Me levanté y nuevamente ese olor a desayuno que me pone de mal humor algunas veces en las mañanas. Había amanecido algo fresco... o realmente era muy temprano. Miré el reloj, eran las 7:00 a.m. ¿Quién se levanta a esta hora por si solo? No, más bien... el olor a comida me levantó. Bajé las escaleras y noté a toda nuestra "familia" desayunando. Mamá al verme me sonrió de oreja a oreja y Christian se levantó de su asiento para ir hacia la cocina y servirme un vaso con jugo de naranja. No sé si era solo yo notándolo ahora. Pero todos se preocupaban por que yo estuviera aquí contenta, segura y agradándoles a todos. Excepto Erik, que no me miraba en lo absoluto. Scott estaba devorando un pan tostado y gruñía por tener que estar levantado. Jess ya estaba retocando su labial y me miro con media sonrisa.
-Gracias -le dije a Christian-. Pero no quiero desayunar, normalmente nunca desayuno porque mi estómago se revuelve -él asintió y miré a mamá, la cual tenía su boca torcida-. ¿Volveré a quedarme sola todo el día?
- Hija yo... No, hoy faltaré al trabajo y... Pasaremos el día en el parque, ¿Que dices? ¿Quieres ir al cine o algo?
-¿Faltarás porque puedes faltar o simplemente porque yo te lo pido? Porque si es así... realmente no quiero que faltes. Puedo quedarme jugando, buscando algún amigo con los vecinos... lo que sea.
- Es... -la miré, últimamente tenía tiempo para todo excepto para mí- volveré a las 5, lo prometo.
-Te esperaré -sonreí y di media vuelta para subir por las escaleras. Tomé la guitarra que Erik me había prestado y me senté en mi lugar favorito, tocando algunas canciones que ya no les había prestado atención tiempo atrás. No sé si salir con mamá sea la mejor idea de todas, pero desde que llegamos aquí no hemos tenido momento madre e hija y realmente soy muy unida a ella. Le diría que me siento bien... y a gusto con la familia de Christian, porque de cierta manera... era cierto.
- Hola... -esta vez era Jess la que me hablaba- lamento interrumpirte.
-Jess... hola -sonreí y me levanté dejando la guitarra a un lado de mí-. ¿Qué sucede?
- Uh... Hoy en la escuela tenemos un convivio, porque es el día del amor y la amistad, ya sabes... ¿Quieres venir?
- ¡Sí! -junté ambas manos y las entrelacé con emoción-. Parece que nunca salgo... pero nunca salgo -reí y ella lo hizo también-. ¿Quién más asistirá?
- Solo nosotras y Erik, pero él por qué tocará en la banda. No está más en mi escuela. Su festejo es por la noche -murmuró.
-Estaré lista... -sonreí y tomé la guitarra para colocarla en un pequeño sofá que tenía en mi habitación. Entré a mi closet y traté de buscar algún atuendo que me convenciera para poder usar, pero nada me convencía. De pronto vino a mi mente esa blusa que me regaló papá en uno de mis cumpleaños, era roja... un poco más arriba de mi ombligo. Él siempre los combinaba con unos shorts que llegan a la cintura, acompañados de mis vans negros. Supongo que me vería bien.... aún faltaba arreglar mi cabello y transformar mi cara.
…
Cuando por fin estuve lista y logré terminar de maquillarme, me mire en el espejo. En definitiva, era todo un cambio cuando decidía mostrar otra imagen. Estaba esperando que alguno de mis hermanastros llamara a la puerta de mi habitación y así poder salir sin vergüenza alguna... era muy penosa. Traté de no pensar en que no podría asistir a la tarde de madre e hija que había tenido con mamá... pero no puedo engañar a nadie, quiero divertirme un rato... conocer a personas y así poder salir de vez en cuando. Quizá me encontraría a Peter... el patán que fingió ser amigo de Erik.
Esperé durante unos minutos hasta que unos toquidos tímidos aparecieron en mi puerta. La abrí con lentitud y era Jess quien estaba parada ahí con una falda corta y una blusa de tiras. En el cuello llevaba un collar de cadena y tacos altos-. ¿Estás lista?
-Sí... más que lista -sonreí y caminé cerrando la puerta de mi habitación. Di un último inventario sobre las cosas que llevaba en mi pequeño bolso y todo estaba bien... no me faltaba absolutamente nada. Bajé las escaleras y estaba un chico alto con cabello oscuro y ojos marrones. Se levantó al verme y me sonrió extendiendo su mano. Supongo que era algo de la familia... quizá, el novio de Jess.
- Hola -se presentó- me llamo Dylan -sonrió amablemente- tú debes de ser Dem Chesset.
-Ella misma -sonreí-. Tú debes de ser... ¿el novio de Jess? -él asintió y vi como observaba por encima de mi hombro. Me giré y mi hermanastra bajaba por las escaleras con una gran sonrisa que delataba lo feliz que se encontraba.
- No me gustan las fiestas que son por las mañanas, pero ha de ser un buen día, además aprovecharás el tiempo con tu mamá -alentó Jess mientras se acercaba a su novio-. Veo que ya conociste a Dylan.
-Creo que sí -susurré y Dylan se apresuró a abrir la puerta de la casa. Su auto estaba estacionado afuera y nos abrió la puerta a ambas. Antes de que él entrara agregué-: No estoy muy segura de salir con mamá, siento que salirse antes del trabajo le perjudicará tarde o temprano -Jess se giró a verme y clavé mi mirada en la ventana.
- Entonces... ¿por qué no le dices que pasarás el día con nosotros? -me encogí de hombros y ella se giró en su asiento. Miré hacia la puerta y noté que Erik salía de la casa con una camisa negra de vestir y unos jeans entallados del mismo color. Llevaba unos lentes oscuros a pesar de que no había demasiada luz del sol. Iba a abrir la boca pero Dylan ya había acelerado. Sabía porque llevaba esos lentes... lo sabía muy bien. Estaba emocionada, quería saber que tal tocaban él y su banda. Si me la estaría pasando bien en el convivio, llamaría a mamá para cancelar nuestra tarde. Permanecí callada el resto del camino, admirando las calles ricas de Chicago. Nuestro estado económico era mucho mejor que el de antes, nada de lo que tenía anteriormente se comparaba a lo que tenía ahora. Me sentía alguien que nunca sería... por más que lo intentara. Lo mío nunca sería comprar un barniz de uñas de más de tres dolares. Aunque ellos estaban muy seguros económicamente, no parecían estar tan conscientes de la cantidad de dinero que usaban. Siempre parecía que no les importaba que usaran algo de marca, para ellos era solo ropa o al menos eso se asemejaba. Por fin llegamos a la escuela. Que en realidad era un instituto y lucía bastante caro.
Todos estaban con su grupito de amigos, mientras que yo era el mal tercio de mi hermanastra. Ella me tomó por mi brazo al bajar, así como también tomó la mano de Dylan. Algunas miradas se posaron en nosotros y traté de sonreír ante ellos, fingiendo mi seguridad por verme tan vulgarmente.
-¿Por qué nos miran tanto? -le susurré a Jess al oído.
- Probablemente porque nosotros nunca traemos compañía que no conocen -respondió- o mi hermano está caminando detrás de nosotros. También eso influye mucho.
-En pocas palabras... ¿me preguntarán quien soy yo?
- Sí -respondió mirándome-. ¿Qué les dirás?
-Supongo que les diré que soy tu hermanastra -me encogí de hombros-. ¿Qué más podría decir? ¿Que soy hermana de Dylan? Ni siquiera nos parecemos... en nada.
- Eres mi hermanastra, creo que con eso basta -rió divertida, tomó mi mano y luego comenzamos a caminar hacia donde estaba el pasillo hacia el gimnasio. Estaban algunos de los amigos de Erik que conocí en casa. Estaban acomodando los últimos detalles de decoración y fue ahí donde vi a Peter. ¿Qué hacia él ahí? Su mirada chocó con la mía y mordí mi labio nerviosa. Traté de repetirme en mi cabeza todo lo que Erik me había dicho sobre él, pero lo lindo del chico lo hacía mucho más difícil.
No duró demasiado tiempo alejado de mí, puesto que se acercó y cuando estuvo lo suficientemente cerca sonrió amablemente-. Lamento lo del otro día Dem -saludó-. Te ves... bonita.
-No te preocupes... -Jess me miró durante unos segundos y asentí. Ella siguió caminando junto a Dylan-. Cosas que pasan... y gracias -me encogí de hombros y sonreí, tratando de dejarlo atrás... pero tocó mi hombro y lo miré confundida.
- Escucha, sé que... estás prohibida por Erik -medio sonrió- pero, ¿te importaría ser amigos?
-Creo que si lo somos no tendrá problema alguno... -sonreí y él también lo hizo-. ¿Necesitas ayuda?
- En realidad he terminado, pero puedes acompañarme, estoy ayudando a acomodar el kit de batería. Pronto llegarán los demás en la banda y necesita estar todo listo -sonrió y puso su mano en mi espalda- ¿vamos?
No contesté, pero lo seguí hasta llegar en donde se supone que estaba la batería. No estaba completamente construida pero poco a poco la terminaríamos. No se encontraba hablando conmigo, simplemente me miraba y después me sonreía, haciéndome sonrojar. No se puede, él es malo... no puede gustarte o tendrás problemas con Erik... tanto él como yo.
-¿Tú también tocarás? -le pregunté.
- No, yo solamente soy el que tiene el equipo de sonido -respondió encogiéndose de hombros-. Los que están en la banda son Trevor el baterista; Roger el bajista, Kevin el guitarrista y segunda voz, Erik guitarrista y voz principal.
-Aparentemente solo conozco a Erik... -reí bajito y él sonrió apoyando sus manos en su cadera-. ¿Ya está terminada? Yo la veo bien.
- Está bien, se ve bien...
- Llegamos -la voz de Erik me hizo levantarme, ambos nos separamos un par de pasos y noté a otros tres chicos al lado de mi hermanastro-. ¿A qué hora es nuestra presentación, Raynolds?
-Una -contestó y yo continuaba ahí... de pie sin hacer nada, casi rogando para que no me pidiera que me alejara de Peter como la vez pasada. Clavé mi mirada en el suelo y tenía mis manos entrelazadas hacia el frente. Me hacía hacia adelante y hacia atrás con la planta de mis pies y mordía mis labios. Si Erik me hubiera conocido desde antes, se daría cuenta que estoy nerviosa.
-Suerte -le dije y sonreí, queriendo salir corriendo de ahí.
- Gracias -respondió mientras bajaba su guitarra y comenzaba a acomodar los demás instrumentos así como los micrófonos. Miré a Peter y él lo único que hizo fue guiñarme un ojo. Tal vez necesitaba dejarlos solos. Ahora, ¿qué haría durante todo este tiempo de espera?
Encontré una mesa sola y caminé hacia ahí para sentarme un momento. Quizá una persona con corazón noble me vea y después de causarle lastima, me hable para no verme tan... tan sola. Saqué mi celular y despistadamente me tomaba una que otra foto, pero ninguna de ellas me gustaba. Ni siquiera con ese efecto que tanto me gustaba salía bien. Torcí mi boca y suspiré, pensando en mi última opción. Dem... necesitas abrir Candy Crush y entretenerte un poco hasta que alguien entable una conversación contigo. Llevaba un gran record puesto que llevaba dos horas sentada y nadie venía a buscarme. Comenzaba a pensar en que me quedaría y haría un poso en la silla hasta que se hiciera lo suficientemente tarde para que el baile comenzara. Todos los demás alumnos comenzaban a llegar y por lo que veía, la mayoría tenía novio o pareja. Era el Día del Amor y la Amistad. ¿Quién osaba a venir aquí sin chica? Todas las mujeres tenían rosas, chocolates, globos, por todas partes había de ellos y yo estaba aquí... al menos mi teléfono era rojo, combinaba. Quería ir hacia donde estaba Jess y Dylan, pero no quería verme mal entre ellos. Quizá simplemente fingiría que estaba observando a los guapísimos chicos que tocarían en un rato más. Nadie sabe que uno de esos muchachos es mi hermanastro... excepto ellos, sus amigos lo saben. Me quedé observando un globo de color rojo detenidamente. Era uno de esos momentos donde te olvidas de todo y simplemente existe lo que estás observando, algo así me estaba pasando ahora mismo. La concentración se fue en cuanto noté que alguien se sentaba a mi lado, era Erik disfrutando de una paleta.
- Así que... -murmuró mientras mantenía la paleta dentro de su boca y al sacarla hacía un fuerte ruido de ¡POP!-. Mi hermana te trajo aquí y te dejó tirada... sola, hambrienta y ansiosa.
-Erik, si lo dices de esa manera... suena horrible.
- Está bien, lo digo de otra -murmuró- Mi hermana te trajo para que te divirtieras pero no contaban con que ella tiene novio... uno muy acaparador -me miró y sonrió- ¿quieres paleta?
Reí notoriamente y él sonrió-. No, iugh. No quiero tus babas, mi saliva es completamente virgen... fuera de intrusos.
Alzó una ceja y luego noté que se metía las manos a la chaqueta y sacaba otra paleta de ahí.
-Ah... bueno. Ahí cambia la cosa -sonreí ahora con mis mejillas ardiendo. Tomé la paleta que me ofrecía y traté de olvidar lo vergonzoso que había sido lo anterior. Estaba comenzando a saber de mí sin querer-. Y... ¿no estás nervioso?
- ¿Por qué? -preguntó mientras yo habría mi paleta con los dientes-. ¿La presentación? Un poco, pero es porque tenemos nuevo baterista, pero los demás nos llevamos bien y llevamos un rato en esto. No me asusta.
-Estaré viéndote en primera fila, fingiendo que estoy enamorada de ti y así parecer una fan más de ustedes.
Soltó una sonora carcajada y luego asintió-. Será interesante verte entonces -respondió mientras miraba a su alrededor-. ¿Quieres que te presente a alguien decente? No me gusta verte como un bulto tirado aquí, solo y así...
-¿En serio me veo tan mal? -llevé una mano a mi pecho tratando de parecer indignada y reí-. Esto es extraño... si Scott hubiera venido me hubiera sacado plática.
- Scott es el lindo de la casa -respondió poniéndose de pie- ven, te presentaré a un par que te agradará.
Me levanté, humedecí mis labios y traté de arreglarme el cabello. Erik lo notó y negó con una sonrisa que dice algo así como: buen intento. Se acercó a un chico que era más o menos de su estatura... el cual estaba con una chica muy, muy baja de estatura. Sonreí y al detenernos, ambos saludaron a Erik muy bien. Parece que lo conocen desde hace tiempo. Sacudí mi mano de un lado a otro y sonrieron.
- Ellos son Jamie y ella es Raven -presentó- han estado conmigo desde... posiblemente kínder -Erik se encogió de hombros-. Ella es Dem -sonreí y ambos también lo hicieron-. ¿Podrían cuidarla mientras estoy en la presentación?
-Aquí estará perfecta, Erik -habló Raven.
-Cuenta con ello -respondió Jamie dándole una palmada en el hombro a Erik. Sonreí por última vez hacia Erik y él caminó hacia su banda, la cual estaba haciendo prueba de sonido. Lentamente giré mi rostro hacia mi nueva compañía y sonreí.
-¿Lo han visto tocar antes? -les pregunté encogiéndome de hombros.
- Siempre -respondió Jamie- casi todo el tiempo canta, incluso hasta cuando está enfermo.
- Es un buen músico -respondió Raven- ¿es la primera vez que lo vas a escuchar?
-Sí, es la primera vez -sonreí-. Probablemente si yo fuera él... tendría muchas nauseas debido a los nervios. Creo que esto es lo que a él le gusta, ¿no?
-En la primaria él era el que cantaba el himno nacional siempre -me dijo Jamie-. Tienes un hermanastro muy talentoso -me guiñó un ojo y Raven asintió mirando a Erik. Vaya... sabían de mí.
Las luces se apagaron, la gente sabía que el espectáculo iba a iniciar pronto. Todos estaban acercándose y las chicas estaban acumulándose en la parte d adelante. Le había prometido que yo estaría entre ellas pero ahora comenzaba a asustarme. Las chicas parecían algo salvajes.
-¿Creen que salga viva si decido meterme entre ellas para estar en primera fila? -les pregunté, con mi cara irradiando terror.
- Yo diría que te arriesgaras, pero me gusta tu cabello, las chicas son algo... rudas cuando se trata de DarkArrows -alcé las cejas- así se llama. Puedes ir... iremos por tu cadáver en un par de canciones.
Solté una carcajada y asentí, decidida a que posiblemente terminaría hecha un asco después de esto, pero lo había prometido. A medida que avanzaba, las chicas me miraban horrible, quizá se estaban preguntando porque estaba colándome a la fila. Tenían cámaras fotográficas en sus manos y están listas para el espectáculo. Al llegar a la primera fila, una chica me miró con el ceño fruncido... pero la ignoré.
-¿Quién es tu favorito de los cuatro? -preguntó una chica diferente. Su emoción se notaba por todos sus poros.
-Erik... ese chico de negro, él es mi amor platónico sin duda. ¿Qué hay del tuyo?
- ¿Bromeas? ¡Erik Walker! -murmuró mientras yo sonreía y asentía-. Por Dios, ese chico de verdad que es... es... ¡Es Erik!
- ¿Qué dicen de mi novio? -preguntó la chica anterior, la que me había hecho mala cara.
-¿Es tu novio? -levanté una ceja y ella asintió-. ¿Llevan mucho tiempo juntos?
- ¡Dos años! -dijo orgullosa, alcé una ceja y la otra chica, la que me había preguntado primero negó.
- Él ni siquiera la conoce.
-Creo que lo sé... -susurré y ella sonrió-. Demetria.
-Taylor -agitó su mano de un lado a otro y las luces se apagaron completamente, alumbrando el cuerpo de Erik. Gritos se escucharon por todo el lugar, quizá solo era una parte... pero yo sentía que estaban gritándome al oído. Él bajó su mirada y al verme, me sonrió mientras negaba. Creo que no creía que lo decía en serio.
- Never ever before has a colorful world, held a colorful girl like you, you gotta fly... Never ever have I been just black or just white, All this freedom and flight has got me feeling high -cantaba mirándome y sonriendo- Never have I ever felt like this before, I've never been the one to knock but now I'm at your door.
- ¡Erik! -gritaban las chicas de mi lado.
- ¡Trevor! -reí, ellas le gritaban a todo lo que se movía en el escenario.
- ¡Roger hazme un hijo!
- Well listen very closely you can hear the sound of a love that makes my heart beat and my head spin round. Head spin round, spin round, spin round, spin round, round, round... -cantaba mientras tocaba fuertemente su guitarra- I spin round, I spin round, I spin round.
Creo que era la única persona que no gritaba y se comportaba como una desquiciada frente a ellos. Me mantenía sonriendo y alguna que otra vez brincaba por el ritmo de la música. Él era bueno en esto... no sabía que también tocaba la guitarra... de esa manera.
ESTÁS LEYENDO
Who's lovin' you? (Minna y Bere)
أدب المراهقينPor esas veces en las que amaste profundamente y no te arrepientes de nada.