Capítulo 24

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Continué tomando la mano de Erik mientras ambos seguíamos en la pista. Ya casi no me tambaleaba y podría decir que tomé el control de mi equilibrio, aunque aún era difícil. A mí alrededor podía ver a más personas con mucha más experiencia en esto, podría asegurar que darían algún giro en el aire y aterrizarían perfectamente.
Al final seguimos jugando aquí hasta que por fin decidimos ir a comer algo. Cuando caminábamos hacia el comedor, noté a Parker cerca de mí, puesto que Tamar y Erik se alejaron a revisar una de las chaquetas que ella siempre quiso que él comprara.
- ¿Y... cómo estás? -me preguntó Parker.
-Yo estoy bien. Sabes que si llegara a estar mal, se notaría -me encogí de hombros y coloqué mis brazos en la mesa mientras lo observaba fijamente-. ¿Tú? ¿Cómo estás tú?
- Me siento cansado -respondió y yo me le quedé mirando- me refiero a cansado emocionalmente. Como si nada me pudiera satisfacer.
-Mira, no sé si sea mi imaginación... pero creo que Tamar te hace bien -se recargó en la silla y miró hacia otra parte. Soltó un suspiro y traté de buscar su mirada, pero simplemente no accedía.
Dejé de sentirme cómoda con Parker y decidí ir a dar una vuelta a los alrededores tratando de encontrar a Erik o a Tamar, no tardé mucho en hacerlo, por lo que cuando me vieron sola, ella inmediatamente se fue con Parker. Miré a Erik y lo abracé por un costado-. ¿Todo bien?
-Te cuento después -susurré cerca de su oído y él simplemente asintió. Me quedé en silencio y decidí que estaría bien permanecer así un momento.
- Di algo -escuché que Parker habló de repente.
- ¿Qué quieres que te diga? -preguntó ella mirándolo fijamente. Erik se acercó un poco más a mí. 
- ¿Los estamos espiando?
-Shh cállate lo vas a arruinar -le susurré de vuelta y apretó sus labios, tratando de no reír.
-Podrías empezar en como la estás pasando -le dijo.
- Bueno, me divierten Erik y Dem -murmuró y fijé la vista en ella, quien lo miraba fijamente pero no sonreía- pero tú me tienes algo desconsertada sabes -él apretó los labios-. Me intimidas un poco.
Parker carraspeó su garganta y rascó un poco su barbilla-. ¿Lo suficiente como para no querer verme más?
- Sí -respondió- sé lo que pasó -él rápidamente la miró y luego bajó la vista- y lo lamento. También perdí a mi padre. Fue hace poco tiempo, aún lloro por las noches recordando por qué nunca volverá a casa -Parker la miró y ella torció la boca- y le extraño cada maldito segundo del día. Era mi mejor amigo y era lo único a lo que yo más quería. Mi madre aunque es ella... siempre supo que mi padre era mi héroe -él bajó la mirada- no te digo que siento lo que tú porque no tuve hermanos y mi mamá sigue aquí. Pero sí se una cosa -él la miró- no tienes por qué fingir ser fuerte por nadie. Puedes llorar si es necesario. Pero deja de fungir una barrera que nosotros sabemos que no existe.. tú no eres así. No te conozco como Erik, pero sé que te echa de menos y Dem también -sonrió y tomó su mano por encima de la mesa. Ella se inclinó y besó sus nudillos y luego la palma de su mano-. Nosotros estaremos aquí para cuando tú decidas volver a unirte a nosotros.
-Sé que puedo llegar a ser un cabrón con Erik... incluso con Dem, pero solo trato de procesar todo. Es mi manera de volver a la normalidad y, sé que sonará extraño, incluso incómodo... pero es que me gustan estas salidas. Aunque yo no quiera salir, Erik busca la manera de distraerme y termino pasándola bien -Parker me miró y en cuanto chocó su mirada con la mía, desvié mi mirada y recargué mi cabeza en el hombro de Erik-. Me gustarían más salidas así, incluyéndote a ti en ellas.
- Entonces invítame -mencionó ella son media sonrisa- me gusta verte, siempre me haces reír, aún con tus berrinches.
-Tú eres la que tiene agenda ocupada, yo no. Si quieres mañana, solo dilo. Oh, y yo no hago berrinches. Cada que los hago es por tu culpa -le contestó P.
- Eso es mentira, tú me haces enojar con más facilidad -murmuró ella alzando una ceja.
-¿Yo? ¿YO? -se enderezó con una mano en el pecho y Tamar se echó a reír-. Tú eres la que anda pidiendo justicia y tira a los Parker al suelo para hacerlos quedar en ridículo -rió mucho más fuerte y traté de esconder mi rostro en el hombro de Erik. La manera en la que lo había dicho, era inevitable reír-. Tienes que decirme el día para salir.
- ¿Por qué mejor no te quedas esta noche en mi casa? -preguntó ella y él se puso completamente rojo-. ¿Qué? Solo para hablar y cenar y así... solo si tú quieres y... eso.
Erik carraspeo su garganta y yo seguía hundiendo mi rostro en su brazo-. Solo con la condición de que yo lleve la cena -ella le achicó los ojos y Parker la miró fijamente.
- Que romántico -murmuró Erik.
-Erik Walker -golpeé su codo y Tamar sonrió.
-Está celoso, no le hagas caso -Parker volvió a dirigir su mirada hacia T y podría jurar que en serio iría. Al principio pensé que todo esto era una broma, pero en realidad se habían puesto de acuerdo para P fuera hasta su casa.
- Solo ve, ya veremos qué pasa -murmuró Tamar mientras él se sentaba a su lado y Erik a llado de mí.
-Psst, psst -susurré en el oído de Erik-. Hola.
-Que romántico -habló Parker y yo reí, porque sabía que lo hacía por molestar a Erik.
- Hola -murmuró él a cambio- creo entonces que deberían de darme algo de comer porque comienzo a sentir que se me va la fuerza y que voy a morir -dijo dejándose caer hacia un lado.
-Actuas como una vieja cuando está en sus días -solté una carcajada por lo que había dicho Parker y Erik sonrió-. Solo que tú te pones así cuando tienes hambre. Ya denle de comer para que nos deje hablar.
-Yo solo estaré viendo cómo se matan entre ustedes en silencio -me encogí de hombros y llevé ambas manos a mi nuca, tratando de parecer una chica relajada a la cual no le importa nada.
- Me muero.... -gritaba Erik en el suelo mientras comenzaba a darse vueltas. 
- Oye, ¿te he dicho que toco el violín? -comentó Tamar y Parker le miró- podría enseñarte a usarlo si tú me enseñas batería -Parker sonrió un poco y ella se le quedó mirando fijamente.
-Si voy a tu casa hoy... ¿estarías dispuesta a enseñarle a este hombre con cerebro de pollo? -ella rió y asintió sin decir nada más-. Entonces, yo estaré dispuesto a enseñarte a tocar batería. Pero, eso tendrá que ser algún día en plena tarde, porque tocar en la noche hará que despierte a los vecinos... posteriormente iré a la cárcel y un tipo de dos metros me susurrará al oído cosas terribles que nadie quiere escuchar.
- ¿Un tipo de dos metros? -preguntó Tamar-. ¿Te gustan los hombres de dos metros? -alzó las cejas y él comenzó a negar-. Admítelo, te proyectaste. Si quieres podemos tocarla para que vayas, yo no te voy a detener en cumplir tus fantasías más sucias.
-En realidad me gustan las personas que miden como 1.67 mts... que tienen los mismos gustos que yo -mi estómago se revolvió por la gran confesión que Parker había hecho y abracé el brazo de Erik sorprendida. ¡Oh Dios, Dios, Dios!-. Bueno, supongo que a todos les gustan así, ¿no?
- Ouch -dijo ella apretando los labios- es una pena que yo mida 1.70 y que no me gusten los hombres de dos metros -ella sonrió- sino creo que podría ser alguna chica interesante para ti.
Erik soltó una risa que quizá había aguantado y di un apretón a su brazo para que conservara la cordura en un momento como este. Tamar había ignorado la gran indirecta que Parker le había dado, o al menos lo había entendido... pero quería hacerse la chica difícil. No sabíamos con certeza si Tamar estaba interesada en P, no daba señal alguna y eso era un sentimiento que podría carcomerlo por dentro.

Who's lovin' you? (Minna y Bere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora