Hasta su último día

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"Un día..."

Todo había sucedido tan rápido que bastó de un parpadeo para que BTS estuviera liderando la lista de los mejores. A su tiempo, mayor cantidad de fans, más publicidad, reconocimiento, fama y... ¿como no? El dinero. Repetían mi nombre, también a Eliz y los chicos. Incluso ahora no puedo creer que esté viendo las vistas de Nueva York por la ventana de un penthouse.

Cuando el ocaso llegó, los edificios de la enorme ciudad se iluminaron con luces tan llamativas y vivientes como el propio sol. Estaba sola en una gigante habitación... No sabía dónde estaban los demás, ni siquiera podía encontrarme a mí misma. La ventisca sopló con fuerza y mis ojos se volvieron tan vulnerables que en cualquier segundo podía derramar lágrimas.

Detrás mío, en la televisión hablaban de noticias... Qué guerra. Qué delincuencia, muertes. Pero entre todo el caos, resonó nuevamente el nombre de BTS. La tensión se esfumó cuando los presentadores se tomaron un tiempo para alabar las hazañas de siente integrantes... No nueve, como éramos en total.

-¡Los chicos de la famosa banda dieron un poderoso mensaje sobre el amor propio en la ONU! -añadió una mujer, que trataba de ocultar su emoción de fan al ser vista por miles. Su compañero asentía por cada frase y siguieron charlando sobre embajadores, fortuna, mayor fama... blablablá.

-¿Amor propio, hummm? -dijo una voz a mis espaldas que no provenía de la televisión. Me giré dudosa y me topé con el semblante triste de Elizabeth Baker-. Ellos dando todo un discurso mientras que aquí... Hay quienes se están pudriendo en el odio -rio entre dientes-. Parece que se olvidaron de nosotras -Sonó tan devastada que por momentos la tristeza me consumió y estuve cerca de caer al suelo y ceder ante el llanto.

-Eliz... -dije nerviosa. Ella solía soltar de la nada frases tristes o conmovedoras. Pero había algo en su rostro cabizbajo que me causaba gran inquietud-. Me asustaste... No pensé qué estarías... -A Eliz comenzó a temblarle la mano mientras que apretaba su celular. Se mordió un labio y supe que estaba al borde del llanto-. ¿Estás bien?

Negó con la cabeza con un movimiento tan débil que pareciera como si dos manos estuvieran obligándola a negar. Caminé a ella con paso lento, pero tan pronto como avancé, Eliz me lanzó su celular al rostro. Con suerte lo tomé antes de que se estrellara. Iba a cuestionarle sus razones, pero en la pantalla vi un texto el cual comencé a leer.

-La cantante Elizabeth... -seguí murmurando todo que decía. Parece ser una noticia de Dispatch...-. Se le vio en un parque junto a... -susurré el nombre y fruncí el ceño al saber adónde iba todo-. Se cree que son pareja... Y ahora sus fans la odian. 

-Pensaba que aún no... -dijo Eliz; queda a un costado de la televisión pero tambaleante por sus piernas temblorosas-. Hay más fotos...

No paré de verla por momentos, pero vi las demás fotos cuando me mostró su ceño fruncido. Eran textos... Vídeos y evidencia de que era realmente Elizabeth la que había estado "saliendo" con otro ídolo. Muchos fans se molestaron, y en cada publicación le escupían mierda a Eliz. "Asquerosa hija de...", decían bastantes en las redes. "¡Ya no la seguiré!", declararon unos tres entre cada foto. Pero al final... Fueron más de diez quienes la amenazaron a muerte.

-No les... hagas caso -dije temblorosa sin tener la más remota idea de cómo consolarla. Para mí no era bastante problema, por supuesto, estar rodeada de tantos problemas me ha enseñado a... ignorarlos.

-¡Para ti es fácil, Lloyd! -gritó Eliz. Comenzó a vagar por la habitación como si ahora sus pasos ardieran en lava-. ¿Qué hago, cerrar los ojos y ya? -No lo había notado, pero su rostro se había hinchado; consumido bajo el rojo de la desesperación y llanto-. Me han amenazado, insultado... Convierten mi historial en simples rastros de... mierda.

Se movía como un león; furioso bajo la jaula que lo privaba de toda libertad. Golpeaba sus manos por cada explicación, se tambaleaba débil cuando nombraba personas, y desviaba la mirada cuando se trataba de cómo se sentía ella. Pataleaba de vez en cuando, y por cada zapatazo, mi confusión crecía.

-Lloyd... -dijo, tan devastada que me sacó inmediatamente de mis pensamientos. La miré a los ojos hinchados y lo único que encontré fue a una débil e inocente niña... consumida y torturada bajo el poder de sus seguidores y rumores. Parecía como si no se atreviese a decirme más cosas, ya que boqueaba como un moribundo y temblaba como si fuese a estallar-. Me quieren ver muerta...

Fue como un golpe de mazo que me tomó desprevenida y... de la nada me encontraba hiperventilando. No por la culpa de toda esa evidencia de rumores... sino por ver a mi mejor amiga devastada, y con tanta tristeza que mis consuelos no podían ayudarla.

Elizabeth se tambaleó y comenzó a llorar. Gimoteaba con fuerza y limpiaba sus mejillas mojadas, pero millones de lágrimas volvían a salir y terminaron por arrebatarle sus estabilidad. Cayó de rodillas.

-L-loyd... -lloró mi nombre cuando acudí en su ayuda. Trataba de alzarla y llevarla al sofá, pero por su peso débil parecía un... cadáver bañado en sus propias lágrimas; obligándolo a moverse como si aún tuviera vida-. M-me qu-uieren ve-er... -La rodeé con mis brazos y la abracé, igual de debatida por el largo camino que sin duda nos tomó por los tobillos.

Cada vez que gimoteaba, un espasmo le recorría el cuerpo como miles de agujas enterrándose en su piel. Se aferraba a mí; me rasguñaba ante la asfixia y continuaba jadeando mi nombre. Pataleaba y... gritaba afónica cada vez que no podía respirar.

Comencé a temblar... la ansiedad me consumió al igual que la cólera y tristeza, pero... ¿qué importaban mis sentimientos en esta situación? Teniendo a Eliz temblando debajo mío...

-Cálmate... -le susurré al oído pero ella solo se contraía tensa. Traté de repetírselo pero las palabras desaparecieron de mi boca. Nunca me había dado cuenta de ello pero... hasta ese momento, supe que ambas teníamos depresión, y... estábamos moribundas bajo el peso de las quejas.







Lamento la demora. Pero lo que creía que era un pequeño desmayo... se había convertido en muerte. Y me costó un mes revivir. Incluso, temo decir que sigo muerta.
Últimos capítulos.
Para aumentar el suspenso, les recomiendo leer los capítulos que vienen con música triste.
Y... lamento sonar ruda, créanme que prefiero callarme antes que decir nada pero... Nunca le digan a un escritor qué escribir. Sinceramente, no fuerces el arte de alguien para moldearlo a tu propio gusto. Porque créanme que al igual que yo, matarán a decenas más. Disfruten... disfruten los personajes que tienen, la trama y los capítulos, porque eso es lo que hay, y si pides algún cambio, es muy probable que ese cambio termine con la historia.

NR—HastaSuÚltimoDía

~Ni Siete Ángeles~ [SEGUNDA TEMPORADA] - NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora