Capítulo 25: Mala idea.

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El cómo había llegado a una discoteca a en Chicago era lo que menos importaba, todo con tal de no soportar el frío aire afuera, tampoco le hacía demasiada gracia estar rodeada de desconocidos de bailaban a la par suya y el olor al tabaco era simplemente insoportable.

Pero los chicos habían sido invitados y aunque intentó por todos los medios quedarse en la calidez de la habitación en el hotel, Christopher de nuevo se las arregló para llevarla usando un apretado vestido color azul. Aunque resaltaba bien sus curvas no evitaba que las miradas se posen sobre ella cada cinco minutos, si bien no era la más guapa de la fiesta, estaba sola.

Y sí, otra vez Christopher Vélez desapareció con la excusa de buscarle un trago suave.

Charló mejor con una chica que estaba sentada a la par suya, el rostro le lucía familiar, la conocía de algún lado pero no podía decir de dónde.

Richard apareció y le sonrió tranquilizándola, al menos no se habían ido, aún.

No quería bailar, los pies le dolían pues la falta de práctica con tacones era notoria, además los zapatos que Chris le había dado eran demasiado grandes y apenas podía caminar sin que estos se salgan.

Para su sorpresa, el castaño volvió hacia donde Mónica estaba, traía dos vasos de cristal como prometió, le tendió uno mostrándole la mejor sonrisa.

-No es muy fuerte.

-¿Qué es?

-Cerveza.- La castaña rodó los ojos. Dejó el vaso en la mesa y se acomodó mejor, el largo de su vestido siendo problema, Christopher lo notó porque enseguida se estaba quitando la chamarra y la colocó sobre las piernas de la chica.

-Si vas a cruzar la pierna eso evitará que se vea algo.- Murmuró y se apartó cuando se percató de la cercanía.

-Gracias.

-¿Por qué no quieres bailar? ¿No sabes?

-Claro que sé.

-¿Entonces?

-Los tacones son muy grandes.

-Oh.

Debió notar que sus pies eran más pequeños, pero como Sasha siempre usaba de esa talla y Mónica parecía más alta que ella...

-¿Quieres irte ya?

-Anda a bailar, yo me quedo aquí.

-¿Y si mejor te enseño a beber correctamente?

-Soy malísima para el alcohol. Mi resistencia es baja. -Informó pero Christopher ya estaba llamando a un mesero y pidió diferentes tragos.

-Por eso te voy a enseñar. -Comentó y se bebió de un trago la cerveza.



Dos palabras:

Pésima idea.

En un abrir y cerrar de ojos, ambos estaban medio borrachos, el bar tenía un zona exclusiva y al menos el castaño tuvo la cabeza de pedir un lugar porque de lo contrario alguien ya hubiera grabado el desastre que era ahora la pareja.

-Y tú me ibas a enseñar a beber-Se burló Mónica arrastrando las palabras. Christopher le pegó en la pierna y sonreía.

-Sh... que, lo que pasa es que yo ya había bebido hace rato y tú recién empezabas.

-Excusas, excusas.- Aplaudió y soltó una sonora carcajada. El castaño la miró mal. -No me veas así, fue tu idea.

-Que te digo que yo ya traía tragos de más encima.

Novios Falsos NUEVA VERSIÓN. Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora