Soy el rincón oscuro de la habitación. Lo pestilente que a taparse obliga. Soy el mal precedente. La sonrisa del que muere por dentro. Soy la médula que relame el perdedor. Yo soy el ladrido solitario del mortecino callejón.
Soy el maldito tiempo por el que nadie reza. Soy la frase inolvidable y el recuerdo imborrable. El frío mordaz que atraviesa el hueso. Soy el vaho que nadie limpia. La sensación incómoda del silencio. Soy el vacío, el eco de un grito de antaño, perdido en el viento, arrastrado con el polvo, vagando en un mundo ajeno.
Yo soy el moho de la esquina, la humedad que enferma tu pulmón izquierdo, ese junto al corazón. Soy el intervalo del latido, el milisegundo fallecido. Yo soy el órgano que no responde. El exceso de piel marcada de púrpura. Soy lo que uno no quiere, lo que es indeseable, lo que jamás debió ser. Soy la mejor virtud del que nunca se equivoca.
Soy el pobre, la carencia, la miseria y la incertidumbre. Soy el fondo del bolsillo. Soy una basura. La suela del mendigo, la espina que molesta. Soy el cero a la izquierda. La sombra incompleta del árbol moribundo. Yo soy el que una noche despertó pensando. El que allí se quedó atrapado... soy el maldito que llegó primero.
Yo soy el que habla mierda. Soy el que nada aprecia. El que busca y no encuentra. Soy la cobardía que impidió el salto. El dedo que no apretó el gatillo. Soy el que poco le importa lo que la vida tenga para ofrecer. Yo soy el que busca al segador, pero me aterra encontrarlo.
Soy el que escribe para no volarse la cabeza.
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Deslizándome hacia la locura
PoesíaEscritos, frases, pensamientos, relatos e intentos patéticos de poemas sin ninguna conexión entre si, no importa donde comiences a leer, cada parte se resume en anécdotas, fantasías y metáforas de un hombre que lentamente se desliza hacia la locura.
