Magia

57 6 0
                                    


En el último puesto con los codos sobre el pupitre estaba él, observando el brazo amorfo, la gran oreja y el pie anómalo de un esbozo que definitivamente debía seguir siéndolo, incluso mejor sería acabar con aquella horrorosa criatura forjada por el grafito de un lápiz mordido y sin goma.

Él pensaba que nada lograba hacer bien, nada resulta como lo imaginaba. Una linda mujer era todo lo que debía producir, bella, de largo cabello lignito y curvadas pestañas; de suntuosa figura y ombligo casi inexistente; labios carnosos y un píe en punta ¿Que hacía mal? ¿Por qué tantos errores en simples líneas?

De la misma forma en la que no se desea lo que no se conoce, es imposible recrear un acto que nunca has ejecutado, plasmar la belleza que nunca has tenido. Quizás habrás visto esa perfecta elfa saliendo de una tienda con short y playera rosa, llevándose a los labios nachos anaranjados de esos que entintan los dedos, tal vez observaste boquiabierto como se humedecía las puntas dentro de la boca, lamiendo cada partícula química de esa basura. Si, seguro impresiones extrañamente gratificantes comenzaron a fluctuar en la ingle... Luego, a descargar todo en el baño, aunado también lo eyaculas en el papel.

Es imposible perfeccionar la técnica cuando esa lengua elfica jamás se ha retorcido dentro de su boca, él lo sabe y maldice para sus adentros, maldice al que ocupa el pupitre a su lado y al ser que irrumpirá en la puerta del salón... ¡Malditos todos!

Entre oprobios y oraciones abominables, las bisagras chirriaron profiriendo un sonido tan fuerte y doloroso para el oído que silenció cualquier otra voz. Allí, entre respiraciones y pestañeos, se deslizó el ángel, resplandecía como las magnolias de primavera a la luz del alba; tan dulce que ralentizaba los latidos y tan limpia como los nacientes arroyos de un manantial. Ocupó la silla en la derecha y clavó en él un par de ojos de gato. Sonrió y sus dientes como pastillas analgésicas eran. Las medicina que requería con urgencia.

La extremidad superior se compuso por arte de magia, la oreja se volvió diminuta y el pie a porcelana se transformó.

Deslizándome hacia la locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora