos veríamos. Al volver a mi asiento, me puse con el móvil. Miré a mi lado y el chico guapo aún no volvía. ¿Dónde estará? Me entró la curiosidad.
Había pasado media hora jugando al Candy Crush, así que decidí escribir en el diario lo que me había pasado. Pero, sorpresa. No lo encontraba. El corazón me dio un vuelco al pensar que lo había perdido. Nerviosa, empecé a buscar en todos lados. Mi bolso, debajo del asiento, hasta le pregunté a la señora de al lado, y nada.
Hasta que lo recordé. Mierda. Está en la mesa donde estaba con Alex. Me levanté rápido y fui allí, no quería que alguien lo cogiera. Pero cuando llegué, el corazón casi me explota.
Él estaba ahí, apunto de abrirlo. No, no, no. Corrí a su lado y le grité.
—¡No!
Él lo cerró de golpe y me miró sorprendido. Yo estaba que temblaba de los nervios. E decir, él tenía mi diario en sus manos, donde escribía todo sobre mí y sobre él. Moriría de la vergüenza si lo leía.
—Lo siento. Iba a ver si tenía el nombre puesto, para saber de quién era. Pero veo que es tuyo —dijo él rascándose la nuca.
¡No, Vee! ¡No pienses que se ve demasiado adorable y quítaselo! Me decía mi subconsciente. Pero no le hice caso, me quedé atrapada por sus ojos verdes, y él igual.
—No te preocupes. Dámelo —dije después de unos segundos.
Mi cara debía estar roja de la vergüenza. Él hizo lo que le pedí y me lo tendió. Lo cogí y lo apreté fuerte. Por los pelos. Me iba a girar para irme, cuando su voz habló de nuevo.
—Esto... —Lo miré, esperando a que hablara. Podía ver que se ponía más nervioso, y no sabía el por qué—. Nada, olvídalo —Esquivó mi mirada, mientras metía las manos en los bolsillos de sus tejanos negros. Me quedé un poco con las ganas de saber qué era lo que me quería decir.
—Bueno, gracias por encontrarlo —Después de decir eso, le sonreí. Me di la vuelta y volví a mi asiento. Una vez allí escribí todo lo que había pasado.
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El Pasajero del Tren
Short Story¿Lo que estaba haciendo se consideraba acoso? No lo creo, no lo había perseguido. Simplemente habíamos coincidido en el mismo vagón. ¿Estaba actuando como una psicópata? No lo creo, no es que estuviera obsesionada con él. Simplemente me había pareci...