65.

48 20 0
                                    

- A ver. -musitó mientras se sentaba en el borde de la cama.- Ven. -hizo su pelo hacia atrás y sin dudarlo me acerque a ella.

Sin evitarlo, sonreí. Sabía lo que haría y quería que lo hiciera ya.

Una vez que estaba frente a Támara; llevo sus manos a mi abdomen. Al sentir el contacto, pude sentir como mi piel se fue erizando poco a poco. Acarició parte por parte haciendo que mi piel se pusiera chinita por completo.

Mire a Támara y ella estaba moviendo sus manos por mi abdomen con mucha lentitud, incluso hizo que me desesperara un poco. Ella me miro por un momento y sonrió juguetona.

- ¿Qué estás haciendo, pequeña traviesa? -musité deteniendo sus manos.

Era demasiado para mi, probablemente si la dejará seguir acabaríamos en una situación comprometedora.

Ella no alejó sus ojos de mí, sino lo contrario. Sonrió aún más, haciéndome que sonriera de lado.

- ¿Acaso no te gusta? -pregunto mordiéndose los labios.

Dios, que gesto.

Mi cuerpo ya estaba caliente por el alcohol que había bebido y ahora con esto; estaba peor.

- Si. -asintí mientras acariciaba su cabello con lentitud.- Me gusta mucho, pero si sigues haciéndolo querré hacer algo más y eso no está nada bien.. -consefé, pero al parecer ella lo tomo a juego.

Pero en vez de que mis palabras la hicieran querer parar; no pasó. Fue lo contrario.

Liberó su mano de mi agarre y comenzó a acariciar mi abdomen con suavidad y lentitud, no pude resistir ni un poco. Sólo seguí acariciando su cabello mientras disfrutaba del contacto.

- ¿De qué otra cosa hablas, ah? -replico.

Cerré los ojos y seguí disfrutando de ello, cuando de pronto sentí un beso deliciosamente excitante. Sin poder evitarlo; suspiré relajándome.

Pero ya era mucho, abrí los ojos y detuve a Támara antes de que siguiera.

- De verdad, no quieres seguir haciendo eso. -musité con diversión, trate de alejarme de ella, pero Tam me lo impidió abrazándome por la cintura.

- Si quiero. -susurro.

Entonces fue cuando sentí una mano frotándose sobre mi pecho, abrí los ojos de golpe y me senté en el sofá. Estaba en la sala, había estado durmiendo por no sé cuánto tiempo, mire mi alrededor y note que Támara estaba sentada en la mesita central, estaba viéndome como si fuera un bicho raro o algo así.

- ¿Qué pasó? -pregunté apenas incorporarme.

- Eso quisiera saber. -respondió en tono de reproche.- Hasta en la cocina se escucha como hablas mientras duermes.

- ¿Estaba hablando mientras dormía? -replique.

- Eso dije. -rodo los ojos al decirlo.

Eso quiere decir que hay una gran probabilidad de que Támara me haya escuchado decir su nombre o algo así.

Demonios.

- ¿Que decía? -no dude en preguntar.

- Que te gustaba mucho algo, no sé que sea. -Tam se puso de pie y comenzó a caminar hacia las escaleras, yo la seguí rápido.- Pero creo que era algo.. sexual.

Una risita baja escuche de parte de Támara. Me limité a subir las escaleras en silencio, hasta que llegamos a su habitación.

- No lo creo. -negué.

Por Una Mujer ✔️ [#1 Trilogía: The Shield]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora