Capítulo 27: Microcosmos

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El ambiente estaba tenso, la morena atinó a correr escaleras arriba y cerrar la puerta de su habitación con llave, no fueron más de cinco segundos paga que empezara a escuchar los gritos.

Su madre se había enterado.

No sabía cómo pero su querida madre se había enterado que su esposo tenía otra hija. Intentó comunicarse con su hermana pero nadie contestaba en casa, ni la madre de su hermana el celular.

Gritos y gritos.

Ellos ya no se querían, ¿ por qué entonces seguían juntos viviendo un verdadero infierno?

Algo se rompió. Bajó enseguida y su madre lloraba desconsolada en la sala, su padre había salido de la casa azotando la puerta y los restos de n florero yacían cerca de la puerta.

-Mamá...

-No quiero hablar contigo ahora. -Respondió a secas, sabía que quien le haya contado le específico que Fernanada conocía a esa niña e incluso salía con ella.

-Lo siento, no quería...

-¿Querías irte a Miami, no? Será mejor que te vayas, hija, por ahora no quiero verte.

-Jennie no tiene la culpa, mamá.

-¡Fuera!

(...)

El celular vibraba en la habitación vacía, las llamadas eran insistentes pero nadie atendía. Mónica despertó envuelta en unas cálidas mantas, el chico a su lado le daba la espalda, su respiración acompasada siendo el único sonido en la habitación.

Se levantó de la cama en silencio, aun eran las seis de la mañana, tenían menos de dos horas para llegar al aeropuerto o de lo contrario el mánager los mataría.

Abrió las cortinas y se acomodó mejor su pijama, caminó hasta el castaño y le tocó suavemente el hombro, el muchacho mostrándose indiferente ante el toque, lo movió con un poco más de fuerza y chilló cuando el chico estiró los brazos, agarró sus caderas y la colocó sobre él aun estando medio dormido.

-Levántate, debemos ir al aeropuerto.

-Uh, ¿hoy? - comentó con la voz ronca y los ojos cerrados, sus manos sosteniendo las caderas de su compañera y acomodándola mejor.

-Sí, vamos.

-Hace frío-se quejó y la acercó hasta el punto de rozar sus labios. -Eres cálida.

-Ya basta, levántate, anda.

Las palabras fueron en vano cuando de un momento a otro él la estaba besando, suaves toques al inicio, luego lamiendo el labio inferior buscando entrada. Tampoco sirvió que intentara apartarlo por más que le gustara sus besos porque Christopher se había acomodado en la cama y sus frías manos recorrían sus muslos.

-Ya... debemos alistarnos.- murmuró sin aliento por el beso, las protestas quedaron olvidadas cuando los besos fueron a su cuello, y las manos más arriba, la castaña posó sus manos en los hombros de Chris y jadeó levemente cuando la tocó -Basta.

-Un rato más. -Pidió y subió la camiseta, sus manos colándose y acariando la suave piel a la altura de las costilla. -Abre la boca- murmuró y la besó, murmuró algo incomprensible cuando la chica se movió creando fricción.

Se dejó hacer cuando de un rato a otro el castaño estaba sobre ella, besándole con la boca abierta, los dientes chocándose y las grandes manos masajeando la piel de su cintura.

Christopher no podía entender como el cuerpo de la muchacha se aclopaba tan perfectamente al suyo, como sus manos eran capaces de rodear esa pequeña cintura, sus las yemas de sus dedos medios casi tocándose, su piel caliente y las caricias lo tenían loco.

Sus labios se rozaban apenas para dejarles respirar, y entonces lo vio, vio como los ojos de Mónica reflejaban un microcosmos solo para él, y entonces supo que aquella muchacha estaba enamorada de él.

Y él... estaba enamorado de alguien más.

Miró sus labios hinchados, rojos y brillantes, no se detuvo en pensar nada y se inclinó de nuevo sobre esos dulces labios, delineando estos con su lengua y robándole uno que otro gemido a Mónica. No sabía cómo pero ahora estaba entre las piernas de la chica, ella sin la camiseta de su pijama y él solo en bóxer.

Mónica estaba conociendo aquella delgada línea entre la moral y lo prohibido. Pero, teniendo a semejante criatura sobre ella no podía pensar claramente, sus besos, sus labios, caricias, miradas todo en él era insano y adictivo. Tan malo y tan bueno al mismo tiempo.

-N-no hagas eso.- comentó cuando hizo succionó con demasiada fuerza una pequeña porción sobre su vientre.

-Lo siento- murmuró también perdido en el placer y besó el área que maltrató. -¿ Puedo besarte aquí?- preguntó tocando levemente el lugar que quería, la sintió estremecerse y dudar unos segundos para al final sentir.

La besó despacio, entrelazó sus dedos mientras movía la lengua despacio sobre aquel pedazo de carne y la oía gemir. Su erección le molestaba cada vez más así que se separó antes de que Mónica se viniera.

-Ayer no usé...- comentó rápido al estirarse para buscar un condón y obviamente no lo iba a encontrar, en sus planes no estaba nada de esto.

-Para tu buena suerte, sé que no hay peligro, pero... sería buena idea si no lo hacemos y compro una pastilla, por si acaso.

Lo meditó un momento, con Sasha era algo similar, ella sabía sus días infértiles y ahí disfrutaba más aunque la chica se inyectaba un anticonceptivo y Mónica no.

No correría el riesgo.

-Entonces, deja que te...

-No- la castaña se paró de la cama y corrió al baño, demasiado apenada por lo que ocurrió y muy nerviosa.

(...)

Las malas miradas no se hicieron esperar, apenas salieron del vuelo y recogieron las maletas un pequeño grupo de fans esperaba fuera, y aunque no estaban solos eso no quitaba la tensión.

-¡Chris, una foto!

-¡Chris! ¿Te trata bien?

-¡Te tengo un regalo! ¡Acéptalo por favor!

Esos fueron unos de los pocos gritos que escuchó porque intentaba contra todo proteger su cuello de aquellas marcas que sobresalían, y que no se percatara en llevar una blusa con cuello de tortuga era aún peor, la chamarra no cubría muy bien y su cabello tampoco, ni el maquillaje y mucho menos el que ni ella ni Christopher tuvieran una bufanda a mano.

Llegando al hotel y reuniéndose con los chicos, todo fue algo incómodo, quizá porque ellos sabían que Chris tenían novia y que Mónica portara esas marcas era... triste de ver.

Por esa razón la castaña no se presentó al acústico ni a la sesión fotográfica, en lugar de eso fue a buscar a su amiga en el aeropuerto, la morena luciendo muy sonriente como siempre.

Mónica no notó que su mejor amiga de rompía por dentro.




23/06/2023










Novios Falsos NUEVA VERSIÓN. Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora