No sé qué hacer

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P.O.V Lloyd Hale

Yannick se despidió minutos después de ser él el único afectado. Tras ver su anterior sonrisa sarcástica, supe inmediatamente que trataría de jugar conmigo. Al final lloró, pensando que si hubiera intervenido cuando pudo, yo no me habría convertido en lo que ahora soy... Creyéndose tan importante.

Ya eran las doce de la noche. El parque público de cierta forma cerró. No había persona o ser alguno a la redonda. Por lo que sólo quedé yo con mi soledad.

Traté de buscar muy dentro mío porque el ver a Yannick llorar me causó un dolor en el pecho. Llegué a la conclusión de que aún extrañaba a su hermano... Cómo no vivir sin Kilian.

Me encontraba fuera del parque, justo enfrente de la rejilla que servía como puerta, manteniendo mi vista en la cadena de metal que evitaba la entrada al lugar.

Me giré y agaché la cabeza, pensando en que más podría hacer con mi vida. Yannick se marchó con el alma destrozada a seguramente ahogar sus penas en alcohol. Elizabeth sería capaz de matarme con las manos desnudas por todo lo que le hice... A la par de los integrantes del grupo.

Creo qué podría pelear un poco con Rouke. Al menos él no llorará por el pasado...

(...)

Con la mano derecha tomé la perilla. La giré sin restricciones y entré a la oficina de Rouke.

Lo primero que vi al entrar fue a un hombre trabajador, firme ante su patria y de rodillas ante Dios.

No pude evitar reír en lo bajo ante mis pensamientos, definitivamente esas no son las palabras que definirían ni en mil años a Rouke.

RK: Vuelven a entrar sin tocar y los degollo por mi cuenta -dijo sin saber aún de mi presencia, pensando que un simple mafioso entró a su oficina.

Rouke se encontraba sentado en la silla especial del capitán, con la mano izquierda extendida en el escritorio, meneando un lápiz entre sus dedos, mientras que el dedo índice de la mano derecha golpeaba repetidamente el escritorio. Entre ambos brazos extendidos había un mapa. Y sin olvidar el pequeño detalle de aquellos lentes que le daban mayor inteligencia.

Era tanto el trabajo que no trató de protegerse a sí mismo viendo la posible amenaza que podría cruzar su puerta.

LY: Si necesitas de un arma improvisada -caminé a su escritorio y tomé el lápiz que meneaba entre sus dedos-, te recomiendo un lápiz -volteó a verme-. Es más rápido.

Reí casi a carcajadas ante la expresión de cansancio total. Le dejé el lápiz en su escritorio. Rouke aprovechó aquel momento de calma para dejar todo y soltar un gran suspiro cargado de estrés.

Caminé al sofá de cuero y me senté en el sillón central, admitiendo mi cansancio tras lo sucedido hace horas.

LY: Pensamos mal al decir que fácilmente lograríamos interpretar el rol de líder -dije ante la situación del nuevo capitán que hace pocos años llegó a su puesto.

Giró su silla hasta mi, viéndome cara a cara. Se quitó los lentes que le quedaban tan bien y habló:

RK: Pensé que tenías un compromiso -miró su escritorio y ordenó algunos lápices y objetos que se salieron de su lugar. Al parecer Rouke seguía aficionado al orden.

LY: El compromiso terminó llorando -reí ante el recuerdo de Yannick.

RK: Era de esperarse... -soltó casi en suspiro. El cansancio se le notaba bastante, al parecer él tuvo que hacer todo lo que sus mafiosos no se atrevieron a hacer.

~Ni Siete Ángeles~ [SEGUNDA TEMPORADA] - NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora