Capítulo 30

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1/5 maratón

P.O.V Machu

Estas últimas semanas han sido realmente agotadoras, siempre tengo sueño, me pongo triste por cualquier cosa, se los juro, por cualquier cosa. Hace unos días salimos a dar una vuelta al parque con León, allí vi a un hermoso niño, estaba tan feliz porque le habían comprado un helado, y pues yo también me coloque feliz, pero al pobre se calló al piso el rico helado de vainilla, debido a a eso se puso a llorar porque ya no tenía helado, cuando vi eso yo también me puse a llorar a la par de él.

En fin, hoy era fin de semana, lo que significaba que León no trabajaba. Me levanté de mi cómoda cama y me dirigí al baño para darme una buena ducha, últimamente e estado muy aragana y ni ganas de bañarme me dan, pero la limpieza personal es algo que se tiene que hacer sin falta, ni que quisiera andar largando olores indeseados por donde pasase.

Al terminar de acearme y vestirme me prepare el desayuno. Hoy saldría con León, supuestamente él me tenía una sorpresa, lo que es, no tengo ni la menor idea, solo se que es una sorpresa y pues intenté sacarle información pero no logré nada.

Prendo la hornalla para colocar a calentar la leche, tomo una taza y le pongo azúcar, apago la hornalla, luego agarró la leche calentita y la vierto dentro. Tomo una tostada recién hecha y unto una buena cantidad de Nutella, uffff la nutella es lo más rico de la vida.

Tomo todo entre mis manos y me siento colocando las cosas en la mesa, después de todo mi desayuno no es algo espectacular, pero ya lo e dicho, el embarazo me tiene sin ganas de hacer nada, y soy yo la que va a comer esto, ni para tanto.
Cuando me decido a tomar un trago de mi rica leche se escucha la canción Perfect de Ed Sheeran proveniente de mi celular.

Lo tomo entre mi mano vacía y atiendo la llamada mientras con mi otra mano sostengo la taza y bebo un sorbo.

*Llamada telefónica*

— Hola— digo atravez de la línea.

— Hola amor— habla esa voz tan conocida, la cual con cada palabra me enloquece.

— Si?— respondo fría, después de todo no me gusta que me interrumpan mientras como.

— No me digas que recién te levantas— se queja.

— Si, algún problema? Después de todo es temprano aún— respondo sin importancia mientras agarró la tostada con nutella para extasiarme con su sabor.

— Temprano? En que mundo vives Machu? Ya son las una de la tarde— dice lo último en carcajadas, yo abro mis ojos como platos, rápidamente alejo el teléfono de mi y lo miro, efectivamente son las una de la tarde.

— Tienes razón, pero para que me llamás?— pregunto con enojo, si, lo se, enojada no sé porque, pero culpare al embarazo.

— En 15 estoy en tu departamento— no alcanzo a quejarme que el pitido de llamada cortada suena.

*Fin de la llamada*

Indignada dejo mi rico desayuno de lado, no sin antes darle una mordida a mi tostada, pero al sentir ese rico sabor explotar en mi paladar decido llevarme la tostada conmigo.

Camino a la habitación y me peino, lo se lo sé, ustedes dirán "¿Peinarte? ¿No deberías estar ya peinada?", Pues déjenme decirles que no, no me había peinado.

Una vez con una coleta un tanto decente, o por lo menos a mí me parece decente oigo el claxon del Mercedes de León.

Rápidamente tomo el bolso del sillón y salgo del departamento, no sin antes cerrar la puerta.

— Hola de nuevo— digo entrando en el auto, me coloco el cinturón y lo miro.

— Hoy está preciosa, pero no más que todos los días, te pareces a una luz brillante mi amor— me sonrió y se acerca a mí para depositar un beso fugaz en mis labios.

— Con que hoy te levantaste romántico— sonrió mirando al frente— Pero yo creo que todas las luces son brillante amorcito— lo miro nuevamente y veo cómo se le forma una sonrisa en sus perfectos labios.

— Pero ninguna es más brillante que tú— iba a contestar pero decidí cerrar mi boca y observar el paisaje durante el transcurso del camino.

(...)

— Ya llegamos?— vuelvo a preguntar por décima vez en el día.

— Ya estamos por llegar, ten paciencia hermosa.

— Eso me dijiste hace 1 hora— sin poder evitarlo me cruzo de brazos y hago un puchero.

— Creo que fue hace unos 5 minutos— ríe a carcajadas para sus adentros.

— Como digas.

Tanto era mi aburrimiento que hasta comencé a cabecear durante lo que resto del camino, me estaba muriendo de sueño por dios.

— Amor— siento me sacuden con delicadeza de los hombros— Hermosa— una leve picazón se hace presente en mis labios, intento rascarme en esa parte, por un momento dejo de sentirla pero luego vuelve.

— Mmm— me remuevo incómoda en mi lugar y lentamente abro mis ojos— Llegamos?— le pregunto a la persona que se haya frente a mí.

— Sip— responde con una sonrisa que irradia luz.

— En donde estamos?— miro detrás de León y sólo logró ver casas hermosas.

— Mira, esa es la sorpresa— me toma de la cintura y lentamente me gira para poder ver detrás de mí.

Abro mis ojos como platos y me doy cuenta que mi boca formaba una perfecta O.

Era una casa de dos pisos, grande, muy grande a decir verdad y con un jardín de en sueño.

— Que es esto?— pregunto sin creerlo mirándolo a los ojos.

— Hace una semana la compré, no te lo quería decir tan pronto pero no aguantaba las ganas de decírtelo. Machu yo quiero formar una familia contigo, y ya lo estoy haciendo con este pequeño o pequeña— toca mi vientre un poco abultado— Quiero que vivas conmigo en esta casa, vivamos juntos.

Anonada por sus palabras sonrió y asiento con mi cabeza.

— León claro que viviré contigo— me lanzo a sus brazos y lo abrazó con fuerza.

— Que alivio, creí que dirías que no— me devuelve el abrazo y coloca su cabeza encima de la mía— Tú me haces el hombre más feliz del mundo— se separa un poco de mi y me mira atentamente a los ojos, lentamente se acerca a mí y une nuestros labios.

Es un beso lento, pero lleno de amor, sus labios son tan ricos, son mi adicción y mi calma, podría estar todo el día besandolo, sus besos saben a miel, la miel que derrite mi corazón.

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