Capítulo 22

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Ya llevo una semana en cama y que odio me genera está cama, estoy al límite. Hay momentos en los que trato de alargar más tiempo en ducharme para poder estar de pie o busco escusas para estar solo unos minutos más fuera de las sábanas.

Hay días en los que tuve un leve sangrado, que la doctora Jensen nos advirtió, siempre nos preocupa cada vez que lo veo siento que estoy perdiendo a mi bebé y es lo único que realmente me lleva a la cama.

Alex me cuida casi todo el tiempo, aún que a veces se pierde en los videos juegos por horas, de todas formas, lo entiendo debe ser difícil tener que estar las veinticuatro horas del día pendiente de una persona.

Marco me cuida en los momentos que no está grabando o cuando Alex sale a hacer algo. Nuestra relación ha mejorado bastante pero no puedo olvidarme de los pequeños comentarios que me hizo en el pasado.

Fue una de esas tardes en las que estaba, como era de costumbre, frente al televisor tomando un delicioso mate que mis padres trajeron con ellos que Marco apareció corriendo en mi habitación.

- Deberías poner el canal de noticias - sugiere con la respiración agitada.

- No, nunca entiendo lo que dicen - le respondo poniendo mis ojos en blanco.

- Bueno están hablando de ti y de Alex -

- ¿Que? ¿Como que de mí? Se supone que no iban a saber de mi hasta la fiesta de fin de año - digo buscando el control remoto entre las colchas.

- Bueno en el accidente no fue fácil ocultar que una "amiga" de Alex lo acompañaba y salió herida - cuando termina de decir eso encuentro el control y cambio de canal.

Allí esta, mierda. Mi primera reacción fue llamar a Alex por teléfono.

El teléfono suena y suena hasta que por fin de escucha su voz.

Julia: Alex...

Alex: Lo sé. Dice en seco.

Julia: ¿Y ahora?

Alex: Ahora seremos el centro de atención, te llamo luego debo hablar con demasiadas personas ahora mismo. Dice cortando nuestra llamada.

- ¿Qué dijo? - pregunta Marco mirándome ansioso.

- Que ya lo sabe y que me llamará luego, está furioso - digo mirándolo preocupada.

- Tranquila, de seguro está calmando al mánager y a los de la producción -

- Sí, lo sé - digo cuando notó que mi vista se pone borrosa, el embarazo me tiene demasiado sensible.

- Julia, tranquila ¿Quieres que te haga un té? - pregunta dulcemente.

- Si, por favor Marco - le digo recostándome en la cama, él asiente y comienza a caminar hacia la puerta - Marco - digo llamando su atención, - Gracias por todo - digo para luego verlo irse.

A los pocos minutos aparece con una gran taza de té.

- Parece costumbre nuestra que me traigas un té cuando me siento mal - digo mientras acomodó las almohadas en el respaldar de la cama y así sentarme más cómoda.

- La verdad que sí, la próxima podría ser al menos helado - dice sentándose a mi lado.

Comienzo a tomar el té con su mirada verde puesta sobre mí.

- ¿Puedo hacer una pregunta? En total confianza - dice al fin.

- Bueno sí es otra aparte de la que acabas de hacerme sí - respondo dejando mi té en la mesa de noche.

Infinito (Alex Høgh Andersen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora