VERSIÓN MEJORADA. +18
Un contrato nos obliga fingir amor, un contrato nos unió, como el típico y repetitivo cliché.
Solo somos dos personas que se encontraron en el momento y lugar equivocado, con el destino y la suerte en contra.
Solo éramos fan...
Apenas me despedí de la familia de Chris y ni bien estuvimos de nuevo en el auto, no pude evitar cuestionarme acerca de la respuesta abrupta de cierto castaño que seguía hablando de tantas cosas como si no hubiera un mañana. Supuse que buscaba distraerme para que no le pregunte, y no iba a hacerlo, al menos no por ahora. Arruinaría la poca confianza que había logrado obtener por su parte como para preguntarle algo fuerte que lo había marcado.
-Gracias por venir hoy-comentó cuando estábamos cerca de llegar a mi casa.
-De nada, fue un placer conocer a tu familia.
-Mi abuelita dijo que te adora desde ya-vi que sonreía abiertamente mostrándome sus dientes blancos. –De hecho, está dispuesta a adoptarte.- negué con la cabeza y reía ante tal ocurrencia.
Revisé mi celular y vi varias etiquetas en Instagram, no había entrado a mis redes sociales desde ayer, ignorando a WhatsApp.
Christopherbvelezm te ha etiquetado en una publicación. Miré a Chris y él estaba concentrado mirando a la carretera. Miré la imagen y todos los colores subieron a mi rostro, coloqué el teléfono en mi regazo y escuché a Christopher carcajearse. La imagen tenía medio millón de likes y muchísimos comentarios. Era la foto que nos tomamos ayer, cuando él me besó. Y de caption tenía: My queen.
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No fue la frase lo que me hizo sonrojar, fue quizás los comentarios de los demás chicos y de grandes artistas quienes nos deseaban buenas vibras y esperaban que nuestro amor no se deje llevar por malos cometarios. Era eso o quizás que dentro, muy en el fondo mi corazón sentía un calor que hace años di por perdido.
Y no quería sentir ese calor de nuevo, no ahora, no con Chris.
(...)
-Sana y salva.-me dijo Christopher cuando estacionó frente a mi casa, me sobresalté cuando tocó mi hombro, estaba más que perdida desde que vi la foto y sin querer (o tal vez sí) todos mis pensamientos se dirigían hacia la posibilidad de imaginarme un final cliché con Chris.
-Gracias. –Salí del auto pero Chris me había tomado la mano y estaba inclinado sobre el asiento del copiloto.- ¿Qué sucede?
-Mañana, a las once vendré a verte.
-Está bien-al ver que no me soltaba carraspeé.-Debo terminar la maleta.
-Claro-soltó mi brazo y cerré la puerta. Abría la puerta de calle y escuché el carro arrancar seguido del sonido del claxon, pero no volteé. Mi corazón empezaba a traicionarme, y eso sería mi ruina total.
Llegué a casa y queriendo evitar las preguntas de mi hermano y de mis padres cerré la puerta de mi cuarto y dejé mis cosas en la cama. Me senté en el piso y seguí acomodando mi ropa en la maleta. Miles de pensamientos volaron hacia mí mientras colocaba un par más de zapatos e intentaba cerrar la maleta. Mi celular no había dejado de sonar y me estaba exasperando, por más que lo ponga en silencio la pantalla seguía iluminándose con los mensajes y menciones en Instagram y hasta en Twitter, odiaba toda la fama que me perseguía ahora , odiaba que varias chicas comentaran que era una suertuda al tener a Chris. Odiaba que las revistas de chismes y varias páginas empezaban a hablar acerca de mí, odiaba ser de pronto, el centro de atención.
Empezaba a odiar el hecho de que en pocos meses se armaría un escándalo por cualquier cosa y seria la víctima de crueles comentarios, ya sea sobre mi físico o alguna tontería de mi pasado. Debía olvidar que era humana y empezar a actuar como una chica buena, una chica buena que Chris se merece. Debía olvidar mi esencia para intentar agradar a los medios si quería sobrevivir a las críticas.
Debía aguantar el peso de una gran mentira sobre mis hombros yo sola. Debía fingir amor y romperme cada vez que Chris correspondiera a cada una de mis palabras.
