| CAPÍTULO ESPECIAL |
SEGUNDA FASE DE LOS BLUEBERRY AWARDS :"Por Accidente"
Tenía un mareo increíble. Sentía como si un gigante me hubiera cogido y me hubiera meneado como a unas maracas. Sin duda no era la sensación más agradable del mundo.
Puse una mano en mi cabeza, notando algo líquido.
Espera, ¿qué?
Abrí los ojos al instante, dirigiendo la vista hacia mi mano. ¿Ahora la sangre es invisible? Me toqué la cabeza de nuevo y volví a mirar mi mano, notando algunas gotas de agua.
Coño, que tengo el pelo mojado.
Dejé mis paranoias de lado y me fijé en mi alrededor. Habían muchos asientos de color azul marino, con una especie de tabla de madera delante.
¿Qué cojones hago en el vagón de un tren?
Lo más raro es que no había nadie a parte de mí. El lugar estaba completamente vacío, además de impoluto. Como si nunca hubiera habido nadie allí.
No pude evitar entrar en pánico. ¿Qué hago yo aquí? Si mal no recuerdo, acababa de ducharme y estaba tranquilamente sentada en la silla de mi escritorio, con el portátil delante y mirando a la nada en busca de la inspiración divina.
Di unos cuantos pasos, viendo todo con confusión. A lo mejor me he quedado frita en la silla y ahora mismo estoy soñando.
Tiene sentido soñar que estoy en un tren si estaba a punto de escribir un capítulo de la historia de Venus y Jaden.
Iba a pasar al siguiente vagón, pero no me di cuenta del escalón que los separaba. Sentí mi cuerpo abalanzarse hacia delante y en mi interior estaba insultando a todo dios mientras esperaba la caída.
Pero esta nunca llegó.
Lo que sí llegó fue una mano; mejor dicho dos.
Alguien me había salvado de esa caída. Alguien que se merecía el cielo en este momento. Sin poder evitarlo, alcé la vista.
Adiós oxígeno. Dijo mi subconsciente.
Dos iris verdes me miraban fijamente. El tono oscuro de sus ojos era precioso; parecía irreal.
¿Por qué siento que estoy teniendo un déjà vu?
—¿Estás bien? —¿Hola? ¿Me está hablando alguna especie de ángel?
No podía dejar de analizar las fracciones del chico. Era joven; su piel era clara y sus ojos una absoluta maravilla. Los mechones de su pelo negro caían por su frente de forma desordenada. También fui capaz de captar los pequeños lunares que tenía en el cuello.
Yo a este chico lo he visto antes. Estoy segura.
—Oye, ¿estás bien? —su voz me sacó de mis pensamientos.
—Sí... —o eso creo. El chico desconocido me soltó, aclarándose la garganta.
—Hay más escalones en los siguientes vagones, así que ve con cuidado —su voz era demasiado hipnotizante.
Aunque la palabra correcta sería sexy.
Muy sexy.
Pero que muy sexy. Mi subconsciente volvió a hacer su aparición.
—Sí...gracias —murmuré mientras lo miraba con el ceño fruncido.
Me suena de algo pero no sé de qué.
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El Pasajero del Tren
Short Story¿Lo que estaba haciendo se consideraba acoso? No lo creo, no lo había perseguido. Simplemente habíamos coincidido en el mismo vagón. ¿Estaba actuando como una psicópata? No lo creo, no es que estuviera obsesionada con él. Simplemente me había pareci...