P.O.V Lloyd Hale
La forma de entrar a la oficina de Rouke se malinterpretaría fácilmente, dando como conclusión una falta de respeto hacía él. Pero eso no era falta de respeto (bueno, hay que discutir eso), sino que me ahorro el tiempo de tener alzar la mano, tocar, esperar una respuesta después de varios segundos, y finalmente entrar.
Pensé de camino a la oficina de Rouke, cuando llegué hice lo que hace segundos llegó a mi mente: alcé la mano, la llevé al pomo de la puerta, y la abrí de un portazo.
RK: Hale... -soltó en un estresado y cansado suspiro, odiando mi nombre por la forma de destruir su paz con mi llegada escandalosa.
LY: Cohn -sonreí victoriosa al ver sus ojos pidiendo ayuda para poder salir del trabajo de aquellos documentos apilados en su escritorio. ¿Me sorprendería ver como la gran mesa era llenada por hojas que necesitaban de su firma y aprobación? No. Sinceramente se merece ahogarse en su aburrimiento.
Ignoré al ojeroso Rouke y caminé al sofá, cayendo de espaldas hacia el sillón. Elizabeth conoce muy bien mi talla, por lo que sí me sorprendí cuando la tela del traje estrujó ambas partes superiores de mis brazos. A la par de que se marcaban demasiado mis muslos y cintura, sobresaliendo el pecho, dando como consecuencia que el cuello del traje se fuese muy para abajo, ahorcandome de la parte posterior donde se encontraba mi nuca.
Me paré del sofá tras sentirme muy apretada e incomoda.
Llegué a la conclusión de que este traje fue lo mas grande que Eliz encontró para mi. Los estándares femeninos en Corea están realmente reducidos a una talla que únicamente comprará una chica de 40 kilos.
Traté de mover mis hombros en círculos, pero si estiraba un centímetro más, todo el traje se rompería en mas de cinco pedazos.
Caminé por el escritorio de Rouke y decidí hablar ya que se me estaba terminando el tiempo, y Elizabeth se echaría contra mi por una falta de profesionalismo.
RK: ¿Qué quieres? -preguntó bastante enojado por el poco trabajo que tenía por atender.
LY: Debo de asistir a una ceremonia de premiación, pero lamentablemente he tenido una disputa con el CEO de mi grupo -logré adaptar mi voz a una lamentada y triste, pero sin duda mi cara reflejaba una victoria por haber discutido con el CEO (y ganado).
Rouke se encontraba de pie enfrente de su asiento, con la cabeza agachada trataba de tener una mejor visión periférica. Sus manos no mantenían ni una hoja ya que rápidamente cambiaba a otra.
RK: Ajá -dijo de forma involuntaria tras quererme fuera de su alcance. Dando como consecuencia un gran aburrimiento por mi parte.
LY: En conclusión necesito a tus hombres -la cabeza de Rouke estaba agachada pero aun así pude ver como alzaba su ceja derecha tras no entender mis palabras-. Tú más que nadie sabes que no puedo mostrar mis "habilidades" al público -dije ante su gesto.
RK: Lo sé -soltó rápidamente para terminar lo mas pronto posible la conversación-. ¿Algo más? -ante la pregunta sonreí ya que sabía que Rouke evadiría un "sí" con otra afirmación.
LY: Y... -fijé mi vista en él ya que me encantaría ver su reacción-. Veo que no estás tan ocupado -me miró muy cansado y con una segura punzada en el cuello por agachar su cabeza tanto tiempo. Pero detrás de esos ojos ojerosos y cansados no mostraba nada más, un ser sin alma.
Volvió a su trabajo pero en cambio dejó algunas hojas de lado para tomar un lápiz y menearlo entre sus dedos.
RK: No soy tu niñero -supuso rápidamente lo que le quería pedir. Sonreí-. Mis hombres están en el salón de armas -usó el lápiz para escribir un par de cosas y me miró incomprendido por seguir aquí-. Puedes irte.
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~Ni Siete Ángeles~ [SEGUNDA TEMPORADA] - NR
RandomUna vez que Lloyd Hale tomó entre sus manos rotas la decisión más importante de su vida, se vio envuelta en una guerra desatada por su pasado. Teniendo que abandonar su futuro y rogar por el perdón de siete chicos, viaja entre dos mundos sórdidos pa...