Capítulo 19

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- ¿Estás lista? - pregunto Alex antes de salir hacia la ciudad. Había conseguido alquilar un auto para los pocos días que nos quedaban aquí, sé que extraño conducir. Mi casa se encontraba en un pequeño pueblo alejado de la gran ciudad, eso nos daba mucha paz.

- Sí cariño, vamos - dije subiendo una pequeña mochila al asiento trasero y luego entrando en el asiento del acompañante.

Comenzamos el viaje, debíamos recorrer unos 60 kilómetros para llegar a mi universidad, allí recogería unos cuantos papeles y luego comeríamos algo antes de volver.

- ¿Cómo la estás pasando? - le pregunta cuando terminamos de pasar por el peaje.

- Bien, muy bien, estoy enamorado de Argentina y de mi argentina - dice poniendo su mano sobre mi muslo.

- Bueno, eso me pone muy feliz por qué ahora te será muy difícil librarte de nosotros dos - digo sonriendo.

Dejamos el auto en el estacionamiento de un shopping, allí Alex compraría algunas cosas y luego nos juntaríamos para merendar.

Llegue a mi facultad y busque todos los comprobantes que necesitaba por sí quería seguir estudiando en Dublín, me pareció una buena idea que salió de la boca de mi madre.

Cuando estaba por salir de allí lo vi, caminando hacia mí con una sonrisa de las más falsas que pueden existir en la tierra. Teo.

- Julia ¿Cómo estás? Tanto tiempo - dice abrazándome, tomándome desprevenida

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- Julia ¿Cómo estás? Tanto tiempo - dice abrazándome, tomándome desprevenida.

- Teo, bien, no esperaba verte aquí - respondo alejándome disimuladamente de su agarré.

- ¿Cómo te fue en Dinamarca? - pregunta sonriente.

- Mejor de lo que esperaba, gracias - digo e intento comenzar a caminar en la dirección donde se suponía que estaba Alex, me siento demasiado incomoda ahora mismo.

Teo me tomó del brazo fuertemente para impedir mi acción.

- No te vayas - dice en seco.

- Debo irme, mi novio me espera - digo sin mirarlo.

- ¿Viniste con él? ¿Por qué? - puedo sentir la desesperación en su voz.

- No debo darte explicaciones Teo, por favor déjame ir - digo poniendo mi mano sobre su agarré.

- No quiero que te vayas con él, yo aún te quiero - dice con la voz casi rota, comienza a aumentar la fuerza del agarre de su mano y comienza a doler.

- Por favor, no comiences con esto - digo intentando sacar su mano. Miro a mi alrededor y estamos solos, todas las personas que antes nos rodeaban ya no estaban.

- Tú no comiences con esto, sabes que debemos estar juntos y no quiero que pierdas el tiempo con ese -

- Basta Teo, déjame ir o comenzaré a gritar - digo esta vez mirándolo amenazante.

Infinito (Alex Høgh Andersen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora