P.O.V Elizabeth Baker
Salimos de la habitación donde todo un caos había sucedido, los chicos no se atrevían a voltear a verse entre sí. Al igual que Lloyd a ellos.
De cierta forma conocía este lugar, Ly me había dado una guía básica sobre cada habitación o pequeño cuarto que había en la mansión, sobresaliendo lo más importante.
Detrás de la puerta que cruzamos se encontraba un pequeño pasillo donde apenas cabían dos personas adultas en lo ancho. Mientras que yo lideraba la fila, los chicos me siguieron como supieron acomodarse.
Nadie mencionó ninguna palabra, tal vez era porque creían que yo también estaba igual de inquieta que ellos, dando por hecho que no encontrarían respuestas en mi. Están equivocados.
Ni yo mencionaría nada, llegaríamos a casa manteniendo el silencio pesado sobre hombros, intentaríamos dormir sin pensar en lo sucedido y esperaríamos el tiempo que sea necesario para que Lloyd llegue a casa. Ella decidirá todo, no puedo condenarla con un error mío.
Tras varios segundos de caminata llegamos a otra puerta de metal que se extendía al fondo del pasillo.
Tomé el pequeño palo de hierro que servía como perilla y jalé. Estaba algo atascada por lo que pude abrirla tras aplicar gran fuerza.
Una luz extremadamente brillante cegó mis ojos.
Y ahí estaba la salida, sin problema alguno y pocas puertas cruzadas, ya habíamos llegado a las afueras de lo que parecía el escondite de la mafia.
El sol estaba muy fuerte pero la brisa que corría hacia nuestros rostros de cierta forma nos refrescaba.
Había un pasillo de piedras con curvas leves que no modificaban el final del camino. Alrededor habían bastantes árboles, debajo de ellos se encontraba una cómoda sombra en donde llegaba más fuerte la brisa. Pero de cierta forma no me podía imaginar tranquilidad en un momento como este.
EZ: Vámonos -ya estábamos caminado sin restricciones pero sentí una rabia correr por mis venas. Me imaginé a una Lloyd débil con moretones y sangre recorriendo su cara, con un enojo abundante y sacándolo a gritos hacia mi... me regañaba por algo que no había hecho.
Entre los pasos silenciosos de los chicos, me puse a reflexionar ante la imagen que inconscientemente había cruzado mi cabeza. Fruncí el ceño al saber que cuando Lloyd esté conmigo, sería muy probable que comencemos una pelea a gritos.
No era de extrañarse que algo tan grave como eso sucedería. Lloyd tenía sólo dos actitudes tras hacer sus "compromisos": ninguna palabra ni acción le puede poner de mal humor en 24 horas, ya que deja todo su estrés e irá en los golpes que da. O la otra posibilidad sería que se enoja por cualquier situación leve, sería incapaz de pelear con los chicos por lo que junta toda su ira y la deja salir conmigo o Yannick.
Yannick... ¿dónde ha estado estás últimas semanas?
Agité mi cabeza al saber que estaba pensando en cosas innecesarias en una situación que necesita de nervios de acero.
Claramente se ven las diferencias entre Lloyd y yo, ella siempre mantiene su cabeza fría... mientas tanto yo...
Ese pequeño paraíso de árboles terminaba en otra puerta de hierro delante mío. Sin voltear a ver a los chicos, tome el grosor de extremidad que servía como perilla y jalé.
EZ: Quédense aquí. -advertí a los chicos quienes no soltaron ni una queja.
Detrás de aquella puerta rodeada de bloques de cemento se encontraba un cuarto totalmente oscuro. Presentía una situación de riesgo, por lo que le había ordenado aquello a los chicos.
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~Ni Siete Ángeles~ [SEGUNDA TEMPORADA] - NR
De TodoUna vez que Lloyd Hale tomó entre sus manos rotas la decisión más importante de su vida, se vio envuelta en una guerra desatada por su pasado. Teniendo que abandonar su futuro y rogar por el perdón de siete chicos, viaja entre dos mundos sórdidos pa...