Narra Escritora
-¿Terminaste? -le cuestionó Rouke Cohn a Lloyd Hale. El mafioso la esperaba fuera de las instalaciones donde la ceremonia de premiación había sido llevada a cabo. Ya que según su criterio, cuando no puede asesinar, las zonas llenas de personas le asfixian. Su rostro abandonó el ceño fruncido.
-Así parece... -Lloyd apoyó el dorso de su mano izquierda en una pared cercana, aferrándose a su premio dentro de la palma, esto para generar peso y poder quitarse los tacones que hacían juego al traje sastre. Cómo respuesta Rouke asintió y caminó a una camioneta oscura mientras que su compañera lo seguía entre otros mafiosos que sirvieron como guardaespaldas en la ceremonia. Cohn manejó el automóvil. Lloyd se sentó en el asiento de copiloto y los demás mafiosos subieron a otros vehículos. Dejando a ambos líderes en un coche.
La noche era más oscura que de costumbre; pareciera como si las estrellas no existieran, a la par de una luna opacada por nubes oscuras. Brisas de aire entraban por las ventanas y manipulaban el pelo suelto de Lloyd, golpeándole el rostro. Hale quitó la corbata negra de su traje y utilizó lo largo de la tela para tomar sus cabellos y retenerlos en una coleta.
Bastó al menos dos minutos para que dejarán lejos las instalaciones de la ceremonia de premiación. Lloyd miró hacia atrás y le pareció ver como las luces de decoración se hacían más tenues. Aunque también culpaba la mala percepción por su miopía que se estaba desarrollando cada vez que pasaba más tiempo en la computadora para componer canciones. Hale suspiró y se dejó caer en el asiento forrado de cuero. Cerró los ojos y comenzó a respirar todo el aire que entraba por su ventana.
-No me has hablado de la misión. No por nada vine aquí -le avisó Rouke como si el estrés de Lloyd fuera fingido, cosa que también le sorprende a ella cada vez que lo medita.
-Ah... Sí -frunció el ceño con pocas fuerzas y se sentó correctamente en el asiento para después mirar a la carretera y recordar cada detalle de la misión-. Hace tiempo comencé a tener conexiones con el hijo de una de las mentes criminales de Estados Unidos. Dice que viene a Corea para atender unos asuntos de su padre. Y qué... cuando nos veamos me convertirá en su amada. Título que gana el cuarenta por ciento de los ingresos de cada atraco.
-¿Qué hay del padre?
-Solo sé que que ambos se reencontrarán. Desconozco cómo y cuándo.
-Y dime, Hale -Rouke desvió su mirada rápidamente del camino para ver a Lloyd-. ¿El hijo de una mente criminal le dará el poder a una desconocida? -la chica sonrió con melancolía ya que aquella pregunta la regresó por pocos instantes a su pasado de oro. Gesto acompañado con unos ojos tristes.
-Tuve que usar mis encantos. Además de un historial falso -Lloyd apoyó su cabeza en el asiento y se cuestionó a sí misma: "¿encantos? Sí. Supongo que era así como ella les decía."
-Tus planes no suelen dejar sobrevivientes. Así que puedo tomar por muerto al chico -de la voz de Rouke colgaba algo de lástima por la corta vida de la víctima, la cual sólo contaba con veinte años.
-¡Ja! -Lloyd soltó una carcajada- Rouke Cohn... -el mafioso miró los ojos secos de Hale-. Te he visto posarte delante de una cuna, recargar tu pistola, acercarla al rostro del bebé, y estallar su cráneo. No finjas pena. En serio. Te hace lucir muy mal -la voz de Lloyd salió áspera, tan gélida como la sangre de aquel recién nacido que voló hasta ella.
-Está bien. Tienes razón -Rouke apretó los dedos de su mano conta el volante del coche. Suspiró y miró a la chica-. No hace falta que te lo diga. Pero, Hale, vas a provocar una guerra entre las mafias de diferentes países. Porque esa mente criminal tiene alianzas en otras áreas. Y si se da cuenta de que su pequeño hijo murió, nos condenará a todos.
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~Ni Siete Ángeles~ [SEGUNDA TEMPORADA] - NR
DiversosUna vez que Lloyd Hale tomó entre sus manos rotas la decisión más importante de su vida, se vio envuelta en una guerra desatada por su pasado. Teniendo que abandonar su futuro y rogar por el perdón de siete chicos, viaja entre dos mundos sórdidos pa...