Maldita botella

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P.O.V Lloyd Hale

Esos repulsivos ojos enfrente mío me decían que él necesita de el tacto de una mujer. Cosa que ya no me provocaba arcadas.

XX: Quieta -se aferró mayormente a mi antebrazo. Me trató de acercar más a él pero no permití que me moviera ni un centímetro.

Cómo consecuencia encajó sus uñas en mi piel. La duda que me hice fue porque él aún no estaba tirado en el suelo, aferrándose a su estómago después de haber sufrido un rodillazo.

La respuesta fue por su rostro; el tipo al ver que no tenía la fuerza suficiente como para moverme, hizo el amigable gesto de fruncir el ceño, tratando de morder los dientes que no tenía.

Miré de reojo a los demás tipos; mantenían su vista en mí.

"Ok, ya me aburrí de tu expresión."

Llevé mi mano derecha a su cuello, llevándolo hacia atrás. Mientras que su parte superior estaba cayendo, aproveché tal acción para golpear sus rodillas y hacerlo caer boca arriba.

Llevé mi suela izquierda a su cara, obligándolo a ceder ante mí.

LY: Nos hubiéramos conocido mejor -sonreí pícaramente para después matarlo tras bloquear su respiración golpeando con el puño derecho su cuello.

Habían cámaras, sí. Pero estaba lo suficientemente oscuro como para ocultar mi rostro.

Sin más di media vuelta pero no sin antes volver a echarles un vistazo a los demás tipos: todos desviaban la vista, cómo si nada hubiese pasado.

Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y salí del local, dejando el cadáver muy expuesto.

El alcohol no causó el efecto que yo quise gracias a las palabras de Yannick... las asquerosas palabras de Yannick.

Buscaba que algo me destroce el alama por dentro. Maldito Coñac, no cumplió su meta.

Tal vez podría ir a casa, ya que Elizabeth lograría el efecto de una docena de bebidas alcohólicas.

(...)

Estacioné el coche fuera de la casa. Ya era la una de la mañana. Elizabeth debía de estar en la residencia de BTS ya que ella ha tratado de llenar el vacío que yo dejé. Y conociéndola estará cenando apenas.

Bajé del coche y busqué las llaves de la casa en los bolsillos traseros de mi pantalón. Segundos después me percaté de la ausencia de éstos.

Suspiré pesadamente, aún no he entrado a casa y ya hay problemas, pero no es uno tan grande, ya que puedo forzar la entrada.

Tomé la llave del coche, objeto único y necesario para entrar a la casa.

Me agaché y forcé la entrada.

(...)

EZ: Lloyd... -Eliz me esperaba en la isla de la cocina, comiendo un simple cereal-. Lo he estado hablando con el CEO -guardé las llaves y me senté en el sofá, deseando a que no siguiera hablando-, y hemos decidido sacarte de la banda.

Con la mano derecha me limpié los ojos, seguidamente masajeé mi rostro.

LY: Ya veo -recargué mi cabeza en el extremo del sillón y cerré mis ojos, deseando dormir-. ¿Tú y quiénes más?

La miré y ésta frunció el ceño en un gesto muy irritado.

EZ: Yo y los chicos -sonreí ante su valentía. Solté un suspiro, tomé fuerza y me levanté del sofá tras un tirón propio.

~Ni Siete Ángeles~ [SEGUNDA TEMPORADA] - NRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora