I have been waiting for you
so long
in my forever.
Una historia de amor, entre Alex y Julia.
¿El amor podrá vencer todos los obstáculos?
¿Será más fuerte que el miedo?
Personas del pasado, dudas, lujuria, distancia, mentiras y muchas cosas más pon...
Desperté y me encontraba sola en la cama, comencé a sentir el olor a café y salí disparada a la cocina.
Mi bello hombre estaba preparando el desayuno para ambos, mientras lo hacía tarareaba y bailaba "My favorite part" de Mac Miller, obviamente me quedé en silencio disfrutando de este maravilloso hombre.
- ¿Hace cuánto estás ahí? - dijo girando con ambos platos en cada una de sus manos y una gran sonrisa blanca.
- Desde que comenzó la canción, cantas muy bien - dije sonrojada al ser descubierta.
- Me alegro que te guste por qué soy de cantar hasta en la ducha - dijo tomando asiento a mi lado.
El desayuno era café, huevos revueltos, tostadas y mermelada.
- Despertaste con hambre - dijo con cara de asombro.
- Si, la verdad que tenía mucha hambre y todo está muy rico - dije dando mi último bocado a la tostada.
- Bueno fumo un cigarrillo y nos vamos ¿Sí? - Alex ya estaba cambiado y listo para salir.
- ¿A dónde vamos? pregunté.
- Tengo una sorpresa para ti, ponte algo cómodo que vamos a caminar mucho - dijo con una hermosa sonrisa.
-Está bien, muchas gracias por esto - le di un tierno beso en la mejilla y fui a cambiarme.
Una vez lista me encontré con mi bello Alex terminando su cigarrillo en el balcón.
- Te ves hermosa en ropa deportiva - dijo al verme.
- Gracias - respondí y le di un beso en los labios.
- ¿Estás lista? - pregunta apagando el cigarrillo en un cenicero color blanco que siempre estaba en la misma mesita de su balcón, no podía faltar.
- Lista - afirme.
Subimos a su hermoso auto, en el asiento de atrás cargo una canasta que seguramente tenía comida deliciosa y salimos de viaje.
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Luego de una hora de viaje llegamos a un pequeño bosque de altos árboles, entre ellos había un sendero bien marcado.
- ¿Te ayudo a llevar algo? - digo al verlo cargado con una mochila, la canasta y su cámara fotográfica.
- No, no estoy bien - dice tratando de cargar todo.
- Alex déjame llevar la mochila al menos - insistí, me da mucha pena que él vaya super cargado y yo sin nada.
- Está bien - me pasa su mochila, no estaba tan pesada.
Caminamos, caminamos y caminamos por el sendero. Alex tiene muy buen estado físico y yo no así que debíamos parar para que yo recupere el aire, necesito entrenar.
Luego de la larga caminata llegamos a una especie de península, el paisaje es un sueño, nunca en mi vida había visto algo tan hermoso como esto.