Capítulo 17

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En mi mente aparecían todas esas cosas que vendrían ahora... como cuando mamá se entere, tanto como Christian también. ¿Qué ocurrirá? Sinceramente, no lo sé. No quiero saberlo ahora, estoy muy feliz como para pensar en todo lo malo. 

-Dem no te duermas -habló Parker de repente y sonreí.
-No me estoy durmiendo, solo veo por la ventana... lo juro.
- Ve con los ojos cerrados, es lo que tú no sabes -murmuró Parker tranquilamente.
-Calla -reí bajito y nuevamente dirigí mi mirada hacia la ventana. El camino fue silencioso pero a pesar de eso, no fue incómodo. Ellos hablaban sobre sus cosas y yo estaba aquí luchando contra mi sueño para que sea una gran noche. Minutos después reconocí la parte de afuera del campus y me enderecé en el asiento. Parker estacionó el coche y bajamos después. Esta noche fue tan extraña y logré notar como Kenett cambió en estos años sin verlo, al igual que yo. Antes solía ser una chica la cual moría por él cada que sabía de él, pero ahora era todo lo contrario. Puedo decir finalmente que lo superé hace años.
Cuando salimos del auto noté que Parker se acercaba a Erik y lo ayudaba a subir los primeros escalones de la entrada. Por mi parte tomaba su mano del otro lado y lo ayudaba a equilibrarse-. Odio esto.

Formé una línea recta en mis labios y Parker me miró, como si esperara a que dijera algo, pero no sabía que decir realmente.

-Llegará el día en el que lo domines completamente -le dijo su mejor amigo.
-Solo es cuestión de un poco más de tiempo -susurré y Erik siguió serio. Él más que nadie sabía que lo decíamos para animarlo, pero sabíamos la verdad. Sabíamos que quizá nunca se acostumbraría totalmente. 
-Mira, agradece que sigues aquí fastidiándonos –le dijo Parker y Erik sonrió de lado. Giró su rostro hacia donde Parker se encontraba-. No me veas así, malagradecido.
- Eres un cabrón -dijo Erik soltando una risa hermosa, sí, adoraba cuando se soltaba a reír de esa forma. Como si nada le importara, como si fuera tan fácil. Ambos reían tan estruendosamente que un oficial que se encontraba en la entrada nos miró extraño. La risa de Parker disminuyó considerablemente y tocaba su barriga, quizá le dolía por tanto reír. Ya en el ascensor solo sonaba la música de fondo y levanté una ceja. Era una banda de alguna orquesta y rara vez lograba escuchar alguna en la radio. Me miré en el espejo y arreglé un poco mi cabello, pero cuando miré por el rabillo del ojo, Parker me miraba diciéndome: ¿Por qué te estás arreglando? Bajé mi mirada mientras sonreía debido a mis nervios y la puerta del ascensor se abrió de par en par. Ambos tomamos a Erik del brazo y Parker abrió la puerta de la habitación llena de recuerdos ahora.

Cuando entramos al dormitorio en el que se quedaban, me senté en la cama y Erik entró al baño, miré a Parker y él me alzó las cejas-. ¿Así que…? ¿Qué se siente?

Marqué mi sonrisa de media luna en mis labios y golpeé un par de veces mis rodillas con la palma de mi mano. Tan solo recordarlo hacía que mi estómago diera vueltas en mi interior. 

-Primero, me dijo que tú ya lo sabías... y te odio por no darme alguna pista -le achiqué los ojos y después, sonreí de oreja a oreja-. Es el mejor sentimiento del mundo. Hace mucho tiempo no me sentía así. Me siento feliz, muchísimo. Es como que... puedo ser yo misma. No sé si somos algo, ¿crees que somos algo?
- Yo estoy bastante seguro de que él cree que son algo, así que más vale que tú también lo creas -dijo entrecerrando los ojos.
-No sabes cuantas ganas tengo de gritar ahora mismo -mi mandíbula me dolía por tanto sonreír y él simplemente reía ante mis facciones. Erik salió del baño y en cuanto cruzó la puerta, el silencio inundó la habitación. 

-Y por eso es que odio a Erik -habló Parker y reí cubriendo mi boca-. Oh vaya, ya está aquí -Erik le achicó los ojos y le sacó el dedo del medio. Su mejor amigo tanto como yo reímos fuertemente y E se recostó en la cama mientras que con su rostro negaba una y otra vez sonriendo de lado.
- Lo que no sé, es cómo haremos esta vez que el oficial del pasillo nos permita hacer que ella se quede esta noche -murmuró Parker- Erik, tendrás que usar tus encantos.
-Puedes decirle algo así como que estoy tan triste que casi me quito la vida en mi casa, eso es creíble -me encogí de hombros y Parker me miró incrédulo-. ¿Qué?
- ¡Eso es tan dramático! -gritó Parker burlón y reí-. Aunque puede que tenga compasión de ti, no lo sé. Erik, ¿qué vas a decirle? ¿Prefieres la técnica del suicidio?
- En realidad pensaba darle un billetín, o simplemente decirle que le dio diarrea y que como su hermano mayor, debo cuidar de ella -se encogió de hombros.
-Eso suena mucho más creíble que todas las anteriores... -susurré y ambos asintieron.
-Iremos con el oficial. La ropa está en el closet por si quieres ponerte cómoda -me dijo Parker y salieron por la puerta después. Me levanté de la cama para ir hacia el armario y busqué algún short tanto como una camisa. No sabía cuál elegir, porque ni siquiera sabía cuál era la ropa de cada quién. Toda estaba en un mismo lugar y el perfume que había ahí dentro era parecido al de ambos. Saqué una camisa con el logo de Blink 182 y un short negro. Até mi cabello y lavé mi cara para sentirme un poco más fresca, aquí adentro no se podía sentir el frío.
- Vaya, te vez bien -murmuró Parker- esa camisa es mi favorita pero te la presto -rió mientras entraba a la habitación. Erik no venía con él-. Se quedó en el pasillo por si te lo preguntas, es que le gusta convencer bien a la gente y para eso tiene que hacer gestos raros y sonrisas coquetas, la chica oficial es más ruda que los anteriores...
Fruncí el ceño y sentí un piquete en el estómago, pero me comporté y me senté en la cama-. Ya no tengo sueño -le sonreí y se sentó a mi lado en la cama con sus piernas cruzadas. Parker era uno de esos amigos los cuales siempre estarán ahí para hacerte sentir bien aunque no estés mal.

Who's lovin' you? (Minna y Bere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora