capitulo 11

328 25 2
                                    

- ¿Qué sucedió? - pregunta uno de los extras que logró escuchar a la joven.

- La nevada aumentó muchísimo a unos treinta kilómetros de aquí eh impide el paso en su totalidad, deberemos pasar la noche en las casillas - termina de explicar y se va, seguramente a informar al resto de los empleados.

Rápidamente lo veo a Alex.

- Tranquila no hay problema, me encargaré de todo - dijo poniéndose de pie y caminando de dirección de quién sabe dónde.

- Bueno espero que esto cuente como horas extra - dice en chiste Alexander, pero para ser sincera me preocupa bastante. Yo no debería estar aquí ¿A dónde voy a dormir? No traje ni un maldito cepillo de dientes.

Al cabo de una hora llega Alex, aún vestido y peinado como Ivar.

- Lo siento cariño pero deberemos pasar la noche aquí, estaremos en la casilla que comparto con Marco - dice tomándome por los hombros y masajeandolos.

- Está bien amor, gracias - digo con una media sonrisa.

- En realidad - habla Marco haciendo una pausa para darle un sorbo a su bebida - Dormiré con Alexander, no quiero despertar en media de la noche por ruidos extraños - dice riendo.

- Tú lo dices de celoso por qué no tienes con quien - le retrucó y todos allí lanzan un fuerte "uuuuhh".

- Cuando quieras te muestro mi teléfono para que te saques esa idea errónea de la mente - dice sacando su teléfono celular del bolsillo.

- No, gracias Marco pero no quiero ver tus vídeos prohibidos - digo riendo.

- Ya dejen de pelear ustedes dos - dice mi Alex entre risas - Voy a quitarme todo esto y luego voy a dormir ¿Sí? - me dice mirándome atentamente - Alguno por favor la acompaña a la casilla - dice ahora dirigiéndose a sus amigos.

- Yo la acompaño - se ofrece Marco.

Alex asiente y se va, dejándome nuevamente con los chicos. Son realmente divertidos, adoro hablar y bromear con ellos, debe ser genial trabajar todos juntos.

Un gran bostezo sale de mí - Marco ¿Podrías mostrarme a dónde voy a dormir? No doy más del cansancio - digo estirando mi espalda.

- Por supuesto, vamos - dice poniéndose de pie.

Ambos salimos de la carpa y pude sentir el cruel frío que hacía afuera y yo había olvidado traer más abrigo.

- Te vas a congelar - dice Marco rodeándome con sus brazos, él tampoco estaba tan abrigado pero seguramente estaba más acostumbrado a estas temperaturas que yo.

- Sí aún no me acostumbro al frío de aquí - digo sonriendo pero vuelvo la vista al suelo.

Llegamos a una pequeña casilla rodante.

- Bueno aquí es, espero que Alex no tarde mucho, usa todo lo que necesites - dice y en un movimiento rápido deja un beso sobre mi mejilla.

- Buenas noches Marco - digo algo asombrada por su acción.

- Buenas noches Julia - se despide y yo entro al lugar en donde pasaría está fría noche.

Era una maldita heladera, por suerte tenía energía eléctrica y pude conectar una pequeña estufa pero no era lo suficientemente potente como para calentar todo el ambiente, me quite las zapatillas, el jean y me metí en la cama.

Me tape completamente y me hice una bolita para tratar de generar calor, es una cama individual así que tengo la fe de que no tardará mucho en calentarse.

Infinito (Alex Høgh Andersen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora