I have been waiting for you
so long
in my forever.
Una historia de amor, entre Alex y Julia.
¿El amor podrá vencer todos los obstáculos?
¿Será más fuerte que el miedo?
Personas del pasado, dudas, lujuria, distancia, mentiras y muchas cosas más pon...
Despertamos por el timbre que no dejaba de sonar, Alex abandonó la cama rápidamente y fue a abrir la puerta. Al cabo de unos segundos volvió apurado y comenzó a vestirse, lo miro y pregunto - ¿Quién era ? - un bostezo escapa de mí.
- Marco, olvide que lo debía llevar al aeropuerto ¿Me quieres acompañar? - dijo y por un momento dude de mi respuesta pero no teníamos mucho tiempo - Claro - dije me puse ropa cómoda, me lave los dientes y me peine, justo a tiempo para salir a las corridas. Subimos al auto, Marco cargo su maleta y se sentó en los asientos de atrás.
- Julia dejaste tu teléfono anoche en el bar - dijo extendiendo su mano con mi celular.
- Gracias Marco, lo olvidé completamente - me sonroje al recordar la distracción.
- Si la verdad es que ambos se fueron muy apurados anoche, ni saludaron - dijo haciéndole caras a Alex por el espejo retrovisor.
- Teníamos asuntos pendientes - dice Alex y yo solo pongo mis ojos en blanco, vuelvo mi vista a la carretera.
- Entonces ¿cuándo vuelves? - pregunta Alex.
- En dos semanas ¿Vendrás por mi? -
- Por supuesto hermano, solo llama antes -
- Claro - luego la conversación se direccionó a mí - ¿Julia irás a la cena de fin de año en noviembre? -
- Aún no la invite - interrumpe Alex.
- Pues no creo, quizás para ese entonces ya esté en Argentina - respondí, Alex puso sus ojos en mí y sé que quería hacerme miles de preguntas.
- Bueno, si vuelves espero que vayas - dijo Marco sonriente.
La cara de Alex cambio y continuo el resto del viaje en silencio y serio.
Dejamos a Marco en el aeropuerto y comenzamos el camino de regreso, solo se escuchaba la radio del auto ya que ninguno de los dos tomaba palabra.
- Quiero ir contigo a Argentina - dijo algo al fin.
- ¿Qué? Pero ¿Qué pasará con tu trabajo? -
- Termino de grabar y vamos a Argentina y luego volvemos para la fiesta de fin de año - explica.
- Está bien - respondí, me encanta la idea de estar con Alex en Argentina pero me genera miles de preguntas que no sé sí él podrá responder.
- Sea como sea quiero ir contigo, no faltan muchas semanas y debemos organizarnos - dice ahora más alegre.
- Si, tienes razón. Luego llamaré a mi familia para avisarles. - dije viendo la hora en mi teléfono.
- Y yo avisaré a la producción, mientras tanto ¿Desayunamos algo? -
- Sí por favor, muero de hambre - respondí feliz al saber que comeríamos pronto.
Teníamos la suerte de que hoy era un espectacular día soleado, nos sentamos en las mesas de afuera de un bar y pedimos comida.
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