«Notice Me, Hyung» [Yoonseok]

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Hasta que mi muerte dependa de ese bastardo.

La cama estaba hecha un desastre, las mantas en el suelo al igual que algunas almohadas, sus ropajes desordeados, sus cuerpos siendo empujados y jalados con fuerza más las ganas de ganar, los jadeos existentes por tales movimientos, la cama emitiendo leves crujidos el movimiento de esta, un Hoseok en negación y un Yoongi molesto.

Sí, después de hablar con Hoseok su rabia, toda la que tenía repentinamente pasaron de ser hacía su mismo para autolesionarse a querer asesina a una persona ajena, ese bastardo no merecía todo lo que tenía, no merecía su trabajo, su familia, su precioso hijo, no merecía nada, nisiquiera el derecho a la vida, era un abusador, un maldito, un machista, un homofobico y dictador, Yoongi podría soportar los malos tratos—verbales— de su padre, pero el de Hoseok, era demaciado para alguien tan lindo como el pelinegro.

—Dime que escondes Hoseok.-había dicho Yoongi.

—Yoongi, enserio no creo que sea buena idea.-respondió Hoseok aún acostado sobre el pecho de Yoongi.

—Hoseok, seré un maldito suicida, querré terminar con mi vida, dejar todo, pero enserio quiero saber que escondes.

—¿Porqué? ¿Porqué la preocupación de repente? A ti no te importa nada más que morir...

Suspiró colocando su brazo derecho sobre sus ojos.

—Hoseok... eres.... eres mi mejor amigo...

Hoseok levantó la mirada observando desde abajo el cuello, mentón y barbilla de Yoongi.

—Y te quiero.....mucho.

Hoseok le miraba con sorpresa, sus ojos estaban ligeramente más abiertos, su boca en forma de una pequeña "o" y con un ligero color carmín en sus mejillas, miraba con atención al mayor, este aun yacía con su brazo sobre sus ojos mirando en teoría hacia el techo de la habitación, aún siendo "ese" Yoongi, la belleza, brillo y calma se transmitía muy bien, Yoongi era Yoongi, la luna en cuerpo humano, sin duda, aún Yoongi fuera malo con su persona, algo de él siempre le enamoraria siempre, porque Yoongi también tenía su lado lindo y atentó.

Yoongi era único.

Y por eso lo seguiría ayudando.

—Mierda, Hoseok di al--

Palabras fueron calladas por el suave y fino tacto de los labios de Hoseok besando su mentón, con lentitud y delicadeza haciéndole erizar, tomándolo por sorpresa, el tacto bajó hacia su cuello besando este con igual delicadeza, a Hoseok le encantaba sentir a Yoongi, estar cerca de él, poder abrazarlo, hablar con él, saber que un día más aún está en el mundo y deseando que así sea por mucho tiempo más.

Dejó de besarle volviendo al pecho de Yoongi y acomodandose nuevamente.

—Mi padre....